Rubén Hernández
¿Quedan dudas a estas alturas sobre el diálogo-pacto entre el oficialismo y la MUD (Mesa de la Unidad) en Venezuela, conscientes ambos de su responsabilidad en la tremenda crisis que azota a millones de ciudadanos? Para los enchufados y tontos útiles de lado y lado no será así, pero la verdad es que se ha configurado en el país suramericano una especie de Pacto de Punto Fijo parte II, tanto para controlar la ira popular ante la grave situación socio-económica, como para garantizar un mínimo de gobernabilidad por medio de acuerdos.
¿Quedan dudas a estas alturas sobre el diálogo-pacto entre el oficialismo y la MUD (Mesa de la Unidad) en Venezuela, conscientes ambos de su responsabilidad en la tremenda crisis que azota a millones de ciudadanos? Para los enchufados y tontos útiles de lado y lado no será así, pero la verdad es que se ha configurado en el país suramericano una especie de Pacto de Punto Fijo parte II, tanto para controlar la ira popular ante la grave situación socio-económica, como para garantizar un mínimo de gobernabilidad por medio de acuerdos.
En Venezuela, salvo ciertos grupos y personajes de izquierda (la izquierda auténtica, no la enchufada al poder), no existe lo que se llama oposición política; al menos la MUD no puede considerarse tal, pues es más que evidente su silencio y complicidad respecto a buena parte de lo que ocurre. ¿Acaso la famosa MUD ha fijado posición contundente sobre estas medidas y situaciones impulsadas por el Ejecutivo nacional, que en su conjunto representan una especie de paquetazo económico, al estilo del ejecutado durante el segundo mandato de Carlos Andrés Pérez?:
1.- La brutal y sostenida liberación de precios, incluidos los de los servicios públicos (sobre todo gas y agua).
2.-La devaluación agresiva del bolívar.
3.-El desmontaje disimulado de la inamovilidad laboral y pérdida progresiva de algunos beneficios de los trabajadores.
4.- El notable endeudamiento externo, cuyo pago ha exigido grandes sacrificios sociales, y la celebración de contratos cuasi leoninos con el gran capital transnacional.
5.- La reducción drástica de los subsidios en distintos ámbitos. A estas alturas prácticamente no se consiguen alimentos subsidiados, por ejemplo, y a los centros de salud y de educación los usuarios deben llevar implementos que con anterioridad abundaban y eran gratuitos. La inversión social ha caído en picada tanto por las limitaciones financieras como por la corrupción reinante.
En vez de debatir acerca de la nacionalidad del presidente Maduro (supuestamente de origen colombiano), y de otras tonterías, ¿por qué la MUD, al control de la Asamblea Nacional, no ha discutido seriamente sobre la crisis económica, proponiendo soluciones concretas? Simple y sencillamente porque a la dizque oposición sólo le importa su cuota de poder, y sus líderes saben muy bien que no hay soluciones simples a la oscura situación venezolana. Ellos, como buenos procapitalistas, obviamente apoyaron las nefastas medidas neoliberales aplicadas por el Gobierno “revolucionario” de Maduro; nefastas pero necesarias en el contexto capitalista en que se desenvuelve la nación caribeña. Más aún, podría creerse que en medio de tan difícil panorama, los supuestos opositores están conformes con no arribar al poder nacional, sino que esperarían a que se de la transición en un ambiente social, económico y político un poco más favorable (sin descartar un Golpe de Estado, con todo y oficialistas en un rol protagónico).
De manera que la enorme crisis actual en Venezuela exigirá soluciones drásticas, pero no bastará con deslastrarse de los “socialistas” y de la “oposición” encarnada en la MUD, sino que habrá que construir entre las verdadera fuerzas progresistas de Venezuela, una nueva forma de dirigir nuestros destinos, evidentemente en un marco distinto al ofrecido por el capitalismo y el Estado burgués.
[Tomado de http://correodelcaroni.com/index.php/cdad/item/53007-nino-de-un-ano-muere-por-desnutricion-en-san-felix-a-veces-ni-desayunamos-ni-cenamos.]
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