Carlos Mayhua
[Nota de El Libertario: el fragmento de texto que sigue se ha tomado del muy subversivo libro Entre Cuadernos y Barrotes http://infoxica2.files.wordpress.com/ 2010/01/3-1carlos-mayhua-entre-cuadernos-y-barrotes.pdf. Escrito en Perú en 1999, sus ejemplos son de aquel momento y situación, pero habla de cosas plenamente comprensibles para cualquiera que haya sufrido en carne propia la condición de ser estudiante. Recomendamos copiar este material y hacerlo circular discretamente, de pupitre en pupitre, la próxima vez que se deba soportar el suplicio que habitualmente significan las aulas de clase.]
El profesor. Ese ser a medio camino entre la penosa resignación por sobrellevar una existencia gris, la ingenua fe de estar cumpliendo una sagrada misión y la repugnante soberbia de creerse mejor que sus alumnos, ¿merece ser puesto en evidencia, en ridículo, en serios aprietos? Es una pregunta que sólo cada uno, a solas frente a su capacidad de tolerancia y compasión, puede contestar.
[Nota de El Libertario: el fragmento de texto que sigue se ha tomado del muy subversivo libro Entre Cuadernos y Barrotes http://infoxica2.files.wordpress.com/ 2010/01/3-1carlos-mayhua-entre-cuadernos-y-barrotes.pdf. Escrito en Perú en 1999, sus ejemplos son de aquel momento y situación, pero habla de cosas plenamente comprensibles para cualquiera que haya sufrido en carne propia la condición de ser estudiante. Recomendamos copiar este material y hacerlo circular discretamente, de pupitre en pupitre, la próxima vez que se deba soportar el suplicio que habitualmente significan las aulas de clase.]
El profesor. Ese ser a medio camino entre la penosa resignación por sobrellevar una existencia gris, la ingenua fe de estar cumpliendo una sagrada misión y la repugnante soberbia de creerse mejor que sus alumnos, ¿merece ser puesto en evidencia, en ridículo, en serios aprietos? Es una pregunta que sólo cada uno, a solas frente a su capacidad de tolerancia y compasión, puede contestar.
Vaya, qué rapidez: sí que lo merece. Acostumbrado a reflejar su mediocridad en la mediocridad de su alumnado, mediocridad trabajosamente enseñada y transmitida de generación en generación, a través de largos años de rutina y tibias y nada estimuladoras clases, tareas y lecciones, en normales, universidades y escuelas, sólo la inteligencia podrá ponerlo en evidencia. Es decir, sólo la ocurrencia feliz, el atacamiento de los límites de su pobre lógica, el acecho permanente a sus errores más gruesos, sus continuos movimientos en falso y su dependencia servil a los lugares comunes, fácilmente detectables y revocables pero ya convertidos por el uso y el abuso en dogmas sostenedores del castillo de naipes de su sociedad.
La inteligencia de los alumnos será la pesadilla del profesor. Esa inteligencia por propia naturaleza imposible de enseñar o de aprender, que surge simplemente de la disposición de ánimo y del espíritu y la mente despiertos no devastados aún por la rutina educativa. Esa inteligencia que atacará abierta y públicamente, para que luego quede huella en la memoria colectiva de la derrota de la impostura, y para que se hable vivamente de eso fuera o dentro de las aulas, abierta o clandestinamente, y para que así, de alguna forma, el conocimiento se expanda. Esa inteligencia de la que sólo consignamos un débil eco, algunas modestas formas de su probable expresión, aquí:
...
Las clases sin Religión, es decir las clases laicas, también deberían ser un festín. No por no hablar de Dios se libran de estar colmadas de mentiras. Clases de Educación Cívica, de Historia del Perú, de Economía Política, clases de Orientación para el Malestar del Estudiante, clases a veces consideradas, incluso por los profesores, como de relleno. Y no sin razón. ¿Quién, a estas alturas del milenio, mientras Clinton descarga su ira bombardeando ciudades debido a una fellatio descubierta y mientras Fujimori reinterpreta leyes para poder seguir en el Poder, puede hablar en serio sobre el manual de Carreño, sobre el derecho al libre desarrollo de la personalidad, sobre la democracia o sobre seguir el ejemplo de los Héroes? Los profesores generalmente se pelean por especializarse en estos cursos y por conseguir las horas de dictado, dado que no demandan mayor esfuerzo intelectual. Pero sus problemas empezaron aquí:
1.“El Estado es la sociedad políticamente organizada” es el dogma que se arrastra invicto a través de las promociones escolares, y que continúa respirando incluso en las aulas universitarias. Puedes realizar algunas preguntas clave: ¿El Estado surge de un contrato, o de un acto de violencia? ¿Por qué el mismo Rousseau dice que en verdad nunca hubo en la historia un contrato social? ¿Fueron los primeros pueblos vencidos los primeros esclavos que con el llamado progreso se han convertido en ciudadanos? ¿Qué fue primero, la ley o la cárcel? ¿Si el Estado es la sociedad políticamente organizada, por qué hay amplias zonas del Estado que son absolutamente inaccesibles para la sociedad? ¿Por qué es un poder separado de una sociedad a la que llega a controlar casi totalitariamente? ¿Por qué los representantes del Estado ganan miles de dólares al mes mientras millones de representados viven en la miseria? ¿Es posible la existencia de sociedades políticamente organizadas sin Estado?
2.Cuando se hable en clase de la necesidad del respeto a las leyes y a la autoridad “porque el hombre no puede gobernarse por sí mismo”, puedes atacar exponiendo esta paradoja: ¿si el hombre no es capaz de gobernarse a sí mismo, cómo puede un hombre gobernar a otros hombres?
3.Cuando se hable del ser humano como fin supremo de la sociedad, del derecho a la libertad individual, a la libertad de conciencia y libre desarrollo de la personalidad, puedes preguntar, con suma ingenuidad, por qué entonces te obligan a ir a clases si tu verdadera personalidad más bien desea permanecer en tu casa o en los parques, o por qué no pueden participar en el gobierno del centro educativo al que asistes, por qué obligan a los jóvenes que no creen en el uso de armas a hacer el servicio militar, o por qué te obligarán a votar en las elecciones si tú no crees en los políticos.
4.Cuando hablen de justicia y bien común, pregunta: ¿por qué las políticas económicas que se implantan en el país hacen que la brecha entre ricos y pobres se agrande? ¿es justo que mientras los que dicen ser representantes del pueblo viajan en Mercedes haya millones de personas que pasan grandes carencias y enfermedades?
5.Cuando hablen de que las drogas son malas, no te dejes avasallar por el terrorismo informativo de Cedro, la DEA, el Ministerio de Salud y la mafia del Copuid. Puedes preguntar: ¿Con qué criterio se distingue entre drogas legales e ilegales? ¿Es verdad que el tabaco y la cerveza son más tóxicos y dañinos que un cigarro de marihuana? ¿Por qué García Márquez opina que se deben legalizar todas las drogas? ¿Es verdad que el Narcotráfico es la segunda industria en el mundo, y que sostiene la economía de muchos países?
6.Cuando hablen de la necesidad de respetar las reglas de tránsito para evitar accidentes, pregunta: ¿Un millón de personas mueren cada año en el mundo en accidentes de tránsito debido a que no miraron a los dos lados de la calle antes de cruzar? ¿O será que los accidentes de tránsito son algo consustancial a la existencia misma de una industria automotriz fuera de control y elefantiásica, de autopistas y ciudades a las que el homo sapiens no acaba nunca de adaptarse?
7.Cuando se hable de los tratados internacionales, de las normas de convivencia entre los países, de la importancia de las leyes, recuerda los últimos bombardeos de la OTAN, las invasiones con fines humanitarios, el permiso que dio la ONU para bombardear Bagdad “preventivamente”, las reinterpretaciones presidenciales, las leyes dadas para amnistiar a criminales que violan la ley, etc. Pregunta: ¿no será que la ley es simplemente un instrumento de control que puede variar según la voluntad del Estado?
8.Cuando se hable de la necesidad de cuidar el medio ambiente, de amar la bella Naturaleza, de respetar a los animales, recuérdales todas las actividades que el Estado permite y alienta: las corridas de toros, las peleas de gallos, los gases contaminantes de los buses y las fábricas, recuérdales el agujero en la capa de ozono y el efecto invernadero producido por la polución de las grandes industrias, la muerte intensiva de animales en los mataderos, etc.
9.Cuando hablen de la necesidad del sexo seguro, di: “En la clase de religión dicen que es pecado”. Divide al enemigo: haz que se peleen entre sí.
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