viernes, 6 de junio de 2014

El Libertario # 73: ¡Listos para saltar a la cancha!


Redacción

A partir de hoy viernes 6/6 está accesible vía Internet (en http://t.co/QZ3IwDDD8K o en http://issuu.com/ellibertario/docs/libertario73) la nueva edición del vocero ácrata de propuestas e ideas para la acción. Aún nos falta reunir parte de lo necesario para costear la versión impresa, por lo que reiteramos el llamado a compas, amigos y colaboradores para que nos hagan llegar su aporte solidario, con el cual contamos para tener el número en la calle en un lapso no mayor de dos semanas.

El contenido de la edición va así:

- Editorial
- A veces llegan cartas…
- La Foto
- DoblePensar
- El discreto encanto de la boliburguesía
- Notas Breves
- Libertad a todos los presos por protestar
- La rebelión contra el status quo
- La MUD se hunde, ¡hagamos peso!
- Megaguiso en vivienda
- ¿Qué tal esos mil-millonario$ tras 15 años de revolución socialista?
- De la pobreza y sus estadísticas
- Terrorismo: Criminalización para ponernos “rodilla en tierra”
- El neomilitarismo en cuerpo presente
- Por la disolución de la GNB y todos los cuerpos represivos
- Hablan Gloria y Carlos, habla el Táchira
- La institucionalización del paramilitarismo
- ¿Medios alternativos? ¡se buscan!
- Sencillito: Maduro marcha de la mano del FMI
- Hay escasez, pero tenemos patria
- Entrevista con Vladimir Aguilar, del Grupo de Trabajo de Asuntos Indígenas – ULA
- Infografía: Transnacionales energéticas hoy en Venezuela
- Movimiento socio-ambiental, neo-extractivismo y “Socialismo del S. XXI”
- Entrevista con el fotógrafo Nelson Garrido
- El satélite Miranda, ¿mira y anda?
- En Brasil hay jogo bonito enfrentando al Capital y el Estado
- Correa y la campaña AntiChevron
- Cherán (México): 3 años sin partidos, sin gobierno y sin violencia
- Colombia: Militarización al servicio del extractivismo
- Primavera Libertaria en La Habana
- ¡No más armas para Latinoamérica!
- Serbia, USA, España: El malestar globalizado
- Cambiando el mundo en la sociedad red
- Infografía: Medidas de seguridad para volantear
- El anarquismo constructivo
- La Casa de la Costa
- Leer Libera
- Los mitos del sionismo en el cine
- Series: Hijos del Tercer Reich
- Reseña de discos

Como anticipo, para estimular la colaboración que nos es tan necesaria, aquí va el…

::Editorial, El Libertario # 73

La muerte de Hugo Chávez cerró un ciclo en Venezuela. Por eso, toda la conflictividad reciente debe ser entendida como parte de la turbulencia de la transición de un modelo de gobernabilidad a otro; de uno basado en la concentración de poder en una persona a un esquema de gobierno en que la dominación será realizada por una cúpula que, como toda oligarquía con intereses, deberá hacer acuerdos y negociaciones a diferentes niveles. Esta crisis terminal del modelo creado y dirigido por Hugo Chávez evidentemente tiene sus expresiones políticas, pero es en la situación económica y social donde con claridad es constatable su inviabilidad debido a la ausencia física del caudillo de Sabaneta. Desde El Libertario hemos argumentado, a partir del año 2002 por lo menos, que el proceso bolivariano a pesar de sus especificidades ha sido una continuación, y no una ruptura, de la cultura de ejercicio del poder presente en el país durante todo el siglo XX. Por ello, la crisis no es sólo del “chavismo-bolivariano”, sino en general del capitalismo rentista energético que el gobernante fallecido llevó hasta sus últimas consecuencias, en sintonía con la globalización y bajo el particular calificativo de “socialismo petrolero”.

Uno de los reconocimientos del final de un modelo concreto de dominación ha sido el anuncio por parte de Nicolás Maduro de la aplicación progresiva de un paquete de medidas económicas que, como cualquiera puede constatar, han sido sugeridas y alentadas tanto por los economistas ligados a los organismos multilaterales e internacionales como por los vinculados a la oposición y el sector empresarial privado. La única diferencia ha sido la velocidad en que los “ajustes” deben implementarse. La economía fue quebrada no sólo por su errático manejo, sino por la escandalosa corrupción amparada bajo la fidelidad política. Como reconocieron altos funcionarios 20.000 millones de dólares –que se dice rápido- fueron entregados por Cadivi (organismo estatal que maneja el tráfico de divisas extranjeras) a empresas que no existían. Y para lo único que ha servido esta denuncia es para el chantaje: Si se debilita su apoyo, los beneficiarios del festín de petrodólares serían revelados. La ostentación y la corrupción se han extendido entre los medianos y altos funcionarios públicos, quienes a estas alturas ya no dedican sus esfuerzos en “el proceso”, sino al blanqueo de capitales y la negociación de impunidad ante el inminente cambio de las circunstancias. Mientras el sector militar, con Diosdado Cabello a la cabeza, funciona como el verdadero partido de gobierno, el Ejecutivo entrega todo lo hipotecable a las transnacionales energéticas, ante la necesidad de recibir algunos dineros que extiendan más días su agonía. Y quienes pagamos con creces todos los costos de la crisis seremos los de siempre, los sobrevivientes con salario mínimo, los trabajadores cada vez más precarizados, la gran mayoría de la población del país.

No sabemos cuánto puede durar esta transición, que tendrá diferentes momentos de conflictividad,  pero desde ya advertimos sobre su desenlace. Los factores de poder la resolverán por la vía electoral, donde el chavismo a pesar de la posibilidad de perder la hegemonía del control político del país conservará importantes cuotas de poder a diferentes escalas de la arquitectura estatal. El Gran Polo Patriótico (alianza de partidos en el gobierno) y la Mesa de la Unidad Democrática (agrupamiento de la oposición socialdemócrata y de derecha), como plataformas electorales que son, acordarán unas nuevas elecciones que recompongan su maltrecha representatividad, sacrificando como responsable de los descalabros a Nicolás Maduro y algunos de sus allegados, no más.

Ante este escenario como anarquistas nuestras tareas son claras. La primera el rechazo y la denuncia de la represión estatal, garrote que hoy se usa contra algunos pero que mañana sus mecanismos, perfeccionados por el uso y “normalización”, serán utilizados contra cualquiera que proteste por sus derechos o se rebele contra el poder. La segunda es agravar la crisis de representatividad, que apenas está comenzando, contra la clase política que ha venido dirigiendo este país, tanto del chavismo como de la denominada “oposición”. Revelar los intereses comunes de ambos sectores en el mantenimiento de un modelo de dominación que necesita la desmovilización autónoma de la gente, y la subordinación de sus propias demandas y deseos a las agendas ocultas de los partidos. En tercer lugar la paciente pero imperante necesidad de la reconstrucción de un tejido social independiente, flexible y descentralizado, que permita el nacimiento de un movimiento social autónomo y beligerante, cuya expansión signifique un contrapeso a los diferentes poderes, estatales y privados, con diferentes emprendimientos que cambien, aquí y ahora, la gestión de la miseria cotidiana realizada por el madurismo y sus falsos críticos por una vida que merezca realmente ser vivida.

Después de una edición exclusivamente digital, debido a la crisis de suministro de papel en el país, volvemos al papel, intentando mantener el diálogo con todos los deseos de cambio que se expresan en la calle, tanto en las bases de lo que circunstancialmente hoy se conoce como “chavismo” y “oposición”, pero especialmente en quienes al no reconocerse bajo esas etiquetas han guardado por mucho tiempo silencio, pero ahora están articulando sus primeros “No”, la palabra que para Albert Camus identifica a los hombres, y mujeres, rebeldes.

[Para más información actualizada desde y sobre Venezuela en la óptica ácrata, ver:
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