Hoy 28 de febrero de 2011 se dictó la sentencia a Rubén González, sindicalista de Sintraferrominera condenado a 7 años y dos meses de prisión por hacer escuchar sus demandas por medio de una huelga por la mejora del contrato colectivo. Es así como el gobierno y la justicia de este Estado abiertamente antisindicalista, cercena los derechos de un trabajador que por exigir una deuda que le corresponde, queda injustamente tras las rejas. Con mucha indignación escribo estas líneas por la injusta condena a este trabajador que, por el sólo hecho de exigir una mejor calidad de vida, ha caído tras las rejas.
Un preso político a quién el gobierno le conviene tener bien encerrado para que no cause más problemas, lo cual hace más visible el odio y el miedo que le tienen a los y las trabajadoras.
Una vez más el gobierno del presidente Chávez ha atropellado los derechos de los y las trabajadoras de este país. Un gobierno supuestamente socialista, que se ha encargado durante los 11 años de gobierno a enriquecerse a costa del esfuerzo diario del pueblo venezolano. Cada día la inflación ahoga y pulveriza el dinero en los bolsillos de la población, la escasez se hace evidente con los productos básicos, lo cual mella en gran forma la calidad de vida del trabajador promedio. Año tras año la cesta básica vuela fuera del alcance de las manos del pueblo, aún así parece que ese pueblo debe conformarse con estar callado y recoger las migajas.
Es evidente la política represiva que ha tomado este gobierno con la protesta, en mi opinión la sentencia al sindicalista Rubén González, es una sanción “ejemplar” para intimidar al movimiento sindical que está fuera de las élites de poder. Es ésta la forma de criminalizar a todo aquél que haga reclamar sus derechos, así es como este gobierno trata a la clase obrera. Toda mi solidaridad a Rubén González, a su familia y a quienes lo acompañaron en la huelga.
Óscar E.V.
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