domingo, 25 de diciembre de 2016

Debate (A): Sobre refundación de la AIT impulsada por la CNT ibérica


Amor y Rabia

I.- Más allá de la AIT (1ª parte)

* Discretamente, casi podría decirse en silencio, está teniendo lugar un acontecimiento que tendrá serias consecuencias para el futuro del Movimiento libertario internacional: la reorganización del anarcosindicalismo a nivel internacional, a iniciativa de la CNT. Siguiendo lo acordado en su XI Congreso de diciembre de 2015, la CNT ha organizado junto con la FAU alemana y la USI italiana una Conferencia Internacional de organizaciones anarquistas y anarcosindicalistas (26-27 de noviembre de 2016, Bilbao). Para conocer los objetivos de esta conferencia hemos entrevistado a integrantes del equipo de trabajo de la Secretaría de Exteriores en una conversación que pretende ir al fondo de la cuestión, sin dogmatismos ni mitos.

LA CONFERENCIA DE BILBAO Y UNA POLÍTICA DE COMUNICACIÓN DESASTROSA

- AMOR Y RABIA: Para quienes llevamos décadas en la organización es una sorpresa la decisión de la CNT de relanzar la AIT, y más aún la forma de hacerlo: se asume que es imposible cambiarla mediante un acuerdo consensuado pero, en lugar de darse de baja e intentar crear una nueva organización, se hace un llamamiento a una “refundación de la AIT” fuera de los cauces orgánicos. El cambio en la estrategia internacional de la CNT es un acuerdo tomado en el XI Congreso, pero a lo largo de casi todo un año no se ha oído nada, la información ha brillado por su ausencia.

Este silencio contrasta enormemente con la actividad informativa del Secretariado de la AIT, que emplea internet para acusar de escisionistas a la CNT, la FAU y la USI (el 90% de la militancia de la AIT), y a quienes no se informa de donde celebrará la AIT su próximo Congreso en diciembre… ¿A qué se debe esta política de comunicación, rayana con el secretismo y que hace las delicias de cualquier conspiracionista? ¿Por qué se llevan las cosas a cabo de esta forma, dando argumentos al Secretariado de la AIT para actuar contra organizaciones que forman la inmensa mayoría de la militancia de la AIT?


° Secretaría de Exteriores de CNT: Puede que esto sea el resultado de ser el blanco de la actividad única, y por tanto fácilmente frenética, del Secretariado de la AIT y de algunas de sus secciones. Por el contrario, desde CNT nos hemos resistido a entrar en la dinámica de perder el tiempo respondiendo a “trolls” en foros de Internet y hemos preferido concentrarnos en sacar adelante nuestro proyecto. De hecho, el desarrollo de los acuerdos alcanzados en el XI Congreso de la CNT en materia de la AIT y el internacionalismo ha supuesto un trabajo arduo de contacto con sindicatos de otros países, asistencia a Congresos de sindicatos hermanos como son la FAU y la USI, entre otros, así como una intensa colaboración con estas dos últimas organizaciones en esta materia.

Hemos llegado a asumir que no valía la pena robarle tiempo a las numerosas actividades constructivas de la CNT para enfangarnos en contestar acusaciones que la mayor parte de las veces no tienen más fundamento que el generar un ruido suficiente como para que se pierda la perspectiva de lo que está pasando, y la lógica pase a un segundo plano. Esto no es de ahora, un montón de cosas que se han estado haciendo en los últimos años y se han hecho visibles han sido difamadas y rodeadas de mentiras, respondiendo a una actitud determinada de algunas de las secciones de la AIT y de su secretariado. De hecho, buena parte de los problemas de la AIT provienen de esta actitud vigilante y censora, que lleva a algunas secciones carentes de actividad real a tener una existencia exclusivamente digital, centrada en la difamación de los desarrollos positivos de otras secciones sindicalmente activas.

Llegados a este momento y viendo el efecto que tienen en las redes sociales las mentiras que se repiten mil veces con el ánimo de convertirlas en verdad, es posible que nuestra discreción haya sido uno de los varios errores que hemos cometido en este asunto. Compañeros y compañeras de varios países nos lo han comunicado así. Somos conscientes de ello y tal vez no le hayamos dado la importancia suficiente. No obstante, insistimos, la nuestra es una apuesta por el mundo real, de luchas sindicales en los centros de trabajo y no en foros de discusión o redes sociales. En fin, no es éste el ámbito para entrar a discutir el impacto de Internet en el desarrollo reciente del movimiento libertario y anarcosindical, pero baste decir que, muchas veces, hay un supuesto purismo que sólo subsiste en la urna de cristal que es el mundo digital, sin existencia ni relevancia en el mundo real.

En ocasiones se ha pretendido comparar con la escisión que dio lugar a CGT, pero es algo que  rechazamos completamente. En aquél caso sí había elementos de disonancia con las ideas que no hay aquí. Es decir, CGT apostaba por un modelo que renunciaba al anarcosindicalismo, mientras que ahora se trata de una situación de parálisis que impide el desarrollo práctico a nivel internacional de un modelo de implantación y crecimiento verdaderamente anarcosindicalista. El problema no es de diferencias ideológicas, sino de actitud y talante. Lo lamentable es que esta situación haya escalado, debido precisamente a la actitud vigilante y censora de la que hablábamos antes y a la injerencias del secretariado en los asuntos internos de las secciones, hasta llegar a una situación de ruptura como la que tenemos.

EL NOMBRE AIT

- AMOR Y RABIA: El acuerdo tomado en el XI Congreso de la CNT se habla de la “refundación de una internacional del anarcosindicalismo y el sindicalismo revolucionario” y de una “nueva AIT”, así como de preparar “una serie de conferencias y contactos con aquellas secciones de la AIT interesadas en un proceso de refundación de la Internacional”. No obstante, la convocatoria de la Conferencia de Bilbao acaba con un ¡Viva la AIT!, a pesar de la evidente intención de abandonar esta organización y crear una nueva. ¿A qué se debe ese fetichismo de las siglas, especialmente cuando el acuerdo del XI Congreso califica a la AIT de “inoperante”? ¿No habría sido mejor empezar de cero, con un nuevo nombre, en lugar de arrastrar un costoso proceso de enfrentamiento? ¿Tiene la pérdida del apellido consecuencias legales para la CNT, o tan solo sentimentales?

° Secretaría de Exteriores de CNT: Es posible que sea así, pero es algo que todavía no se ha decidido y que tendrá que aclararse en el Congreso que se convoque este año que viene. Los alardes no representan demasiado bien la voluntad de los militantes. Hay gente que piensa que las siglas son solo un fetiche prescindible y otros lo tienen como un símbolo del internacionalismo histórico al que no quieren renunciar solo porque un puñado de personas en algunos países europeos hayan decidido aprovecharse torticeramente de los resquicios de la normativa para imponer su voluntad destructiva. Y decimos destructiva porque parece que para ellos construir nuestra alternativa y luchar contra el capitalismo, las iglesias y los Estados es mucho más ingrato.

Desde luego, si mantenemos las siglas AIT o nos dotamos de otras no tendrá mucho que ver con ninguna consecuencia legal para la CNT. Nuestras siglas y nuestra identidad están aseguradas, independientemente de la vinculación o no a la AIT. Pero como se dice en la pregunta, el acuerdo del Congreso no es definitivo en este sentido y ésta es por lo tanto una cuestión abierta que decidirá la afiliación de CNT en un Pleno Confederal y que se concretará en el Congreso de refundación, porque debemos contar también con la opinión de las otras organizaciones que participan en el proceso.

LA SECCIÒN ESCISIONISTA DE LA AIT

- AMOR Y RABIA: La decisión de la CNT de replantearse su estrategia internacional y la convocatoria de la Conferencia de Bilbao han tenido como consecuencia la convocatoria inmediata de una “Conferencia Nacional de Sindicatos para la Re-Estructuración de la CNT-AIT (25, 26 de junio)” e incluso de su “Congreso CNT-AIT” en Benissa el 5 y 6 de noviembre pasados. Actualmente, tras varias desfederaciones (voluntarias o expulsiones) hay grupos anarcosindicalistas por toda la península críticos con el actual rumbo de la CNT, especialmente en Galicia, Murcia y Levante. Por eso, el reciente “Congreso” de Benissa parece más bien un intento de unificación de diversos sindicatos expulsados o salidos voluntariamente de la CNT que pretenden crear una nueva organización que pudiera ser reconocida como la nueva sección española de la AIT.

De esta forma, luchar por la reestructuración del anarcosindicalismo internacional tiene como consecuencia directa el riesgo de una nueva lucha por las siglas. Además, la decisión de refundar la AIT se tomó por una ligera mayoría, y hay sindicatos dentro de CNT que no están de acuerdo con ella, como Granada, Puerto Real(estos no están en CNT), Oviedo o Tarragona (estos están a punto de desfederarse solos porque no pagan desde hace meses), por nombrar algunas. Puerto Real sin ir más lejos realizó el pasado 10 de noviembre una Asamblea general de Afiliados monográfica titulada “En defensa de la AIT”. ¿Cómo se pretende reaccionar a un hipotético nuevo conflicto por las siglas? ¿No existe el peligro de una nueva ruptura interna en la CNT por el tema de la AIT?

° Secretaría de Exteriores de CNT: Habría que empezar poniendo en contexto todas esas afirmaciones para llegar a entender la contestación a las preguntas finales. Ninguno de los sindicatos citados (de los que siguen en CNT) fue al Congreso de Zaragoza ni envió posicionamientos, por lo que su desacuerdo tiene todavía menos peso que los de los Sindicatos que sí asistieron y votaron en contra, sin que ello haya supuesto su marcha ni mucho menos. Además hay que añadir que tanto el voto mayoritario como el voto particular salidos de la comisión de internacional que se dio en el XI Congreso sólo diferían en una cuestión, cuando poner en marcha todo el proceso de "refundación de la AIT".

Es curioso también cómo hace un par de años aproximadamente se hizo circular un documento con ese nombre precisamente (“En defensa de la AIT”) con la intención de buscar adherentes y que lo único que consiguió fue hacer el ridículo. Entre los argumentos para decir que la CNT se autodestruía estaba el decir que Noam Chomsky (entre otros) era uno de los líderes intelectuales responsables de nuestra deriva “reformista”. Anécdotas aparte, estamos hablando de muy poca gente en unos cuantos sitios, eso sí, hablando de forma rimbombante. Nada más. Ni realidad sindical, ni social, sino más bien virtual porque lo de la pantalla del ordenador es lo que mejor se les da. Nuestra reacción ante cualquiera que pretenda usurpar las siglas que llevamos con orgullo no va a ser una amenaza sino una respuesta contundente, como en su día hicimos con la CGT.

Estos grupos llevan tiempo intentado jugar la baza de un falso purismo ideológico, a falta de realizaciones sindicales propias, para criticar los desarrollos del modelo anarcosindicalista que ha planteado CNT en los últimos años. No es de extrañar que su afiliación y su número mengüe con el paso del tiempo. Ante su nula realidad, han querido jugar la carta del reconocimiento por la AIT para asegurar su subsistencia, ya que su capacidad de actuación es inexistente y saben que el tiempo juega en su contra. De hecho, hay que interpretar el encuentro de Benissa a la luz de esta apuesta. No es de extrañar que hayan tenido que celebrar su supuesto congreso en dos partes.

RELACIÒN CON LA AIT

- AMOR Y RABIA: Pase lo que pase en el futuro, lo cierto es que la CNT, la FAU y la USI han pasado el Rubicón, y la ruptura de la AIT es un hecho. Un escenario de futuro bastante probable es que la SF (Solidarity Federation) británica pase a convertirse en la sección más importante de la AIT mientras que el peso en la toma de decisiones se desplazaría al este de Europa, donde se concentra un gran número de secciones con derecho a voto en los congresos pero carentes de la menor influencia social.

Un ejemplo de la situación a la que tendría que hacer frente la AIT en el futuro es la financiación de las actividades del secretariado, que hoy día tan solo en fotocopias gasta 1.000€ anuales; la ZSP, la sección polaca actualmente a cargo del secretariado, tan solo paga 100€ anuales de cuota pese a ser la sección más grande de la AIT en el este de Europa. Tan solo la marcha de la CNT significa para la AIT la pérdida de unos ingresos anuales de 30.000€, por lo que la marcha del 90% de la militancia actual convertirá a la AIT en una organización meramente testimonial y completamente inoperante, al carecer de una fuente de financiación para su propaganda y actividades internacionales.

Esta situación será sin duda el origen de crecientes tensiones entre una SF marginada en la toma de decisiones pero responsable de cargar con el peso de financiar lo que quedase de la AIT, y el resto de secciones. Es posible incluso imaginarse que tanto la SF como alguna otra sección se replanteen su estrategia internacional, por lo que mantener un canal de comunicación sería crucial para el futuro. Por desgracia, por la experiencia de la escisión CNT/CGT es fácil adivinar que el corte de relaciones entre los sectores ahora enfrentados en la AIT podría ser total. ¿Se ha discutido sobre la relación de la nueva internacional que pretenden lanzar la CNT, la FAU y la USI con la actual AIT? ¿Se buscará mantener el contacto con el secretariado de la AIT y sus secciones?




° Secretaría de Exteriores de CNT: No es que el peso de las decisiones se vaya a desplazar al este, sino que esa ha sido la realidad de los últimos años que nos ha llevado a la situación en la que estamos. Desde luego la pelota está ahora en el tejado de la SF y ellos sabrán si están dispuestos a aguantar lo que hemos aguantado nosotros. Pero con la situación a la que se ha llegado creemos que la actitud del Secretariado polaco, o de aquél que le sustituya en la misma línea, sea vetar cualquier posible relación de una sección de su internacional (si sobrevive) con la nuestra. Nosotros en principio no tenemos ningún problema en trabajar conjuntamente con un sindicato de otro país para ganar los conflictos que se nos planteen en el ámbito de la empresa o de la represión estatal, puesto que no perdemos de vista que nuestro enemigo no son los trabajadores con los que mantengamos las mayores discrepancias, sino los capitalistas y sus lacayos burócratas.

 En todo caso, el verdadero riesgo que amenaza a la AIT en el futuro próximo tiene más que ver con su deriva interna que con la financiación, ya que gracias a las cuotas que han venido pagando las secciones expulsadas durante años, la Internacional cuenta con un estado financiero más que saneado. En ausencia de actividad en el mundo real, la ilusión de purismo solo se puede mantener viviendo en una permanente caza de brujas, por eso las organizaciones de todos los ámbitos que apuestan por esta línea acaban devorándose a sí mismas. En este sentido, volviendo a la pregunta, el objetivo evidente de los supuestos puristas será SF, ya que, al haberse negado a constituirse como sindicato, todos sus militantes cuentan con doble afiliación a sindicatos oficiales mayoritarios, llegando a ser representantes de estos en los centros de  trabajo (lo que por otra parte dice mucho de los motivos de los supuestos puristas, que han preferido ignorar este hecho y centrarse en un conflicto con CNT, basándose en acusaciones ficticias). Podemos aventurar que la caza de brujas no tardará mucho en centrarse en aspectos como éste, lo que puede hacer que la permanencia de SF en la AIT se vuelva, efectivamente, muy incómoda.   

RIESGO DE FRACASO

- AMOR Y RABIA: La decisión de la CNT de proponer reorganizar el anarcosindicalismo internacional es la respuesta a una serie de conflictos interminables en el seno de la AIT. El acuerdo mismo del XI Congreso dice textualmente que la refundación de la AIT se lleva a cabo porque esta “es inoperante” y debido a su “importante crisis interna, que estalló con la expulsión de la sección alemana, la FAU”. Esto es una ironía de la historia, ya que la expulsión de la FAU se debió en buena parte a iniciativas de la CNT y muy especialmente de García Rúa, antiguo secretario general de la CNT y de la AIT, como hemos expuesto en un amplio artículo en el número anterior de Prisma (primera parte, segunda parte))

Sin embargo, en lugar de llamar a la prudencia, para subsanar los errores del pasado se ha decidido “cortar por lo sano”. De hecho, el acuerdo de la CNT parece más una reacción para hacer frente a un problema que una acción para impulsar el anarcosindicalismo. La parálisis de la AIT era fruto de la falta de acuerdo sobre las diversas estrategias adoptadas por la CNT, la FAU y la USI para llevar a cabo una estrategia de acción sindical de corte anarcosindicalista adaptada a sus respectivos radios de acción. Estos debates provocaron enfrentamientos entre las diversas secciones y han dado lugar a la actual desestabilización de la AIT, al aceptarse que secciones sin existencia real tuviesen un peso decisivo sobre la marcha de la organización.

Por tanto, el cambio organizativo que se pretende llevar a cabo ahora acaba con una toma de decisiones que deformaba la realidad al ser tomadas por una minoría diminuta de la organización, pero no cambia el problema de fondo: el necesario equilibrio entre la independencia de las secciones y su obligación de respetar los principios, tácticas y finalidades que definan el pacto federal de la nueva organización. ¿Se ha tratado este tema entre la CNT, la FAU y la USI a la hora de definir como reorganizar el anarcosindicalismo internacional? ¿Qué consecuencias tendría si se fracasara en crear una nueva Internacional?


° Secretaría de Exteriores de CNT: Desde luego hay que reconocer que el paso que se ha dado ha sido evidentemente una reacción a un estrangulamiento de las secciones con la inmensa mayoría de la afiliación, pero también obedece a una estrategia de impulso del anarcosindicalismo a escala internacional. Llegó un momento en que era evidente que la realidad de la internacional hacía imposible esa necesaria promoción de la visión libertaria para combatir la explotación y el primer paso para relanzar el anarcosindicalismo globalmente era romper con la inercia que hemos arrastrado durante años basada en muchos casos en mitos. La dedicación casi exclusiva al control ajeno y el sermón constante de un puñado de secciones hacía imposible generar el clima adecuado para volver a hablar de la cada vez más necesaria solidaridad internacional y de los retos que los trabajadores afrontamos en un panorama global donde se vuelven a oír los viejos cantos de sirena del fascismo.

A pesar de que es algo recurrente en esta entrevista creo que se ha dejado claro pocas veces, y es que estamos hablando de que KRAS (Rusia) o Eslovaquia cotizando por menos de 10 afiliados, tienen cada uno la misma representación en la internacional que la CNT española con los cerca de 5000 afiliados que tenemos. Ni por el tamaño del país, ni en términos relativos a la población, ni por la represión, ni por la tradición anarquista del lugar se justifica (como han hecho en ocasiones) que durante más de 20 años estén en esas condiciones si no es por la actitud de quienes se aferran a las siglas de la internacional en esos países, algunos viejos conocidos. Con la posición compartida de 6 países con realidades similares la mayoría en la toma de decisiones de la internacional ha estado en sus manos. Estas realidades contrastan con quienes se han visto siempre en el punto de mira como ha sido USI, FAU y la CNT con más afiliados que el resto del mundo junto. Por decirlo de otro modo, estamos hablando de que Secciones con un número de afiliados 20 veces más grande que las Secciones de 6 países, algunos de ellos de países más pequeños y otro que abarca dos continentes, se ve supeditada a las decisiones, el control y la amenaza de estos.

Respecto a los principios, tácticas y finalidades creo que la gente tiene mucho más respeto a los acuerdos que acepta de lo que pueda parecer en un principio. El problema de las faltas en este sentido viene cuando se está siendo consciente de que lo que parece una organización seria es una broma de mal gusto porque tú eres el objeto de la risa. Ha habido muchas faltas a los acuerdos, hasta el punto de que podemos considerar que el actual secretariado y algunas secciones rompieron de forma efectiva el pacto asociativo hace tiempo. Como ya se ha dicho y sin ir más lejos, hay secciones que antes de que se haya producido la expulsión de la CNT de la AIT ya han reconocido a otros grupos como sección española de la AIT públicamente. Posiblemente podríamos tirar hacia atrás de la cadena de irregularidades y llegaríamos a encontrarnos con la época del Secretariado de Rúa advirtiendo de internacionales paralelas con la SAC y la CGT, que nunca se dieron, y el aprovechamiento de este discurso para arremeter contra la FAU y la USI.

En ese sentido, es cierto que la situación interna actual de la AIT deriva en buena medida de los errores cometidos por la CNT hace años, pero también lo es que dada la situación en que se encontraba nuestra organización en ese momento, es comprensible que se produjesen estos. Precisamente, el cambio de enfoque de CNT, de una estrategia defensiva y cerrada sobre sí misma, sin proyecto más allá de la denuncia del modelo sindical imperante, a la actual, en la que encaramos una etapa de crecimiento y apertura, con un modelo sindical propio eficaz, explica en buena medida por qué CNT necesita una coordinación internacional de otro tipo, que no se puede dar en la actual AIT. Con todo esto quiero decir que cuando a la gente se le tiene en cuenta, se le respeta, se crean condiciones de trabajo y se enfocan los esfuerzos en el verdadero enemigo mirando hacia afuera más que hacia adentro, los conflictos con las normas internas tienden a ser menores o incluso a desaparecer.

Las consecuencias del fracaso no pueden ser muy graves porque partimos de cero, es decir, la internacional de facto no existe. Si la ponemos en relación a las sociedades en las que vivimos, la influencia o incluso la existencia de la AIT desaparece, cuando dejamos de leer ciertos foros de Internet. Para que seamos alguna vez tenidos en cuenta como una realidad útil en la defensa de los intereses de los trabajadores explotados internacionalmente tenemos que intentar salir de la trampa en la que nos encontramos, y eso precisamente es lo que estamos haciendo sin que tenga ningún sentido tener miedo al fracaso. La situación actual es el fracaso.

No obstante, es cierto que perfilar una organización internacional que evite todos los errores del pasado, al mismo tiempo que consigue un funcionamiento sin fricciones, no es sencillo. Va a requerir una buena dosis de trabajo y voluntad. En última instancia va a depender mucho de que las organizaciones participantes sepamos dotarla de contenido práctico, de proyectos comunes, que aseguren una solidaridad efectiva. De este modo se desplazará el debate de aspectos formales y orgánicos a asuntos prácticos, en los que es mucho menos probable que surjan enfrentamientos infundados, a pesar de las diferencias que pueden darse, desde luego. Pero por eso, porque queremos hacerlo bien, CNT, USI y FAU hemos decidido manejar tiempos amplios y no entrar en competiciones sin sentido con nadie. Existe, no cabe duda, el riesgo de repetir errores pasados, pero también la firme voluntad de evitarlo.

[Tomado de http://noticiasayr.blogspot.com/2016/12/mas-alla-de-la-ait-1-parte.html.]


II.- Más allá de la AIT (2ª parte)

OBJETIVOS DE LA CNT CON LA NUEVA AIT
- AMOR Y RABIA: El acuerdo de la CNT en el XI Congreso deja muy claro que para la CNT el trabajo del movimiento anarcosindicalista “tiene que asentarse sobre el trabajo local (…) La solidaridad internacional surge entonces como extensión de este trabajo”. Esto puede interpretarse como una posición clara ante el típico problema de los grupos que forman parte de una organización a la hora de delimitar sus tareas de coordinación para evitar que sus actividades a nivel local se vean afectadas. Pero también podría entenderse como que la acción internacional es algo de carácter secundario, ignorando la complejidad que implica un trabajo coordinado a nivel internacional, muy diferente a las actividades de carácter local.

De ser así, continuaría la actitud que es parte del problema y que llevó a tolerar en el pasado el actual sistema de toma de decisiones en la AIT mientras se aceptaba la entrada de secciones sin existencia real en igualdad de condiciones a la hora de tomar decisiones que las secciones con existencia real, que acabaron quedándose en minoría. Al mismo tiempo, el acuerdo del XI Congreso habla de fundar “una Internacional del sindicalismo revolucionario”, una descripción tan amplia como difusa en su definición. ¿Tiene la CNT una vision estratégica de la actuación internacional, o meramente una visión táctica, centrada en el apoyo a las actividades locales?


° Secretaría de Exteriores de CNT: Creemos que esa declaración sobre “lo local” viene en relación a los grupos minúsculos en algunos países, que antes de tener una estrategia de implantación y crecimiento como Sección de la AIT en su país vienen a integrarse en la estructura atraídos por las siglas, por la pertenencia al grupo o por lo que sea. Creemos que esa falsa preocupación por lo internacional cuando no hay cimientos locales es lo que propicia que se actúe más como un grupo de control político que como una Sección hermana. Si conseguimos un desarrollo local de las secciones mínimamente aceptable creemos que entonces podrán darse las condiciones para pensar estrategias internacionales que no sean pura entelequia. En la CNT, y creo que en el resto de las secciones, nadie está pensando abordar el proceso en el que estamos inmersos para quedarnos en ayudas puntuales a conflictos locales. No tendría mucho sentido. Otra cosa es que sepamos leer correctamente lo que está pasando en el plano internacional y tras el análisis correcto apliquemos acciones exitosas. Veremos de qué somos capaces.

¿EXTINCIÒN DEL ANARCOSINDICALISMO?

- AMOR Y RABIA: Un vistazo al pasado muestra que la AIT solo tuvo una existencia real como organización en el periodo de entreguerras (1922-1930), cuando tenía secciones activas y fuertes y actividad internacional. La creación de la AIT podría calificarse de canto del cisne del movimiento anarcosindicalista internacional, ya que a partir de su fundación éste se derrumbó rápidamente. La llegada al poder del fascismo en Italia acabó con la USI, de la misma forma que el golpe de Salazar acabó con la CGT portuguesa, que disfrutaba por cierto del monopolio sindical; enfrentamientos internos acabaron con la FORA argentina, que había llegado a tener dos periódicos diarios, el ascenso del bolchevismo destruyó el anarcosindicalismo francés, y el crecimiento en aluvión de la FAUD alemana en la posguerra fue seguido por un hundimiento fulminante una vez se estabilizó la situación económica a mediados de los años 20.

La ilegalización de la CNT durante la “Dictablanda” de Primo de Rivera permitió a la CNT conservarse como un mamut en el hielo siberiano, haciendo posible su resurrección en 1930/31, pero para entonces de la AIT tan solo quedaba la SAC sueca como organización con influencia real. En términos prácticos, el anarcosindicalismo desapareció tras la derrota de la CNT en la Guerra Civil/Revolución y la decisión de la SAC de inclinarse hacia el reformismo tras la Segunda Guerra Mundial. De esta forma, y tras la salida de la SAC, la AIT se convirtió en un mero apellido de la CNT en el exilio francés, cuya insignificancia se pone de manifiesto en el nulo interés existente en su pasado: hoy día, la única historia bien documentada de la AIT es “La internacional desconocida”, de Vadim Damier, dos tomos de 1.600 páginas (Tomo 1: 1918-1930, Tomo 2: 1930-1939). Es sintomático que haya sido escrito y publicado en Rusia, país en el que la AIT jamás tuvo la más mínima influencia, y que nadie se haya preocupado en traducirlo a un idioma que domine la mayoría de la militancia de la AIT.

La caída del comunismo y el franquismo permitieron que resucitase la CNT y con ella la AIT, apareciendo secciones que merecían tal nombre, pero nunca se logró poner en marcha una verdadera actuación de carácter internacional. La debilidad de las nuevas secciones y sus “enfermedades infantiles” provocadas por el enfrentamiento entre adaptar la teoría de la década de los 30 a la práctica en países en pleno apogeo del neoliberalismo dieron lugar rápidamente a escisiones en España, Francia e Italia, convirtiendo a la resucitada AIT en una jaula de grillos incapaz de ofrecer una perspectiva real a aquellas organizaciones que mostraron interés por ella. Teniendo en cuenta los precedentes, ¿que sentido tiene el anarcosindicalismo hoy día a nivel internacional?¿Es un movimiento real, o un mero fósil de una época pasada? ¿La pertenencia a la AIT, o la acción internacional misma, es mero postureo o algo más?

° Secretaría de Exteriores de CNT: Desde nuestro punto de vista tiene todo el sentido. En los últimos años hemos visto como se aceleraba un proceso de absorción empresarial estimulando el crecimiento de las multinacionales en detrimento del pequeño y mediano capitalismo. Han sido muchos los conflictos donde nuestras secciones han podido contar con la solidaridad de los trabajadores más allá de sus fronteras puesto que la propia empresa o las filiales de su grupo están establecidas internacionalmente. Las nuevas facilidades para la comunicación, el transporte y el movimiento de capitales (al mismo tiempo que se endurecen las restricciones al movimiento de las personas) han hecho ver a muchos más capitalistas, y más aún si cabe que en el siglo anterior, que el mundo entero es su terreno de juego. Por tanto tiene cada vez más sentido, y no menos, organizarnos a escala internacional.

El análisis del proceso histórico que se hace en la pregunta, a pesar de todas las matizaciones que podrían hacerse y de algunos errores, es esencialmente correcto. La doble actuación del fascismo y el bolchevismo propició una dura derrota a las ideas libertarias (no solo anarcosindicalistas) en las décadas de 1920 y 1930 a nivel global, de modo que tras la Segunda Guerra Mundial no se volvió a recuperar la pujanza anterior. Los sucesivos “renacimientos” de las ideas libertarias y del proyecto anarcosindicalista (París 1968, España tras 1975, Reino Unido en 1977, mundialmente a partir de 1999, etc.) solo han complicado más la situación, dadas las condiciones en que ocurrieron. Sin embargo, nos encontramos en una coyuntura en que los cambios en la cultura política de las últimas décadas han puesto de relieve las ideas libertarias, en general, una vez más.

Mientras que hace treinta años muchísima gente asumía que el centralismo democrático de corte leninista era una forma natural e incuestionable de organización, ahora se privilegia la asamblea y el consenso. Desde luego, habría mucho que decir a este respecto, y éste no es el lugar adecuado, pero sí queremos insistir en que consideramos las ideas libertarias y el modelo anarcosindicalista como herramientas de futuro, y no reliquias pasadas. Eso sí, esto plantea un serio reto a los libertarios y anarcosindicalistas, que debemos saber adaptar nuestras estrategias a la situación actual, sin renunciar en ningún caso a nuestros planteamientos centrales e idiosincráticos (rechazo del estado, renuncia a la participación institucional, acción directa, apoyo mutuo, etc.). En este sentido se deben enmarcar los cambios de enfoque que ha aplicado CNT a su actividad sindical en los últimos años. A quienes no son capaces de distinguir las cuestiones de fondo de las de forma les viene bien para decir que un nuevo enfoque estratégico de la acción sindical supone una traición a los principios, pero es falso absolutamente. Al contrario, es un esfuerzo para dotar al anarcosindicalismo, y a las ideas libertarias por extensión, de una actualidad y un futuro del que ha carecido en las últimas décadas.    

Desde luego esto no quiere decir que hayamos sabido hacerlo todo correctamente ni que vaya a ser sencillo. Debemos reconocer que la situación actual es muy mala y que superarla va a requerir un extraordinario esfuerzo. Es significativo que la AIT no haya tenido hasta ahora sección en un país como EEUU con más de 300 millones de habitantes (tuvo hace más de 15 años algo simbólico y desapareció). Por ello lo fundamental no es un carnet con unas siglas (cuestión de forma), sino dotarlo de sentido, de valor, de proyectos concretos. La AIT no es una idea platónica que existe perfecta en un lugar, a salvo de lo que hagamos, como creen algunos. Quien se sienta confortable por el mero hecho de “pertenecer” se está equivocando y probablemente en ese caso pueda hablarse de postureo. Llama la atención que mucha gente preocupadísima por la FAL no se halla pasado por su sede a echar una mano nunca, y que muchos de los que hoy se rasgan las vestiduras por la AIT jamás hallan hecho tareas o propuestas constructivas en su seno ni hayan asistido a ninguno de sus comicios. La Internacional será lo que hagamos con ella quienes nos dedicamos a trabajar de forma constructiva en su seno luchando contra un sistema social y económico injusto hasta doblegarlo en un proceso revolucionario no dirigido por élite alguna.

LÍMITES

- AMOR Y RABIA: Luchar contra algo es siempre mucho más fácil que luchar por algo. Crear algo nuevo requiere un enorme gasto de energía, y este será sin duda el caso del Proyecto de crear una nueva internacional del sindicalismo revolucionario. Hasta ahora, y a pesar de haberse limitado al movimiento anarcosindicalista, la AIT en la que militaban la CNT, la FAU y la USI ha sido incapaz de hacer frente a las luchas internas de las secciones (hoy día hay cuatro CNTs francesas), establecer una relación satisfactoria con grupos microscópicos afines en países sin presencia real o establecer una frontera clara entre anarquismo y anarcosindicalismo.  Abandonar el terreno más o menos bien delimitado del anarcosindicalismo por el del “sindicalismo revolucionario” implica sustituir una palabra con un contenido preciso por un otro que se emplea para describir organizaciones muy diferentes, desde la IWW, que es una organización internacional por sí misma, a los grupos puramente sindicalistas italianos seguidores de las tésis de Sorel sobre la violencia que acabaron apoyando a Mussolini).

La “Carta abierta de invitación a la Conferencia Internacional de organizaciones anarcosindicalistas y sindicalistas revolucionarias, Bilbao 26-27 noviembre 2016” tan solo establece como requisitos para formar parte de la nueva Internacional no tener una estructura vertical de toma de decisiones, no recibir financiación estatal, no apoyar partidos políticos y tener más de 100 personas afiliadas. ¿Implica esto que la CNT abandona de facto intentar formar una organización internacional puramente anarcosindicalista?¿Qué pasa, por ejemplo, con organizaciones sindicales que tienen funcionarios que cobran un sueldo? ¿O con organizaciones que sean apolíticas, nacionalistas o incluso confesionales? ¿Es posible que haya dos secciones en un mismo país, como por ejemplo CNT y IWW? ¿Donde está el límite?


° Secretaría de Exteriores de CNT: Creo que no estamos abandonando la identificación con el anarcosindicalismo de la internacional que surja de este proceso por utilizar el término “sindicalismo revolucionario”. Puede que haya sido utilizado en el pasado por gentes con conductas absolutamente erráticas como las que describes o incluso con ánimo de practicar un confusionismo deliberado para captar inocentes, pero también recuerdo que los británicos una vez solicitaron poder utilizar otro término como éste porque “anarchosyndicalism” sonaba a enfermedad venérea en su idioma, nos decían, más que a movimiento revolucionario de inspiración anarquista. No hubo mucho debate al respecto.

Creo que más que el término que se adopte, se debe tener clara la adscripción a las ideas y, como decíamos antes, cuáles son los límites que nos automarcamos para poder estar seguros de que nuestro devenir es inequívocamente avanzar hacia una sociedad verdaderamente libre sin quedarnos por el camino. Se ha hablado muchas veces de los asalariados en las organizaciones de este corte y de forma general se rechazan. Otra cosa ha sido la necesidad de contar con abogados, o procuradores en juicios, profesionales a la hora de hacer reformas en locales, instalaciones informáticas, etc, cuando este tipo de trabajos no lo hemos podido cubrir de forma militante.

Ninguna de las organizaciones que estamos tratando de reimpulsar la internacional mantiene funcionarios de ningún tipo. De igual modo, estamos seguros de que en el Congreso a convocar se redactarán límites que ninguna organización del carácter de las que apuntas (nacionalistas o confesionales) podría cumplir para ser aceptada. No por cuestiones de elitismo sino porque dichas ideas son contrarias al mismo internacionalismo y a una visión libertaria de la sociedad que queremos construir a través de esta herramienta.

Suponemos también que la posibilidad de existir dos Secciones o más en un mismo país se discutirá. De hecho, es una propuesta que está en el aire por parte de otros sindicatos y que CNT en su debido momento tendrá que tomar una posición. Si esta sirviera para limar asperezas y evitar una cultura de división por quién es el elegido, como sucede en Francia con hasta 5 sindicatos que se reclaman del anarcosindicalismo, pues bienvenida sea. Aunque por el momento es algo que no se ha planteado formalmente en CNT, es una propuesta que algunas organizaciones interesadas en el proceso quieren plantear y que deberá ser debatido.

En todo caso, esto nos lleva de vuelta a la respuesta anterior, en la que hablábamos de los riesgos del proceso. Hay muchas cuestiones abiertas que se tienen que cerrar para poder redactar un pacto asociativo que nos convenza a todas las organizaciones participantes, a partir de las propuestas de la afiliación, y que consiga plasmar todos los aspectos que hemos comentado antes. Para ello se requiere tiempo, esfuerzo, voluntad y acierto. Esperamos poder lograrlo. 


¿EUROCENTRISMO E ISLAMOFOBIA?

- AMOR Y RABIA: Un tema fundamental para una organización internacional es la proyección de sus actividades e ideas por el mundo. En este sentido, la AIT ha sido un rotundo fracaso, al tener un carácter innegablemente eurocentrista. A lo largo de las últimas décadas, la AIT ha sido incapaz de ofrecer un sitio en su seno a organizaciones sindicales reales de países del llamado “tercer mundo” que se han acercado a ella, mientras que no ha tenido problema alguno en integrar a grupos de países occidentales sin presencia real en el mundo sindical o que, en algunos casos, eran en realidad grupos puramente anarquistas y no anarcosindicalistas. Nigeria, Sudáfrica, Nepal y Bangladesh son un ejemplo de oportunidades perdidas.

Al eurocentrismo se ha de añadir una cierta islamofobia, consciente o inconsciente, a pesar de que la llamada “primavera árabe” ha dado lugar a la aparición por primera vez de grupos anarquistas en el mundo árabe (Túnez, Egipto), o al creciente interés por las ideas anarquistas en Turquía, el interés de la AIT en estos países brilla por su ausencia. Y lo mismo ocurre con la propaganda en otros idiomas diferentes de los puramente occidentales, como árabe, chino o hindi, idiomas maternos de la mayoría de la población mundial. Más allá de las grandes palabras, una organización internacional implica mucho más que la solidaridad con las luchas locales de la que habla el Acuerdo del XI Congreso de CNT.

Para que una organización internacional tenga una existencia real, ha de ser capaz de integrar en su seno a grupos de países con estructuras sociales y económicas muy diferentes. ¿Qué planteamientos tienen la CNT, la FAU y la USI, que reúnen al 90% de la militancia anarcosindicalista internacional, para atraer o colaborar con organizaciones sindicales de los países del llamado “tercer mundo”, que son la mayor parte de la población mundial? ¿Está la CNT dispuesta a apoyar (y financiar) una actividad dinámica por parte de la nueva internacional?


° Secretaría de Exteriores de CNT: Es cierto que hemos perdido oportunidades de ampliación de la internacional fuera de Europa y eso, que ha venido ocurriendo durante esta etapa de autodestrucción de la internacional, tenemos que ser capaces de que no se repita en la organización viva que esperamos resulte de todo este proceso. En Nigeria se perdió el contacto, pero recuerdo el caso de Bangladesh y las dudas que surgieron por el respeto a las formas de funcionar que tenemos en Europa. Está pendiente un trabajo de empatía con las situaciones en países como aquellos cuyo día a día no puede ser más diferente si queremos dejar de mirarnos el ombligo como actitud aprendida de los dejes colonialistas de nuestros propios gobernantes y explotadores.

Creo que si asentamos un entendimiento cordial y unas buenas bases mínimas para la convivencia en asociación, el trabajo que desarrollemos en ese marco puede ser fructífero y no tengo ninguna duda de que seremos capaces de integrar a organizaciones de trabajadores de América, África o Asia con quienes tenemos mucho más en común de lo que parece. Los primeros éxitos en este sentido estamos seguros de que contribuirán a tomar conciencia de cómo abordar los siguientes proyectos en países que por el nivel de desarrollo de su economía o por su nivel de represión, por poner algunos ejemplos, son mucho más similares entre sí que lo que pueden tener en común con la realidad europea. La falta de actividad dinámica real en este y en otros campos es precisamente lo que nos ha llevado a romper con la deriva actual y esperamos poder demostrar con el tiempo que las cosas se deben hacer de otro modo para atraer a nuestros principios, tácticas y finalidades a quienes están organizados como trabajadores en otros países del mundo, o para desarrollar proyectos cuya finalidad sea la génesis de organizaciones que puedan pasar a ser nuevas secciones.

No obstante, debemos ser conscientes de nuestra propia dimensión y nuestros medios. Ya hemos dicho que el anarcosindicalismo a nivel internacional se halla en un estado preocupante y que se tiene que revitalizar. CNT, con todo y con ser la organización anarcosindicalista más grande del mundo (que sepamos) tiene un tamaño infinitamente menor del que nos gustaría. Por todo ello, no tiene sentido plantearse si CNT está dispuesta a financiar una actividad internacional de otras secciones en desarrollo. Plantear el debate en estos términos es injusto. Lo que podemos hacer es esforzarnos en crear un clima de solidaridad y compañerismo en el trabajo internacional, para que todas las organizaciones con las que tengamos relación se sientan efectivamente respaldadas y puedan contribuir tanto como deseamos todas al crecimiento y la recuperación del anarcosindicalismo, como pujante movimiento revolucionario a nivel internacional. Estamos convencidos de que en eso sí pueden contar con nuestra colaboración fraterna y con la de todas las organizaciones que se integren en este proyecto.

[Tomado de http://noticiasayr.blogspot.de/2016/12/mas-alla-de-la-ait-2-parte.html.]


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