viernes, 18 de enero de 2019

Castrismo: 60 años de frustración en Cuba



Humberto Decarli

El primer día del presente año secumplió sesenta años de la toma del poder por los barbudos en La Habana. Un ejército guerrillero venció al regular y defenestró al antiguo sargento Fulgencio Batista quien al inicio del año 1959 hizo mutis de la antilla mayor rumbo a un exilio dorado del cual jamás regresó. Fue reemplazado por un gobierno heterogéneo donde convivían posturas socialdemócratas, marxistas, conservadoras y nacionalistas, pronto decantado por quienes ganaron la guerra y poseían realmente el poder, Fidel Castro y el Movimiento 26 de julio.


Antecedentes del castrismo

La nación insular del Caribe había conocido la democracia delegativaen la cual fue presidente el mismo Batista así como Grau San Martín y PríoSocarrás. A pesar de haber tenido una relativa estabilidad económica había una ingente desigualdad, factor determinante en el dominio de los Castros sobre la situación política cubana desde incluso la frustrada toma del cuartel Moncada en el oriente del país. Existía también una honorabilidad política frente al militarismo desbocado. Me refiero al último “aldabonazo” ejecutado por el líder el partido ortodoxo, Eduardo Chibás, al suicidarse en un programa radial en vivo en protesta contra la corrupción. El Partido Socialista Popular, el comunista, tuvo posiciones bien pragmáticas hasta con las administraciones castrenses en la isla de la cual formó parte.

El régimen batistiano incursionó en una profunda descomposición al igual que el de sus pares vecinos, Françoise Duvalier en Haití y “Chapita” Trujillo en República Dominicana. Eran  de esencia militarista, reaccionarios, anticomunistas y por encima de todo, impregnados de una infinita crueldad apoyados por Washington en su labor de defensa de sus intereses occidentales en el hemisferio.

La aventura del Gramma
 
Los revolucionarios recibieron del gobierno una amnistía y se fueron para México, donde Fidel Castro comenzó a organizar una invasión al caimán del Caribe. Conoció a Ernesto “Che” Guevara recién llegado al país azteca luego del derrocamiento del Jacobo Arbenz en Guatemala donde residía. Esos preparativos dieron frutos y se lanzaron hacia Cuba, con el yate llamado Gramma, donde fueron recibidos por fuego a discreción. Los sobrevivientes del desembarco se internaron en la Sierra Maestra y desde allí comenzaron a operar con la simpatía del campesinado, muy empobrecido en una nación eminentemente rural.
 
Desarrollaron la guerra irregular, se expandieron hacia la Sierra de Escambray a donde fue en avanzada el “Che” Guevara y desde allí se produjo la batalla de Santa Clara, lugar donde fueron derrotadas las tropas gubernamentales ocasionando la huida del dictador.

La toma del poder

Al llegar a La Habana se formó inmediatamente un gabinete abigarrado con diferentes tendencias y con un presidente nominal, Manuel Urrutia y un premier, José Miró Cardona. Fue apoyado por los factores de poder internacional al ver cómo habían derrocado a un tirano.Sin embargo, su relación con Estados Unidos fue difícil y terminó empujado hacia el bloque socialista quien lo recibió por su posición geopolítica espectacular a solo noventa millas de las costas de Florida. Si hubiese habido una pción islámica frente a los americanos seguramente se habría acercado al mundo musulmán. Lentamente se fue decantando hacia el control total del poder. El Movimiento 26 de Julio se tragó al Directorio Revolucionario y al Partido Socialista Popular y formaron las Organizaciones Revolucionarias Integradas (O.R.I.), denominado después el Partido Unido de la Revolución Socialista de Cuba (P.U.R.S.C.) y a la postre su verdadero nombre, Partido Comunista Cubano.

La sospechosa muerte de Camilo Cienfuegos (asesinado según la opinión del intelectual de izquierda Carlos Franqui) y las depuraciones como las de Huber Matos y Eloy Gutiérrez Menoyo, consolidaron el viejo liderazgo de los barbudos, vale decir, a los hermanos Castro, Carlos Rafael Rodríguez, Oswaldo Dorticós, Ramiro Valdés, Raúl Roa, Ricardo Alarcón y Ramón Machado. Sorprendió con los niveles organizativos a Anastas Mikoyan, a la sazón vice primer ministro soviético, en su visita a Cuba en 1962. Asimismo, tuvo el apoyo de la intelectualidad de izquierda mundial que veía a La Habana como una opción socialista diferente. Gabriel García Márquez, Mario Vargas Llosa, Jean Paul Sartre, Julio Cortázar, José Saramago, Simone de Beauvior, Ernesto Cardenal, Sergio Ramírez, entre muchos otros, siempre apuntalaron al régimen cubano celebrando un presunto cambio de rumbo social.

Una vez consolidados luego de la derrota de Bahía de Cochinos y de la crisis de cohetes en la cual Washington se comprometió a no invadir ni perturbar más a la isla, tornó su bitácora en iniciativas de autonomía dentro del campo socialista. Así, crearon la OSPAAL y la Tricontinental para coordinar las luchas guerrilleras en África, Asia y América Latina amén de la intervención en varios países africanos por encargo soviético. El ejército antillano estuvo en Mozambique, Etiopía, Burkina Faso y sobre todo en Angola, país petrolero, donde en la larga batalla de Cuito Cuanavale  obligó a un acuerdo con Suráfrica quien se retiró de esa nación y permitió la independencia de Namibia. Aconteció también el mutis del “Che” Guevara y su suicidio en Bolivia y el fusilamiento del general Ochoa con unas acusaciones infundadas para colorear una purga en el mejor estilo estalinista. El subsidio soviético mantuvo a Cuba hasta llegar a la implosión de la Unión Soviética y la presencia del llamado período especial cuando el comercio internacional cubano descendió en tres cuartas partes.

El período especial


La grave crisis económica y financiera de la Unión Soviética llevó a Mijail Gorbachov a activar la Perestroika y el Glasnot para poder subsistir en el contexto de un desastre en esos ámbitos. Una de las consecuencias de este estremecimiento fue descargar los pesados fardos de un imperio y uno de ellos fue Cuba. Llegó a su fin el intercambio de petróleo soviético por azúcar caribeña en igualdad de valor cuando era desequilibrado pero por motivos geopolíticos Moscú mantenía ese financiamiento aprovechado por el gobierno cubano para sostener su débil economía.

El lapso inmediato fue de terror. Tanto fue así que hubo unas protestas airadas en el malecón de La Habana confrontadas directa y personalmente por Fidel Castro con el prestigio que todavía le quedaba.No obstante, surgió como un premio de lotería el liderazgo de Hugo Chávez en Venezuela quien después fue electo presidente y estableció un auxilio amplio a la gestión castrista logrando reemplazar con creces a los rusos, con petróleo y un flujo financiero inauditable. La naturaleza parásita de la economía cubana se manifestaba nuevamente ahora con un socio inesperado.

Relativa recuperación económica y política isleña

Con el financiamiento venezolano, además de la estabilización económica implícita, se reorientó la política cubana hacia la región. Derrotada la insurrección guerrillera se dirigieron hacia la lucha legal y las alianzas con los militares latinoamericanos. Se formó el Foro de Sao Paolo en el cual se plantaron los principios operativos de la izquierda continental cuya punta de lanza era Cuba y el sostén financiero Venezuela. El cénit de su nueva fachada se vio consolidada cuando en un acuerdo con el Papa y el premier canadiense Trudeau, hubo un avenimiento con la administración Obama y se restablecieron las relaciones diplomáticas y parcialmente las económicas y comerciales con los Estados Unidos. Fuera del bloque comunista por su desintegración Cuba quedaba con sus aliados del hemisferio y actuaba con criterio propio seguido por los demás aliados (Venezuela, Nicaragua, Ecuador, Bolivia, Surinam, El Salvador, Brasil, Argentina, Chile y Uruguay). Formó una alianza aparentemente sólida que progresivamente se vio eclipsada por la ineficacia y la corrupción.

Su máximo caudillo falleció pero dejó intacto un Estado formidable en cuanto a la disciplina y control de la población aunque con la desesperanza de perder a Venezuela como fuente debido a que su descomposición impide la subvención de la economía. Además, varios de sus aliados han perdido las elecciones o están detenidos sus dirigentes por delitos contra la cosa pública.

Una evaluación a sesenta años de la toma del poder

Podemos hacer una valoración de los alcances de esta fementida revolución. Para ello lo segmentamos en varios aspectos a saber:
1. Económico. La actual coyuntura indica la pretensión de los gobernantes cubanos de acudir al capitalismo salvaje como lo demuestra la Zona Económica Especial en Mariel donde ofrecen costos muy bajos, incluyendo trabajo esclavo, para atraer a las transnacionales. Sus exportaciones son las tradicionales: azúcar, tabaco, níquel, ron y productos de la salud pero los aproximadamente cien mil barriles diarios de petróleo de Venezuela a cambio de servicios médicos, deportivos y policiales y la prestación de salud a través de médicos a África y América Latina, son sus principales rubros de entrada de divisas. Tiene una balanza comercial negativa por lo inmenso de sus importaciones y su economía es primaria dado el poco valor agregado de sus productosal no haber empleado exitosamente los excedentes otorgados por los soviéticos y venezolanos.
Los intentos de diversificar las actividades productivas e incursionar en las del futuro se han frustrado porque las inversiones en biotecnología se redujeron considerablemente y la central atómica de Juraguá fue cerrada, cuyo director, el físico Fidel Castro Díaz Balart, se “suicidó” posteriormente.
2. En el nivel político se ha dibujado un Estado totalitario con una gran concentración de poder en manos de quince militares integrantes de la cúpula dirigente. No hay libertades democráticas, las elecciones son manipuladas, los dirigentes se eternizan en los cargos salvo las erosiones típicas de esta clase de régimen mientrasel ejército, los policías y los comités de defensa de la revolución se encargan de intimidar, persuadir y reprimir a la gente.
3. Socialmente hay una regresión por el aumento de la pobreza, la corrupción, la calidad deportiva se ha desinflado como lo demuestra la caída en los juegos olímpicos y el rol del béisbol internacionalmente y los mitos educativos y de salud se han manifestado diáfanamente.
4. La imagen de la tan aspirada revolución se ha enturbiado porque se trata de una ideología y un neo lenguaje altamente empleados para justificar una tiranía con rasgos similares a las dictaduras de izquierda y de derecha. Buscan justificar sus fracasos con un bloqueo americano realmente devenido en un embargo parcial.
5. A sesenta años de la llegada de los guerrilleros del Movimiento 26 de julio a La Habana, el balance es deficitario en muchos planos reproduciendo a todos los regímenes que aplicaron el socialismo autoritario a sus pueblos con los nefastos resultados de hambre, pobreza, carencia de incentivos materiales y morales y una descomunal desesperanza en la población al ver pasar el tiempo sin transformaciones ni soluciones. Cuba es una ficha más de la decadencia de una tesis ideológica fundada en el militarismo, la autoridad, el culto a la personalidad, la centralización absoluta del poder y un Estado policiaco garante de la estructura de dominación de la élite comunista.
 
 

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