Redacción
Estuvimos conversando con un trabajador del Sistema Urbano de Procesamiento, Recolección y Aseo de Caracas (Supra Caracas), quien por la razón obvia de protegerse de eventuales represalias guarda el anonimato. Nos dice que a pesar de los repetidos e ilusionados llamados que algunos de sus compañeros le han hecho al Presidente Nicolás Maduro, no se atienden sus reiteradas denuncias por la mala gestión del alcalde Jorge Rodríguez y el grupo que puso a cargo en esta empresa.
Estuvimos conversando con un trabajador del Sistema Urbano de Procesamiento, Recolección y Aseo de Caracas (Supra Caracas), quien por la razón obvia de protegerse de eventuales represalias guarda el anonimato. Nos dice que a pesar de los repetidos e ilusionados llamados que algunos de sus compañeros le han hecho al Presidente Nicolás Maduro, no se atienden sus reiteradas denuncias por la mala gestión del alcalde Jorge Rodríguez y el grupo que puso a cargo en esta empresa.
Afirma que la corrupción y la conchupancia se han adueñado de la empresa: "Mala gestión es lo que hay en estos momentos en Supra-Caracas y me pregunto, ¿En dónde está el control y la vigilancia contra los fraudes y el mal manejo? ¿Por qué la Gerencia General delega responsabilidades en un personal que se autodenomina Sindicato SIRTRASUPRA manejado por la familia Tovar, quienes cobran sin trabajar y mantienen un monopolio en la empresa conjuntamente con el Gerente General Raúl Acosta y su grupo de compinches de la Corporación de Servicios Municipales, quienes cobran beneficios por ambos entes?..."
Nos cuenta que el fulano sindicato fue creado por la patronal para intentar callar a los trabajadores que estan hartos de tanta impunidad en una empresa del Estado, afirmando lo siguiente: "SIRTRASUPRA quiere llevar el control de todo, ¿como puede funcionar una empresa del Estado que presta servicio de recolección de aseo en toda la ciudad bajo la prepotencia y el descontrol de quienes la presiden?; solo funcionan aproximadamente 52 Unidades, de una flota de (157) que era la original cuando inició esta empresa, a esto se suma un total de 1050 trabajadores que quedan sin prestar servicio los cuales en reiteradas oportunidades han manifestado su necesidad de seguir laborando efectivamente, en el funcionamiento de la Empresa"
Informa el declarante que existen aproximadamente 250 Trabajadores en condiciones de incapacidad y algunos tienen 80 años de edad. Por lo que se pregunta: "¿Qué ha sucedido con los recursos, para los mantenimientos preventivos, reparación y puesta en marcha de las unidades dañadas?. Actualmente las sedes de La Yaguara , Artigas y Las Mayas se encuentran repletas de unidades que fueron desvalijadas y aún siguen así, por la mala gestión que nos dirige, la cual no se ha preocupado por mantener una flota mínima para cubrir los puntos de recolección en toda la ciudad, ¿ Se puede mantener toas las zonas de Caracas limpias con esa cantidad de unidades? Seguro que no, hay quienes quieren dar su grano de arena para mejorar, desmontar la corrupción en dicha empresa, como por ejemplo en los pagos, y son destituidos, ya que no se prestan para este tipo de corrupciones y les piden el cargo. ¿Cómo es posible que tienen más poder de decisión el personal del llamado sindicato de los Tovar, que los mismos gerentes, ellos interfieren en los departamentos y toman decisiones sin conocimiento alguno, con prepotencia, con el apoyo del gerente general, arremetiendo contra el personal administrativo y obrero hasta llegar a la agresión física, hay atropellos, persecuciones"
Finaliza así el trabajador: "¿Qué ha pasado con la deuda del I.V.S.S., la Ley de Política Habitacional, y con el pago incompleto de los uniformes? ¿Qué ha pasado con la Viviendas, las promesas de bolsas del Clap cada tres semanas, y con los operativos de Mi Casa Bien Equipada? Todo eso fue prometido en acta-compromiso firmada por el Alcalde Rodríguez. Se siguen pidiendo partidas extras y siguen las deudas. Hay oportunistas que se llevan los recursos y siguen en sus altos cargos, esos recursos que deberían ser para mejorar la situación de SUPRA-Caracas. Por supuesto, ni Maduiro ni Rodríguez quieren darse cuenta que el gasto no está en los trabajadores, sino en la mala y nefasta gestión a la cuales no se les hace seguimiento, control, auditoría ni contraloría".
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