Pablo Hernández 28/03/2011
“HOY en Puerto Ordaz, Rubén González, secretario general del Sindicato de Trabajadores de Ferrominera, fue condenado este lunes a siete años y dos meses de prisión tras su comparecencia ante el Tribunal Sexto de Juicio, …la decisión sólo se basó en el testimonio de 5 testigos del Ministerio Público cuando la defensa presentó 70…. las pruebas presentadas por la defensas fueron contundentes para demostrar que los trabajadores se pararon por una deuda que Ferrominera mantiene con ellos, que incluso está firmada por el presidente de la empresa que reconoce la deuda.”
Los obreros, luchadores populares, activistas sociales, defensores de los derechos humanos y todos aquellos y aquellas que aun guardaban una esperanza sobre la naturaleza militar-policiaco de este gobierno y en especial sobre el desenlace de este juicio, no les debe quedar ninguna duda de los intereses de clase claramente patronal, que defiende este gobierno de militares y lumpen político y del mensaje a Garcia que con esta sentencia, este gobierno le manda a la clase trabajadora.
Para todo trabajad@r, para todo luchad@r social y aun para los chavista ingenuos que aun creen en una supuesta revolución, esta sentencia, es una prueba contundente de la naturaleza criminal y represiva de este gobierno. Y una confirmación trágica de la guerra que en marzo del 2009 el propio presidente de la República, Hugo Chávez, le declaro a los trabajadores del Metro de Caracas que reclamaban el cumplimiento de su contrato y a los obreros siderúrgico y del aluminio en Guayana que exigían sus derechos y reivindicaciones, "Yo no voy a permitir que paren el Metro", si lo hacen militarizo la empresa,…"Yo me voy a meter en esa batalla, yo en cuerpo y alma”. Hoy esa amenaza cae con todo su peso contra Rubén González y mañana tal vez contra Sabino.
Ante los poderoso capitales petroleros y financieros internacionales, el Sr Chavez y sus lacayos le mandas todos los días petróleo, hierro y aluminio, ahora también hipotecados; le pagas religiosamente la deuda que ahora la ha convertido en eterna; les entrega en propiedad a empresas y gobiernos extranjeros, los yacimientos mineros, petroleros, industrias, tierras, puertos, servicio esenciales; se les transfieren todos los días millones de dólares a la banca nacional e internacional, vía emisión de bonos y venta de dólares preferenciales; permiten a la boliburguesia y sus banqueros aliados que huyan al exterior y fuguen miles de millones de dólares a los paraísos fiscales comenzando por Cuba; se estimula la inseguridad y el crimen a través del desarrollo de la impunidad judicial y policial, ahora establecida como política del Estado venezolano con el visto bueno de la Asamblea Nacional. Y para remate estamos asistiendo al nacimiento del nuevo bipartidismo en Venezuela con acuerdos y negociaciones con la oposición para repartirse la renta petrolera.
Mientras todo estas políticas se desarrollan en beneficio de los patronos y el capital; las respuestas y políticas ante las peticiones y reclamos de la clase trabajadora son la represión, cárceles, sicariato, encarecimiento de la vida, criminalización de la protesta, deterioro del salario, desconocimiento de sus organizaciones, militarización de los centros de trabajo y de la vida social; en fin no se necesita nuevos hechos para saber los fines e intereses de clase de este gobierno.
Que otras pruebas se necesitan para convencerse de que este gobierno pese a su origen electoral es una dictadura de hecho contra los trabajadores. Acaso Hitler y Mussolini no llegaron al gobierno por “vías electorales y constitucionales”, acaso Stalin no usurpo el triunfo de una insurrección obrera victoriosa y luego todos ellos establecieron dictaduras contra la clase trabajadora. Acaso Sarkozy, Obama y Berlusconi no son productos electorales que gobiernan contra los trabajadores de sus respectivos países.
Los trabajador@s de Venezuela deben comenzar a entender que el único enemigo que tiene este gobierno militar-patronal, son precisamente los trabajador@s. El único sector social de donde puede surgir una verdadera revolución es de sus sectores productivos llámense obreros, técnicos, ingenieros, intelectuales, doctores, campesinos, pequeños y medianos productores, en fin solo de los que viven de su fuerza de trabajo, de su esfuerzo, de su sudor, y no de las migajas y limosnas del Estado, llámense lumpen proletario o burgueses parasitarios.
Hoy más que nunca hay que entender que una dictadura, - no importa si su origen es electoral o de fuerza, constitucional o habilitante- no se enfrenta, ni se combate con huelgas de hambre, peticiones ante los tribunales o llamados a la OEA. La experiencia histórica de los trabajador@s y pueblos de Venezuela y del mundo nos enseña con absoluta claridad que solo en la unidad, organización, conciencia y decisión de vencer de los trabajadores esta el único camino para librarse de las dictaduras.
Hoy es una tarea urgente y de primer orden para todo trabajador consciente pensar y analizar con seriedad sobre las nuevas formas de lucha y organización contra el enemigo patronal y su gobierno, que desde hace mucho tiempo ha cambiado violenta y arbitrariamente las condiciones de lucha y organización que eran validas hasta hace poco.
Si a Rubén González por defender sus derechos laborales y cumplir con su papel de dirigente sindical lo sentencian arbitrariamente a siete años. Si Javier Marcano de Mitsubishi y Pedro Suárez de la empresa Macusa en Puerto La Cruz; Richard Gallardo, coordinador de la UNT en Aragua, Luís Hernández, dirigente del sindicato de la Pepsi-cola, en La Villa, Carlos Requena (vinculado al INPSASEL), Argenis Vásquez, secretario de organización del sindicato de Toyota en Cumaná y tantos otros dirigentes obreros y campesinos son asesinados por los sicarios y policías al servicio del capital, si mas de dos mil quinientos luchadores obrer@s y campesin@s están sometidos a juicios por ejercer su derecho a la protesta, que otras pruebas hay que esgrimir para convencerse de que estamos ante una dictadura militar de hecho al servicio del capital.
Quienes son los muertos y encarcelados, quienes son los criminalizados y juzgados, los patronos que se insurreccionan y derrocan gobierno y hoy están de nuevo pactando con el gobierno o los obreros y campesinos que defienden sus derechos. Los hechos hablan por sí solo y ante la realidad que nos golpea es necesaria la reflexión.
Hoy las palabras de Howard Zinn, el notable historiador norteamericano hijo de obreros, fallecido el año pasado, nos debe servir de guía y camino en este túnel sin fin adonde nos ha conducido once años de gobierno militar-. Decía Howard Zinn: “La historia no es sólo para comprender el pasado, es ante todo un arma para construir el porvenir… Los gobiernos mienten permanentemente, no sólo el gobierno de USA. Es simplemente la naturaleza de los gobiernos. …., tienen que mentir, los gobiernos en general no representan a las sociedades que gobiernan.
Ya que no representan al pueblo y ya que actúan contra los intereses del pueblo, la única manera como se mantienen en el poder es mintiendo al pueblo.
Si le dijeran la verdad al pueblo, no durarían mucho tiempo. Y si sabes algo de historia, tal vez comprenderás algo aún más elemental: que la cuestión de la mentira sobre esta guerra o de la mentira sobre esta invasión, la mentira sobre esta intervención, comprenderías una especie de hecho fundamental sobre la sociedad, e incluyo a nuestra sociedad: que los intereses del gobierno y los intereses del pueblo no son lo mismo. Es muy importante saberlo, porque la cultura trata trabajosamente de persuadirnos de que todos tenemos un interés común…
…Si utilizan el lenguaje “interés nacional” – no existe interés nacional. Es su interés y nuestro interés. La seguridad nacional - ¿la seguridad de quién? Defensa nacional: ¿defensa de quién? …
Todas esas palabras y frases son usadas para tratar de cercarnos con un lindo lazo inmenso, para que todos supongamos que los que dirigen nuestro país se preocupan de nuestros intereses….Es muy importante comprender que: no, les preocupan nuestros intereses.
Una de las cosas que podemos aprender de la historia es que la historia no es sólo una historia de cosas que nos han sido infligidas por los que mandan. La historia es también una historia de resistencia. Es una historia de gente que sufre la tiranía durante décadas, pero que termina por alzarse y derrocar al dictador”.
Hoy los levantamientos de los pueblos árabes contra las dictaduras y monarquías semifeudales y trogloditas del Medio Oriente, como ayer el 23 de enero de 1958, nos enseñan que solo en la lucha unida, en la calle, con sus trabajador@s al frente está el único camino de la real liberación de un pueblo que tiene doscientos años esperando por una libertad e igualdad que cada día se aleja de sus vidas.
Es cierto que las armas están en manos del gobierno y sus sicarios, pero aun así, nada pueden hacer un ejército y unas policías ante un pueblo que se decide a luchar por su verdadera libertad.
No olvidemos que aun con las armas ellos siempre serán una minoría. Hoy solo la fuerza de trabajo en Venezuela sobrepasa los trece millones de personas y que ejercito o policía, jueces o tribunales pueden detener a un pueblo que se decide a luchar por su liberación.
Hay momentos en la historia de los pueblos y de sus clases oprimidas donde el combate es inevitable e ineludible, la situación actual de Venezuela es uno de esos momentos. Echemos el miedo a un lado, arriesguemos lo que haya que arriesgar, que las generaciones futuras recogerán los frutos de este esfuerzo.
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