viernes, 6 de marzo de 2020

Al menos el 43 % de las lenguas habladas en el mundo en peligro de extinción



Redacción (basado en reportes informativos)

Preservar las lenguas es indispensable ya que, actualmente, al menos el 43% de las 6.000 lenguas que se estima se hablan en el mundo están en peligro de extinción y se calcula  que cada dos semanas desaparece una lengua que se lleva consigo todo un patrimonio cultural e intelectual.

En favor de su conservación, diversa voces e instituciones han instado a resguardar todas las lenguas, dado que son un componente esencial para transmitir  y preservar los conocimientos y las culturas tradicionales de manera sostenible y de la educación de calidad, que es la base para empoderar a las mujeres, a los hombres y a sus sociedades.


La idea de celebrar el Día Internacional de la Lengua Materna el 21 de febrero fue una iniciativa aprobado en la Conferencia General de la Unesco de 1999 y tal conmemoración debem destacar la importancia de la diversidad cultural y lingüística para las sociedades sostenibles en el entendido de que es posible la convivencia entre diferentes culturas e idiomas en un marco de tolerancia y respeto de los demás.

La diversidad lingüística se encuentra cada vez más amenazada con un mayor número de lenguas que desaparecen. Cada dos semanas, como promedio, una lengua desaparece, llevándose con su desaparición todo un patrimonio cultural e intelectual. No obstante, gracias a la comprensión de la importancia que tienen las lenguas maternas, se han alcanzado logros en materia de educación plurilingüe basada en éstas, en particular desde los primeros estudios y el compromiso cada vez mayor de que evolucionen en la esfera pública.

Las sociedades multilingües y multiculturales existen a través de sus lenguas, que transmiten y preservan los conocimientos y las culturas tradicionales de manera sostenible.

Para el caso de Venezuela, reproducimos a continuación parte de un post publicado por el Blog de El Libertario donde la periodista Zaida García alerta sobre el problema en nuestro ámbito:

34 lenguas indígenas venezolanas están en peligro de desaparecer

A pesar del amplio marco jurídico que se supone debe proteger las culturas indígenas de Venezuela, se continúan perdiendo nuestras lenguas aborígenes. Con cada hablante que muere sin transmitir su lengua, muere un poco este patrimonio cultural. Cada día se observa cómo se va perdiendo la diversidad lingüística en todo el mundo. Las lenguas dominantes van desplazando a las de los grupos culturales minoritarios, lo cual las pone en peligro. Actualmente alrededor del 96 % de las lenguas en el mundo son habladas por el 3 % de los habitantes del mundo. Según los cálculos de la UNESCO, cerca del 90 % de todas las lenguas podrían ser sustituidas por lenguas dominantes de aquí a finales del siglo XXI (UNESCO, 2003).

La población indígena en Venezuela se encuentra alrededor de los 700 000 habitantes, esto representa aproximadamente el 2.7 % de la población total del país y la mayoría se encuentra en los estados Zulia, Bolívar y Amazonas (INE, 2011). Según la antropóloga María Eugenia Villalón (2011) Venezuela, “… alberga la mayor variedad y el mayor número de hablantes de lenguas caribes del continente y podría considerarse el epicentro de este tronco lingüístico”. Si los cálculos de la UNESCO se cumplen, a finales de este siglo quedarán muy pocas personas que hablen esas lenguas.

En Venezuela, lamentablemente existe un “serio peligro de erosión y pérdida de elementos valiosos del acervo lingüístico y etnocultural en general, a causa del acelerado proceso de penetración y absorción de elementos no tradicionales en la mayoría de las etnias indígenas del país” (Mosonyi, 2007, p. 139). En el Atlas de la UNESCO de las lenguas del mundo en peligro se encuentran registradas 34 lenguas venezolanas en peligro.

¿Cuándo una lengua se encuentra en peligro? Hay varios indicadores que nos advierten del debilitamiento de las lenguas: cuando los hablantes dejan de utilizarla, cuando se usa en espacios reducidos de comunicación como la casa o reuniones de los grupos indígenas, y cuando se deja de transmitir a las siguientes generaciones. Para Villalón (2011) hay dos factores relevantes que contribuyen a la pérdida de las lenguas indígenas: el primero es la expansión de la cultura urbana, y con ella la consolidación del español como lengua dominante. Esto conllevó a una desvalorización histórica de las lenguas indígenas y altos niveles de vergüenza étnica, especialmente entre los jóvenes. Y trajo como consecuencia el desplazamiento de los grupos indígenas de sus hábitats tradicionales hacia las periferias de las ciudades o del territorio nacional, el deterioro de su salud, de la educación y las condiciones de vida. El segundo factor es la escolarización de la población infantil y juvenil indígena en español. Adicionalmente, los adultos participan en programas de inclusión social que han sido diseñados sin ninguna especificidad hacia los pueblos indígenas.

A este panorama se le añade el tener que convivir en medio de grandes intereses económicos y políticos como lo son el Arco Minero del Orinoco, grupos armados delictivos, contrabando, guerrilla, minería ilegal, entre otros. Todos estos factores contribuyen a que las lenguas corran el peligro de desaparecer y con ellas un trozo de nuestras culturas, una parte de lo que somos hoy. Por tales razones, a pesar del fortalecimiento del marco jurídico y la creación de instancias gubernamentales para atender la población indígena en Venezuela, los resultados no son nada alentadores.

Por ello hay que crear mecanismos de protección que tengan una incidencia efectiva frente a esta situación. La declaratoria de patrimonio cultural de las lenguas indígenas por sí misma no puede obligar a una persona a que hable una lengua; pero sí puede dar sustento para la creación de planes y programas que promuevan la valoración y respeto de las mismas, aunado a otros mecanismos de protección.

Dentro del patrimonio cultural venezolano, las lenguas indígenas son muy importantes por la expresión de las visiones, creencias y concepciones de vida de nuestras culturas originarias y sus procesos culturales hasta la actualidad. Estas lenguas guardan múltiples saberes que se fueron construyendo a partir de la convivencia con los territorios, la diversidad biológica a lo largo del tiempo y sus propias dinámicas sociales. Pero también es un sistema vivo que se transforma con el devenir de cada generación y se enfrenta a los cambios ambientales y sociales del entorno. Esta valoración es ratificada por muchos investigadores, como el antropólogo Esteban Emilio Mosonyi, quien señala que las lenguas indígenas de Venezuela y de América no son tan solo parte del pasado, sino una realidad viviente, un patrimonio valioso capaz de sobrevivir y aun de fortalecerse (Citado por Oquendo, 2011: 104).

Ante la agonía de muchas lenguas originarias, ¿qué podemos hacer? Lo primero: valorar las lenguas indígenas como bienes patrimoniales representativos de nuestra cultura. Esto implica reconocer los grupos indígenas como parte de mi diversidad cultural. Un segundo aspecto, es que la sociedad civil, a través de sus múltiples actores, fortalezca los procesos de formación ciudadana para la convivencia, el respeto y la tolerancia. Queda claro que las lenguas indígenas son un patrimonio cultural de los venezolanos; que su valoración y protección son un deber no solo del Estado, sino de la sociedad como un todo. Simultáneamente es un derecho humano de los pueblos indígenas hablar su lengua libremente y es un derecho de los venezolanos conocer, valorar y disfrutar nuestros patrimonios culturales.

Los idiomas o lenguas son más que la suma de palabras o el hecho de comunicar una idea; estos encierran la manera como los miembros de una comunidad o país perciben la realidad, expresan su cultura y la sabiduría acumulada durante siglos. “Yo hablo mi lengua favorita porque eso es quien soy. Enseñamos a nuestros hijos nuestra lengua favorita, porque queremos que sepan quiénes son» (Christine Johnson, anciana Tohono O’odham, American Indian Language Development Institute, 2002. Citado por UNESCO, 2003).

Desde el nacimiento de un niño los padres, familiares, amigos y vecinos hacen grandes esfuerzos para enseñarle la lengua de sus antepasados. Para ello le hablamos, cantamos, contamos cuentos y leyendas, le enseñamos los conocimientos y tradiciones que dibujan nuestra cultura, les decimos quiénes fuimos y quiénes somos. Esto presupone el uso de la lengua como una herramienta vital para el desarrollo de su vida personal y social. Pero lo más relevante es que la vitalidad de la lengua proporcionará los pilares culturales de una persona, dándole sentido de pertenencia, orgullo, autoestima, apropiación, valores, entre otros. Por ello, la lengua es una herencia, es uno de los primeros patrimonios culturales que recibimos, la primera señal de identidad cultural.

[Post redactado en base a informaciones publicadas en http://revistasic.gumilla.org/2020/al-menos-el-43-en-peligro-de-extincion/ y en http://periodicoellibertario.blogspot.co
lm/2019/04/34-lenguas-indigenas-venezolanas-estan.html.]

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nos interesa el debate, la confrontación de ideas y el disenso. Pero si tu comentario es sólo para descalificaciones sin argumentos, o mentiras falaces, no será publicado. Hay muchos sitios del gobierno venezolano donde gustosa y rápidamente publican ese tipo de comunicaciones.