Los integrantes de la Corriente Clasista, Unitaria, Revolucionaria y Autónoma (C-CURA) en la industria petrolera difundieron este jueves 15.07.10 un comunicado nacional en el que reclaman la desincorporación inmediata del Ministro Rafael Ramírez y la apertura de una investigacion que castigue severamente a los responsables del crimen de lesa humanidad de descomposición de un millón de kilos de comida.
Los trabajadores estamos “no conformes” con Rafael Ramírez
El escándalo de los alimentos podridos pica y se extiende, comprometiendo al ministro Rafael Ramírez, uno de los funcionarios más protegidos por el Presidente Chávez. Además del crimen de lesa humanidad que significa que se pierdan 120 mil toneladas de alimentos, suficientes para alimentar a 5 millones de compatriotas durante un mes entero, ahora empieza a desatarse la madeja de la corrupción detrás de este maloliente guiso y a conocerse los nombres de los implicados.
Nos estamos enterando la irresponsabilidad de altos funcionarios de PDVAL, todos ellos bajo control directo de las altas esferas del ministerio y muy allegados a la familia presidencial, que se pagaban y se daban el vuelto autorizando la compra de miles de toneladas, no importando que se pudrieran ni que significaran un atraco a mano armada a las finanzas de PDVSA. El objetivo de los criminales era la malévola intención de re-venderlas a mayoristas y minoristas, que por supuesto terminaban haciendo grandes negociados, especulando y contribuyendo a que se acrecentara la espiral inflacionaria que desde hace cuatro años azota al país y castiga los bolsillos de los mas pobres y desprotegidos de la sociedad.
El hedor de la corrupción y de la comida podrida alcanza hasta las propias instalaciones petroleras, como es el caso del Complejo Jose donde se ubicaron varios contenedores con leche en descompo-sición. Con seguridad esta misma situación se debe estar presentando en otras áreas petroleras del páis.
¿Qué hacía Rafael Ramírez mientras se cometía el delito?
Si nos atenemos a que el ilícito se viene cometiendo al menos desde hace un año, podríamos concluir rápidamente que durante los meses de mayo y junio del año 2009, el súper Ministro Ramírez, se dedicaba cual político en campaña electoral, a recorrer las plantas para atemorizar a los trabajadores diciendo sin ningún escrúpulo que su administración no estaba dispuesta a tolerar la negociación del contrato petrolero, ni permitiría que se realizaran elecciones sindicales libres, democráticas y soberanas.
¡¡Qué casualidad!! El ministro anti-obrero y anti-sindical, durante mayo y junio de 2009 miraba para otro lado tratando de distraer la atención pública, polarizando a los trabajadores y chantajeándolos, mientras sus allegados cometían el más criminal de todos los ilícitos que puede cometer un ser humano: dejar que la comida se pudra, mientras millones de personas se acuestan muchas veces sin desayunar, almorzar o cenar.
Pero no sólo eso. Hace 9 meses, coincidiendo con las elecciones sindicales de octubre del 2009, PDVSA autorizó el pago de 1,3 millardos de dólares para cubrir las faraónicas compras, sin que el ministro se enterara, ni se tomara la molestia de investigar cuál sería el destino final de este cuantioso fraude.
Si atamos cabos, podemos concluir que una parte de esos dineros eran para el ilícito de las importaciones ilimitadas de alimentos, pero otra buena cantidad se destinaba para garantizar la costosa campaña electoral de la fórmula pro-patronal de Wills Rangel, Argenis Oliveros y Eudis Girot, que incluyó tapizar con coloridos banderines y pendones de la plancha 7, los 85 kilómetros de la autopista inter-comunal que recorre la Costa Oriental del Lago, cubrir los gastos de transporte aéreo de los candidatos y subvencionar los gastos de una flotilla de lanchas para transportar personal desde altamar a tierra para obligarlos a votar por la burocracia sindical roja-rojita.
Este desfalco de más de un millardo de dólares a las finanzas de PDVSA, explica porqué Ramírez argumentaba que no había presu-puesto para atender las demandas y el bienestar de 90 mil petroleros que esperaban el inicio de la negociación del nuevo contrato.
Los trabajadores estamos pagando la podredumbre
El resto es fácil imaginárselo. Con tanto robo a las finanzas de PDVSA, comida extraviada por caminos verdes de minoristas y mayoristas, y de burócratas buchones ansiosos de ampliar sus rique-zas, el superministro Ramírez y el gobierno nacional recurrieron al camino más fácil: castigar el bolsillo, la salud, la vivienda, la educación y el bienestar de los 90 mil trabajadores vinculados a la industria y sus familias, para cubrir el ilícito.
El “torniquete chino” de Rafael Ramírez estranguló el contrato colectivo, firmado entre gallos y medias noches con la burocracia sindical roja-rojita el mismo día en que se decretó por parte del Ejecutivo la devaluación de la moneda nacional. Así las cosas. los petroleros y los empleados públicos estamos pagando con nuestro sacrificio, el súper-guiso de 120 mil toneladas de alimentos podridos y el desfalco millonario de las finanzas de PDVSA.
Que Ramírez se “desincorpore” y se abra la investigación
Por si fuera poco, ahora Rafael Ramírez, de manera cínica pretende atacar a los dirigentes sindicales que no nos doblegamos y que estamos exigiendo una severa investigación para castigar a los responsables materiales e intelectuales de este crimen de lesa huma-nidad. Investigación que por supuesto no puede estar en manos de la Procuraduría, la Fiscalía y otros entes de control público que se arropan con la misma cobija. Esa investigación le corresponde a los trabajadores de base y a las comunidades organizadas en forma independiente y autónoma.
Rafael Ramírez se esfuerza por desviar la atención intentando chantajear a nuestro compañero y dirigente José Bodas para que se auto-desincorpore de PDVSA por ser candidato a diputado nacional y la misma medicina se está aplicando al compañero Robert Gonzá-lez en El Palito a quien le han prohibido el ingreso a la refinería. no le pagan la TEA y no tiene acceso a los servicios médicos para su familia.
Ramírez sabe que los integrantes de C-CURA y los militantes de la Unidad Socialista de Izquierda (USI), utilizaremos el escenario electoral para defender los derechos de los trabajadores y para dar la batalla reclamando el castigo ejemplar a los burócratas y sus acólitos responsables de la corrupción, la comida podrida y el desconocimiento a los derechos contractuales de los petroleros.
Estamos en pie de lucha y creemos que el 26 de septiembre es una excelente oportunidad para castigar a los responsables de la infamia de la comida podrida, para darle una lección ejemplar a los traidores sindicales y a los líderes burocráticos de su partido político de cabecera y sobre todo para denunciar la altísima cuota de responsabilidad del ministro Ramírez, quien debe colocar su cargo a la orden y se abra la investigación.
Ramírez y su gente, son los responsables de la violación de los derechos de los trabajdores; del deterioro de la industria petrolera; de la corrupción y el nepotismo; de la crisis eléctrica nacional que nos tiene a media luz; de la entrega de la Faja Petrolera del Orinoco a las multinacionales; y de los alimentos podridos.
El 26 de septiembre es la fecha para ajustar cuentas y ese es el propósito de nuestros dirigentes José Bodas, Iván Freites, Robert González, Fran Luna, Luis Díaz, Héctor Rincón y Juan Martínez, quienes se han postulado como candidatos a diputados para la Asamblea Nacional, para seguir en ese terreno también la batalla política contra los sindicaleros estafadores y contra el gobierno que pervierte las banderas del socialismo revolucionario y enloda en el fango de la corrupción y la negligencia, la principal industria del país. No permitamos que la industria se hunda como sucedio con la plataforma gasífera Aban Pearl.
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