martes, 29 de julio de 2014

PSUV: Las elecciones internas y el III er Congreso del PSUV

Rafael Iribarren

Unas votaciones sin resultados oficiales.

El CNE a más de una semana de realizadas, y ya realizándose, no ha dado resultados de las votaciones  para delegados del IIIer Congreso del PSUV. Previsiblemente, como en otras ocasiones, no las dará nunca. Cabello dijo en algún momento que era porque se estaba contando. Voceros chavistas hicieron públicas, sin referencia a fuentes concretas, cifras globales, solo estimativas. Se hizo la idea que entre las cúpulas chavistas hubo un cierto convenio en manejar públicamente que la participación estuvo alrededor del 20% de los 7.253.691 votantes militantes inscritos; o sea, unos millón y medio. La máxima cifra manejada por algún chavista fue la de unos dos millones; que Maduro asumió en el congreso. Siendo evidente que si en las cúpulas chavistas se convino manejar esa cifra global,ni siquiera ese 20%lo asuma y anuncie el CNE; es que todavía  está demasiado inflada; que, o no tiene cómo  justificarla, más o menos creíblemente; o, que,  por cualquier circunstancia dentro de la lucha interna entre chavismos, prefiere no involucrarse apareciendo favoreciendo a uno u otro. Mismos chavistas han sostenido que no se llegó ni al millón de votos. Por lo demás los recorridos hechos el domingo 20 por los centros de votación  a cualquier hora, los mostraron  vacíos. En relación a lo que un diputado chavista de los más bocones, comentó que era porque la votación estaba “siendo muyfluida” Lo que no concuerda con la generalidad de los comentarios recogidos de mismos chavistas  de base, de que no habían  votado y de que nadie fue a votar aparte “la gente de los alcaldes y gobernadores”.

De tal forma que, no habiendo resultados oficiales; asumiendo la estimación oficiosa de que habrían votado  1.500.000; más o menos, un 20% del listado; comparativamente,sería un poco más del 40% de la votación que, según, esa sí del mismo CNE, hubo en febrero del 2012 en  las Primarias de la MUD, que fue de 3.200.000.


La derecha endógena  convoca un congreso sin elección de nueva dirección y sin debate

A la convocatoria al IIIerC PSUV, según,  se llegó por decisión autoritaria de la derecha endógena chavista que controla la dirección nacional; y que la anunció oficialmente en enero pasado. Lo que es muy importante tomar en cuenta, porque; uno, se trata de una dirección absolutamente cuestionada internamente; considerada ilegítima por las bases chavistas, incluso desde el momento en que Chávez impuso sus principales integrantes; dos, lo anunció para este julio ya confrontando abiertamente las políticas de diálogo del gobierno de Maduro; y, tres, lo hizo pocos días antes de desatar, con los primeros  muertos del SEBIN el 12F, su “ofensiva fulminante antifascista”; que lo arrastró a la represión de varias semanas, por la GNB, que produjeron las decenas de muertos, centenares de heridos y miles de presos durante febrero y marzo; de los que es responsable. Al anunciarlo los  voceros del PSUV , dejaron claro que en el congreso no se elegiría una nueva dirección; y que se desarrollaría en tres días, con una asistencia y una agenda de acuerdo a la que era evidente que no habría ningún tipo de debate. Según el calendario inicial de trabajo, cada uno de los 906 delegados electos dispondría de un total de dos,(2) minutos para participar. Solo días antes de su instalación este fin de semana, se anuncióque se extendería tres días más; con lo que, hipotéticamente, el promedio de tiempo de participación por delegado, en tal caso se duplicaría. Aunque en los dos días que lleva, en la sala Rios Reyna del Teresa Carreño, hoy en El Poliedro y en los que faltan; ninguna de las actividades ya cumplidas y anunciadas se parecen a nada que pueda considerarse debate. 

Un congreso para el madurismo y la derecha endógena legitimarse mutuamente.

Convocar abrupta y autoritariamente, imponiéndolo de hecho, y las condiciones de su desarrollo; como si Chávez siguiera vivo; un congreso en el que no se renovará la dirección ni nacional ni a ningún nivel; y en el que tampoco se debatirá nada y en ninguna forma; pero enmarcado en una lucha interna sin cuartel por el Poder; no será para “un saludo a la bandera”.Sino que tiene un propósito político concreto; clave. De acuerdo a algunas opiniones, inicialmente el propósito, primario, de la derecha endógena de convocarlo al rompe, habría sido, apareciendo como promoviéndolo, el de desconocer, achatar el liderazgo de Maduro, equiparándolo al de la dirección nacional. Lo que, según analizo en otros escritos, habría tenido que ser  replanteado sobre la marcha,cambiado por la orientación actual de concretar en el congreso una alianza con él y el madurismo que gobierna. Una alianza, básicamente una negociación, un intercambio de legitimación mutua, entre los dos principales chavismos; el madurismo y el 4-febrerismo, o la derecha endógena. Las cúpulas chavistas que manejan al PSUV a todos los niveles, controladas por ésta; además de reconocer a Maduro como presidente constitucional; designándolo presidente, del partido;lo reconocen,formalmente, como el líder máximo de todos los chavismos, sucesor y continuador del “legado de Chávez”. Algo que realmente no tiene nada que ver con la opinión general, tanto interna como externa. A cambio tal reconocimiento, Maduro y el madurismo; y por proyección, el resto de las cúpulas  chavitas, psuvistas y no-psuvistas; de hechoreconocen y legitiman a la actual burocracia partidista; aunque cuestionada y descalificada en general por la mayoría de los chavismos de base, e identificada internamente como “derecha endógena”; aceptándola como legítima dirección del partido de “la revolución”, de “la revolución”.

Un congreso descalificado y deslegitimado por las bases chavistas.

Desde que Jorge Rodríguez y Diosdado Cabello, y luego Aristóbulo Istúriz, en enero, a nombre de la dirección nacional del PSUV anunciaron que el  congreso sería en julio, la agenda y los procesos y condiciones  de selección de delegados; se  sucedieron continuadamente pronunciamientos de dirigentes y activistas chavistas medios y de base, psuvistas y del Gran Polo Patriótico; rechazando y cuestionando los aspectos concretos principales de dicha convocatoria. Entre los aspectos de rechazo; ni siquiera de controversia porque la burocracia chavista no se da por aludida; estuvieron y está , la exigencia de designar nuevas direcciones a todos los niveles, especialmente al nacional; que haya debate, particularmente sobre la corrupción y la gestión gubernamental; y que la designación de delegados no sea por el método de la “cooptación”. Por parte de los aliados del GPP el reconocimiento de su derecho a participar.Tales cuestionamientos, recogidos en su parte fundamental en las cartas de Navarro a la dirección nacional y al congreso mismo; lo niegan y deslegitiman radicalmente, de fondo en su actual desarrollo.

Un congreso de burócratas y delegados  cooptados por las burocracias chavistas

La respuesta, si puede llamarse así, a  las exigencias de los sectores medios y de base chavistas, ha sido  y retórica y evasiva; en nada participativa; al contrario. Se declara al PSUV como el más grande partido de la historia nacional, con cerca de ocho millones de militantes; el más unido democrático y “participativo” que ha habido, según, demostrado precisamente en este proceso de selección de delegados al congreso; y, según,  el único en que hay verdadero debate. Todo, dentro de la idea de que se trata de un congreso “histórico”; que trazará las líneas de desarrollo de la revolución para los próximos 20 o 30 años.
Las cosas  fueron al contrario de tal retórica. Las UBCH, según, unas 13.700, habrían propuesto unos 22.000 pre-candidatos a delegados, de entre los que, la dirección nacional descartó el 75% y “cooptó” solo 5.500, estos sí candidatos; entre lo que las bases votaron finalmente por 537. El resto, hasta sumar 906, hacia 400 delegados, cerca  del 45% del total, son “delegados natos”. Lo que resulta en que ni los delegados cooptados ni los natos, lo son por la voluntad soberana de las bases; sino impuestos y/o, seleccionados, “cooptados”, por una dirección y una burocracia partidista-gubernamental, cuestionada precisamente por mismas las bases a nombre de las que ella impone sus candidatos.Para remate, gobernadores y acaldes chavistas, junto a funcionarios que manejan nóminas gubernamentales; de hecho con quinos, fueron quienes activaron y monitoriaron la votación de las bases.
Como resultado de un proceso tan anti-participativo y oscuro como el de una cooptación manipulada a discreción y sin consulta alguna por una dirección cuestionada por las bases; no hay nada que explicar sobre la exigua participación en las elecciones internas a delegados para el congreso. Y nada que esperar ni que las bases esperen de él.  La cuestión no es sobre por qué votó tan poco la base chavista; sino sobre, por qué habría de hacerlo.

El III er Congreso psuvista, imagen de alta resolución del chavismo.

Desde el 2005 y el 2006 se evidenciala merma creciente de las bases chavistas; su desmotivación y clientelización crecientes; y la dependencia cada vez mayor del chavismo del fraude electoral; del CNE-SARTMATIC para legitimar su permanencia en el poder. Estas votaciones internas  incluso con la  sobrestimación, sin resultados oficiales;  muestran sus reales dimensiones y calidad concretas actuales. Aparte cualquier análisis; un millón y medio, que hubieran votado; de un listado de siete y medio millones de “militantes inscritos” seria el 20%. Y, no más del  8% de la población electoral nacional. El chavismo de base, realmente, no es más que un  8% máximo del país. En relación a lo que,Jaua en unas curiosas declaraciones sobre “lo más que habrían votado…”, aceptando  la realidad; sostuvo que sin embargo, tal resultado “está bien”, pues, según, el núcleo concreto de activistas del PSUV, ¿”la vanguardia”?, sería de unos 300.000. Si de tales bases votantes consideramos su condición tarifaria y clientelar; que fue  una  votación amarrada y “quinada”, además, por delegados “cooptados”; disponemos de una  imagen de alta resolución del chavismo psuvista. O, de los chavismos que todavía se suman dentro del PSUV; hoy como siempre, una entelequia; aparte los que siguen esperando para agruparse en esa otra entelequia que es y siempre fue el GPP.Y de que haya alguna intención, de, en tratar de convertir tales entelequias en alguna forma de estructura partidista concreta que al menos se parezca a lo que es u n partido..
La realidad es que lo único que hoy posibilita una cierta identidad común a los chavismos, psuvistas y polo-patriotistas; a cada grupo y a ambos como suma; aparte la retórica chavista cada vez más vacía; es el gobierno, la burocracia, y el aparato clientelar nacional; el manejo de la renta y el presupuesto nacionales y de la violencia institucional; hasta ahora, determinantemente bajo control del madurismo. Porque ya ni siquiera los discursos anti-puntofijistas y anti-oposición, ni anticapitalista ni antimperialista, funcionancomo inductores unitarios; ensordinados tales discursoscomo están por la crisis nacional total, la incapacidad  absoluta y la omnipresente corrupción de la burocracia gubernamental y partidista, cívico militar chavista. Y por la lucha interna a muerte, sobre todo entre los dos principales chavismos psuvistas que tienen las mayores cuotas de poder. Y que escenifican en el congreso su teatral alianza. Un triunfo completo de la derecha endógena que amarra a Maduro a su estrategia y a través de él se  legitima.

Diosdado en Guayana, la segunda fase de la “ofensiva fulminante  antifascista”.

No es un detalle, que el día en que Diosdado Cabello, el sábado 26 proclamó a Maduro por aclamación presidente del PSUV; los trabajadores de SIDOR en asamblea masiva, en buena parte de chavistas, en el “Portón 3” de Matanzas; convocaron una marcha para el lunes 28, tercer día del congreso; una marcha masiva de rechazo y condena a Diosdado Cabello y  a sus agresiones y  amenazas fascistizantes. Y para exigir la firma de su contrato, vencido y congelada su discusión desde hace cuatro años; tres con Chávez, y el último con Maduro. Ni puede verse como coincidencia que Cabello, precisamente en la semana previa al congreso en que se aclamaría, y se aclamó, a Maduro;  se haya presentado en Guayana con el general Padrino López, a provocar descalificar y amenazar  a los trabajadores sidoristas movilizados por su contrato; rechazando, obviamente a nombre del gobierno, sus exigencias salariales. Igual que se presentó, sin nada que ver, en el Zulia y Táchira en Enero; con actuaciones y retóricas similares, provocando situaciones que  se continuaron con la conflictividad y movilizaciones locales, dimensionadas nacionalmente luego, el 12 de febrero con los muertos del SEBIN y los heridos y presos de la GNB de ese día; inicio de la “ofensiva fulminante antifascista”; el golpe chavista contra Maduro de la “derecha endógena” que “se frenó” en marzo. Por lo visto, propiamente, de su primera fase; de la que una segunda, estaría impulsándose, precisamente  en Guayana; ahora no contra los estudiantes y vecinos; sino contra los trabajadores. A los que, por cómo van las cosas, consciente o inconsciente, y voluntaria o involuntariamente, volverá a tocar a Maduro reprimir; y cargar con los muertos heridos y presos que haya.

Un PSUV cada vez menos chavista; unos chavismos cada vez menos psuvistas.

La relación de simultaneidad y protagonismos, entre la movilización masiva de trabajadores en Guayana,de rechazo, con nombre y apellido a Cabello; y la proclamación por aclamación de Maduro, por él como vicepresidente en el congreso del PSUV; por una parte muestra en lo que realmente se  concreta la unidad, no del “chavismo” que ya no existe, sino de algunos chavismos. Y por otra, apunta a la que en un futuro, previsiblemente inmediato, será su relación, del PSUV, con las dinámicas sociopolíticas  en desarrollo.

La retórica es que del congreso el PSUV como dimensión político-organizativa del chavismo sale más unido y  fortalecido y con mayor definición acerca de la revolución, la construcción del socialismo, etcétera. Luego de cinco días de retórica y gigantografías; lo que en realidad resulta, su verdadero objetivo concreto, con la proclamación de Maduro como presidente del partido, es solo la alianza entre los dos principales chavismos, el madurismo y la derecha endógena; con la participación de otros chavismos, psuvistas, menos importantes; atenidos a dicha alianza pero sin peso en ella. Una unidad entre dos cúpulas   que no significa ninguna variante de unidad general del chavismo; ni de los chavismos. Al contrario, Los delegados al congreso, como muestran los números hechos arriba, de la muy baja votación el 20J; no representan sino una parte bien minoritaria del chavismo o los chavismos medios y de base. De forma que las bases chavistas en general se identifican con los resultados y su alcance, en igual proporción y densidad con que participaron.

Como ha sido evidente aunque inicialmente controlado, desde la muerte de Chávez; y abiertamente desde las elecciones locales de diciembre pasado; más allá de la indispensable para sobrevivir; no hay tal unidad chavista. Al contrario, al gobierno de Maduro, sectores chavistas, particularmente la derecha endógena, encabezada por Cabello y Ameliach; continuadamente lo ha saboteado y colocado en situaciones comprometidas de alto costo político. Hasta el congreso su estrategia fue poner a Maduro y al madurismo“en tres y dos”, empujándolos a situaciones críticas, armadas expresamente para forzarlo a  posiciones opuestas a la que ha pretendido que sean sus políticas. Desde su proclamación como presidente del partido, puesto de igual a igual con su dirección nacional controlada por antimaduristas; y como un miembro más, en minoría; necesariamente se le hará más difícil y políticamente muy costoso, no asumir y encabezar la ejecución de sus decisiones. Por ejemplo e inmediatamente, la de irse a fondo contra los trabajadores y el movimiento sindical, como promueve la derecha endógena.

Sin resultados oficiales; y sin que se conozcan las listas de candidatos y de delegados; no se conoce cuántos de los cooptados electos  y de los natos, son sindicalistas o trabajadores. Lo que sí es evidente es que ni los trabajadores de Guayana, ni los de ningún sector de la economía no estuvieron en la proclamación por aclamación de Maduro en el Teresa Carreño. Los discursos y la retórica del congreso no tienen nada que ver con las luchas y movilizaciones por sus derechos y reivindicaciones laborales. Y, previsiblemente, se verá, con la realidad nacional. Este desentendimiento entre las cúpulas chavistas y el país, ya casi total; que hasta Hinterlaces tiene que registrar; viene acumulándose de atrás y es de fondo; previsiblemente va a profundizarse y a intensificarse; a partir y a raíz de este IIIerCongreso; con su caída, de Maduro, en la trampa de la derecha endógena, de legitimarse convirtiéndolo en su máximo representante; al ser ella quién lo proclama. En contra de lo que se pretende, o  parece, con la retórica y la gigantografía; el PSUV representará cada vez menos a los chavismos. Mientras que los chavismos se deslindarán cada vez más del PSUV.


Caracas 28.07.14

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