Boletín ANIH (Academia Nacional de la Ingeniería y el Hábitat)
El Guaire es el gran vertedero de la ciudad, y no solo recibe las aguas servidas de toda el Área Metropolitana y los Altos Mirandinos (a las que en el Tuy se le agregan toda la descargas de los Valles del Tuy), sino también desechos químicos de muchas empresas de telas, textiles, calzados, latonería y pintura y hasta cochineras.
La zona que concentra la gran mayoría de las empresas que vierten líquidos contaminantes al Guaire está entre Las Adjuntas y Caricuao. El ambientalista Hernán Papaterra explica que aunque las grandes empresas privadas son constantemente fiscalizadas por el gobierno y obligadas a tener una planta de tratamiento, en las subcuencas del sector, como las de Mamera o Carapita, hay decenas de empresas que están en zonas marginales a donde nunca llegan inspectores del Ministerio de Ambiente. Afirma que además las empresas estatales que trabajan en las márgenes del río no son fiscalizadas como deberían serlo.
Así, el río termina recibiendo lodos de depuradora textil, aceites usados, trapos textiles contaminados con químicos, residuos de disolventes, hipoclorito sódico, peróxidos para oxidar colorantes sulfurosos y pastas de estampado, entre otros.
El doctor Félix Oletta, anterior ministro de salud, advierte que todo el estuario de Barlovento está en peligro, y no solo Paparo (donde desemboca el Tuy) pues muchos de estos agentes que se vierten al río son cancerígenos. Explica que históricamente las descargas de aguas servidas en el Guaire se realizaron de forma improvisada mientras la ciudad crecía, y los colectores construidos en las áreas más modernas (como Chacao) quedaron discontinuos, a pesar de que el colector marginal del río, que corre a lo largo de todo su cauce, fue construido entre los años cincuenta y noventa. "Son obras difíciles porque habría que construir cloacas en avenidas y calles que están ya densificadas de servicios públicos, y como la conducción de un colector de cloacas funciona por gravedad, necesita de un lineamiento muy definido que no se puede evitar.
El saneamiento del Guaire es una deuda que debería saldarse a la brevedad: Evelyn Pallota, directora de Ambiente de Miranda, explica que el problema debe atacarse en la fuente, pues cuando las aguas llegan a Paparo están tan contaminadas que ya no hay tratamiento posible. En agosto de 2013 el Ministerio del Ambiente realizó un llamado a preselección de contratistas para la ejecución de 17 obras hidráulicas y sanitarias para la cuenca del río Valle (afluente del Guaire) y para Los Teques y Carrizal. Aunque los trabajos se enmarcan en la fase III del plan, no se llevarán a cabo en las zonas más urbanizadas. Y para un ingeniero cercano al proyecto las obras que Caracas amerita son de gran afectación.
[Tomado del boletín electrónico NOT-ING 3-248, editado por la ANIH y difundido el 10/3/2014.]
El Guaire es el gran vertedero de la ciudad, y no solo recibe las aguas servidas de toda el Área Metropolitana y los Altos Mirandinos (a las que en el Tuy se le agregan toda la descargas de los Valles del Tuy), sino también desechos químicos de muchas empresas de telas, textiles, calzados, latonería y pintura y hasta cochineras.
La zona que concentra la gran mayoría de las empresas que vierten líquidos contaminantes al Guaire está entre Las Adjuntas y Caricuao. El ambientalista Hernán Papaterra explica que aunque las grandes empresas privadas son constantemente fiscalizadas por el gobierno y obligadas a tener una planta de tratamiento, en las subcuencas del sector, como las de Mamera o Carapita, hay decenas de empresas que están en zonas marginales a donde nunca llegan inspectores del Ministerio de Ambiente. Afirma que además las empresas estatales que trabajan en las márgenes del río no son fiscalizadas como deberían serlo.
Así, el río termina recibiendo lodos de depuradora textil, aceites usados, trapos textiles contaminados con químicos, residuos de disolventes, hipoclorito sódico, peróxidos para oxidar colorantes sulfurosos y pastas de estampado, entre otros.
El doctor Félix Oletta, anterior ministro de salud, advierte que todo el estuario de Barlovento está en peligro, y no solo Paparo (donde desemboca el Tuy) pues muchos de estos agentes que se vierten al río son cancerígenos. Explica que históricamente las descargas de aguas servidas en el Guaire se realizaron de forma improvisada mientras la ciudad crecía, y los colectores construidos en las áreas más modernas (como Chacao) quedaron discontinuos, a pesar de que el colector marginal del río, que corre a lo largo de todo su cauce, fue construido entre los años cincuenta y noventa. "Son obras difíciles porque habría que construir cloacas en avenidas y calles que están ya densificadas de servicios públicos, y como la conducción de un colector de cloacas funciona por gravedad, necesita de un lineamiento muy definido que no se puede evitar.
El saneamiento del Guaire es una deuda que debería saldarse a la brevedad: Evelyn Pallota, directora de Ambiente de Miranda, explica que el problema debe atacarse en la fuente, pues cuando las aguas llegan a Paparo están tan contaminadas que ya no hay tratamiento posible. En agosto de 2013 el Ministerio del Ambiente realizó un llamado a preselección de contratistas para la ejecución de 17 obras hidráulicas y sanitarias para la cuenca del río Valle (afluente del Guaire) y para Los Teques y Carrizal. Aunque los trabajos se enmarcan en la fase III del plan, no se llevarán a cabo en las zonas más urbanizadas. Y para un ingeniero cercano al proyecto las obras que Caracas amerita son de gran afectación.
[Tomado del boletín electrónico NOT-ING 3-248, editado por la ANIH y difundido el 10/3/2014.]
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