José Iglesias Fernández
En Barcelona, el Grupo Zeta, empresa importante dentro del capitalismo mediático, entregaba el octavo premio Antonio Asensio de Periodismo, galardón que concede anualmente en memoria de su fundador, a un desatacado miembro de la tribu asalariada de esta industria: Ignacio Ramonet (dicen que el cachet que acostumbra a cobrar por conferencia “esta figura prominente de la izquierda” está en torno a los 3.000 euros más hotel y desplazamiento).
En Barcelona, el Grupo Zeta, empresa importante dentro del capitalismo mediático, entregaba el octavo premio Antonio Asensio de Periodismo, galardón que concede anualmente en memoria de su fundador, a un desatacado miembro de la tribu asalariada de esta industria: Ignacio Ramonet (dicen que el cachet que acostumbra a cobrar por conferencia “esta figura prominente de la izquierda” está en torno a los 3.000 euros más hotel y desplazamiento).
Este premio, como la mayoría de los mismos, sirve de excusa para agrupar a ministros y funcionarios, políticos, empresarios y banqueros, sindicalistas, académicos, y resto de la farándula aduladora; actúa de instrumento para mantener los lazos de endogamia que existen entre poder mediático, poder económico y poder político, lazos de los que pueden salir todos favorecidos: los políticos y empresarios por el silencio de los medios ante sus escándalos; y los medios por las subvenciones y protección que reciben del sector público y privado.
La justificación de esta breve reseña reside en destacar ese matrimonio entre poderes, y no caer en la tentación de pensar que ese derecho burgués a la libertad de expresión podemos practicarlo la gente de a pie, cuando las linotipias, los instrumentos de emisión de sonido e imágenes están controladas por la propiedad privada de estos medios, a la vez que protegidas por leyes y tribunales, y cuyos jueces emiten siempre veredictos a favor de estos grupos poderosos.
También, de paso, aprovecho para denunciar la actitud hipócrita de los periodistas como I. Ramonet, que se olvidan de los altos salarios que cobran, y que pretenden hacernos creer que hablan en nombre de todos los mortales (y de la izquierda que quieren representar) cuando dicen “que los periodistas deben existir porque una de sus tareas es «ampliar los límites de esa libertad»”. Añade el premiado, en ese acto de hipocresía, que “hacer periodismo de calidad jamás ha sido fácil, siempre ha comportado riesgos y amenazas: el poder político y el poder del dinero, y a menudo los dos, han tratado siempre de coartar su libertad». Repito que es hipócrita su discurso porque denuncia a los pobres periodistas que “hacen un periodismo domesticado” por estos poderes, cuando él está aceptando ser galardonado por un grupo de comunicación, que convoca al acto lo más distinguido del poder político, del poder del dinero, y todos juntos sentados arropándole y aplaudiéndole en el recibimiento del premio. No hace falta añadir que los periodistas del Grupo Zeta, así como del resto de medios de comunicación, por ser asalariados, muchos de ellos con contratos precarios, no tienenninguna libertad de expresión para salirse de lo domesticado, de la línea que marca la dirección el grupo que le concede a I. Ramonet tal galardón. No hay más que comprobar en las fotografías de los diarios los personajes con poder que acudieron al acto en ‘defensa de la libertad del periodismo de calidad’. Cito algunos de los más destacados:
§Entre los políticos estaban E. Benach, C. Chacón, C. Corbacho, A. Gabilondo, J. Hereu (que acaba de anunciar que denunciará a Kaos en la red y a otros por su periodismo alternativo), A. Mas, J. Montilla, I. Táboas, JM. Treserras, X. Trías, J Vilajoana.
§Entre los periodistas estaban JM. Casanovas, L. del Olmo, J. Tapia, J. Vehils. No parece que había representantes invitados al acto del periodismo que hacen en Kaos en la Red, Insurgente, La Haine, Rebelión, Radio Bronca, Contrabanda, La Directa, Diagonal, y otros medios antisistema.
§Entre los empresarios estaba el director general de Endesa JM. Rovira.
§Entre los académicos estaba Sami Naïr.
§Entre la alta gestión del grupo estaban varios de los miembros de la familia propietaria, consejeros, presidente, directores, pocos o ninguno del personal de plantilla que son los ‘negros’ del periodismo asalariado. Sería interesante saber las condiciones en las que realizan esa libertad de expresión a la que el galardonado alude: salarios, condiciones, duración de los contratos, etc. Tampoco creo que le importaba algo.
Añadir comentarios
Es obvio que, la elección de estos comentarios, responde a la sintonía que muestran con mi valoración de esa profesión. Pero en ese momento, representaban a la mayoría de ellos, es decir, incluso los había más agresivos, pero sus adjetivos no añadían más que insultos a los hechos. Se puede decir lo mismo sin ofender:
§“He aquí al Grupo Zeta intentando limpiar su mala conciencia y premiando a Ramonet (¿el último disidente?), a pesar de ser parte del problema que Ignacio denuncia: <<Últimamente, algunos grandes conglomerados de comunicación de talla continental y hasta planetaria quieren convertir el periodismo en un entretenimiento domesticado, en una aborrecible simplificación de la realidad. Lo importante se diluye en lo trivial y el sensacionalismo sustituye a la explicación>>”.
§“Los periodistas son voceros al servicio de los intereses partidistas de sus amos. En este acto mismo está la prueba. No es casual que esté Montilla y no Artur Mas”.
§“Me parece muy importante la labor del periodista, que libremente comenta y difunde las noticias, pero desgraciadamente, de estos quedan pocos, la mayoría se limitan a ser simples voceros, de quien les paga, si esto sigue así para la sociedad, no seria ninguna perdida la desaparición de la profesión, basta con los portavoces de los distintos partidos o grupos de presión”.
Anexo: Lista de premios
2003. I edición. Concedido al diario italiano La Reppublica (Italia). Entregado por el Rey Juan Carlos I
2004. II edición. Concedido a la BBC, radiotelevisión pública británica. Entregado por los Príncipes de Asturias.
2005. III edición. Concedido al diario estadounidense The Times-Pycaune.
2006. IV edición. Concedido a la asociación internacional Reporteros Sin Fronteras. Entregado por el Rey Juan Carlos I
2007. V edición. Concedido a Antonio Franco. Ex director de El Periódico de Cataluña. El premio fue entregado por la Infanta Cristina.
2008. VI edición Concedido a TV3.
2009. VII edición. Concedido a La Sociedad Interamericana de Prensa. Entregado por los Príncipes de Asturias.
2010. VIII edición. Concedido a Ignacio Ramonet.
http://www.kaosenlared.net/noticia/ignacio-ramonet-poder-periodismo-hipocresia
http://www.kaosenlared.net/noticia/ignacio-ramonet-poder-periodismo-hipocresia
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