sábado, 20 de febrero de 2016
Opinión: Paquetazo fachobolivariano
J.R. López Padrino
El analfabeta de Miraflores ha venido aplicando gradualmente un paquetazo neoliberal con retórica socialista, a fin de aliviar coyunturalmente la profunda crisis económica que afecta al país. Por ello no ha sido ninguna sorpresa los anuncios fondo monetaristas del pasado 17 de Febrero. Medidas que se han aprobado dada la emergencia económica, después de que este mismo personaje hubiese negado una y mil veces la existencia de crisis alguna y que su antecesor, el ya fallecido comandante insepulto, afirmara en cadena nacional (24-9-2008) que la economía venezolana estaba totalmente blindada ante cualquier crisis gracias a "las sabias y previsivas políticas" que su régimen había adoptado. Sin embargo, la dura realidad económica del país se ha encargado de desmentir las afirmaciones Goebbelianas del régimen y sus acólitos.
La magnitud exacta de la crisis aún no la conocemos. El régimen se ha mostrado reacio en darla a conocer, de allí la negativa de sus ministros de comparecer ante la Asamblea Nacional. Sin embargo lo que si sabemos es que las medidas adoptadas de impronta fondo monetarista no resolverán la crisis, sino la agravaran. El “madurazo” contempla: i) un incremento del precio de la gasolina, la de 91 octanos pasa a costar Bs. 1 (incremento del 1.328%) y la de 95 octanos a Bs. 6 (incremento del 6.085%), ii) un aumento del valor de la unidad tributaria iii) una nueva devaluación de la moneda, así el dólar de 6,30 bolívares pasa a 10 bolívares, y el Simadi lo transformó en un sistema complementario flotante, lo cual le permitirá al régimen futuras devaluaciones para incrementar la cantidad de bolívares que recibe por la venta de dólares, con el fin de corregir el creciente déficit fiscal.
A fin de minimizar el costo político de las medidas, enmascarando su carácter neoliberal, se anuncia un aumento del sueldo mínimo y de las pensiones del 20% y de 2,5% en la base de cálculo del cestaticket, y se extiende la estabilidad laboral hasta al año 2018. Aumento salarial pírrico que no compensa una inflación anualizada cercana al 200% (la más alta del mundo) y además excluyente pues solo tiene incidencia en un sector de la fuerza laboral. En cuanto a la cacareada estabilidad laboral, la misma no es más que una quimera, ya que el régimen sigue despidiendo a trabajadores de la administración pública en retaliación por su derrota del 6D.
A pesar del malabarismo ideológico, queda claro que la “revolución” y el “socialismo” no son más que imposturas, engaños, pretextos para justificar la imposición de un Capitalismo de Estado salvaje, la concentración del poder, la militarización del país y la sumisión del individuo a un proyecto personalista de bases fascistas.
Estas nuevas medidas económicas necesariamente generarán una mayor inflación, lo cual incidirá negativamente en el poder adquisitivo de los ya maltrechos salarios, y así como también un mayor empobrecimiento de todos los venezolanos. Lamentablemente el régimen en lugar de rectificar sus desacertadas políticas económicas que han conducido a la ruina del aparato productivo nacional, a un profundo desabastecimiento de alimentos y medicamentos, a un irresponsable endeudamiento interno y externo, a una caótica situación financiera de Pdvsa (convenios Petrocaribe y ALBA), y al quiebre de las empresas de Guayana, se empeña en seguir insistiendo en su degastado libreto de la guerra económica y en la creación de estados mayores, comandos y comanditos.
Sigue siendo inexplicable que individualidades y organizaciones que se dicen ser de izquierda (PCV y compañía) sigan justificando a esta barbarie facha, que en nombre de una revolución inexistente, impone un paquete hambreador fondomonetarista con envoltura de celofán bolivariano.
Hoy Nicolás y su logia cívico-militar, le piden al pueblo, parafraseando a Adolf Hitler en sus días finales, “fe y confianza en su liderazgo”, después de haber malgastado la mayor bonanza petrolera de nuestra historia, arruinado e hipotecado al país, y engañado a los más necesitados.
En resumen, estamos ante la presencia de un doloroso paquetazo al mejor estilo fondo monetarista cuya carga fundamental recaerá en el bolsillo de los asalariados, de los más necesitados. Maduro y su grupete sigue sin entender que una cosa es sermonear y engañar a sus eunucos partidarios y otra muy distinta es gobernar a un país.