viernes, 18 de abril de 2014

Manifiesto anarquista


@dressius
Primero. Los anarquistas nos oponemos a la existencia de una autoridad. ¿Qué quiere decir esto? No importa que se llame Estado, Concilio Eclesiástico o Cámara de los Directores Científicos, cualquier cosa que decida por muchos individuos en vez de dejar que ellos decidan solos, está mal para nosotros. Una autoridad significa una función en la que se le otorga un poder especial a alguien o a un grupo para hacerse cargo de las cuestiones de otros, quitándosele a esos otros la posibilidad de realizarlas por sí solos.
Segundo. Insistimos en que las decisiones son personales y que cada uno tiene la libre voluntad de proponer, aceptar, rechazar y retirarse de los acuerdos que quiera hacer. No hay tal cosa como unas elecciones en las que debas esperar varios años, tragándote la rabia, hasta poder elegir nuevamente. En nuestro caso, no esperaríamos nada. Tampoco es correcto eso de nacer bajo un contrato que no firmaste y que después se te presione para que continúes en él.
Tercero. La violencia generalmente es evitada. ¿Por qué? El motivo es que puede funcionar para ir ganando poder pero evidentemente no se puede realizar una sociedad anarquista en base a posiciones de poder. La única manera de realizarla es que haya tal consciencia de la inutilidad de esas funciones de poder que la gente rechace de plano a cualquier autoridad. Esto no se puede lograr por medio de la violencia. ¿Y cómo esperarías ganar una revolución anarquista matando personas, si eso no hace nada por tu objetivo? Lo importante es cultivar la cabeza de la gente, hacerle ver lo innecesario que es el Estado.

Cuarto. El anarquismo no es un desorden sino la solución a un desorden existente. Vemos las posiciones de poder como una alteración del orden natural de las cosas, en el que las personas logran cosas de acuerdo a su esfuerzo y no al de los demás. La existencia de privilegios (beneficios no merecidos) causa malestar y genera toda clase de sufrimientos y reacciones violentas, lo cual significa que no hay un orden, como pretenden hacernos creer.
Quinto. El anarquismo no es necesariamente un anhelo de paz, ni de justicia, ni de amor fraternal. Es solamente el deseo de jugar nuestra vida en un tablero donde los dados no estén cargados ni las cartas marcadas. El anarquismo sí es la aspiración a una sociedad de oportunidades, en donde el trabajo y la educación superior estén al alcance de todos. Eso es muy anarquista.
Sexto. La sociedad anarquista existe ahora mismo. Solamente tienes que mirar con otros ojos y de otra manera para verla. ¿Estás esperando que salga un Dirigente del Anarquismo por la televisión? ¿O a que se redacte la Constitución Anarquista? Entonces, ¡sigue esperando! Deberías darte cuenta de que nuestra postura nos hace ser diferentes y tomarnos las cosas de un modo diferente. Piensa un poco... Si las personas son más importantes en un mundo anarquista, ¿por qué nos iríamos a preocupar por unos medios de comunicación y unos locos diciendo que lo gobiernan todo? El anarquista se ríe de cuánto cuesta mantener esa locura. El centro no es la Casa Rosada, sino el hogar de cada uno de nosotros. Y el anarquista tiene su poder en la descentralización.
Séptimo. El trabajo es el valor supremo del anarquismo. Sin trabajo, nadie tendría nada. Y consideramos que las personas que esperan tener algo y no quieren trabajar para ganárselo, casi siempre traen problemas a los demás.
Octavo. El anarquismo no resolverá todos tus problemas. El mundo seguirá moviéndose, existirán las enfermedades y los dolores y las tristezas. El anarquismo solamente soluciona el mal de la autoridad y el desorden que éste causa. No esperes que todo sea perfecto porque probablemente no lo será. El mundo será mejor o peor según lo que hagan las personas que hay en él y eso te incluye. Si esperas un día anhelado para bajar los brazos, estás en un error. Siempre deberás mantenerte atento y activo por tu bien y el de tus seres queridos.
Noveno. No hagas caso a los movimientos que agregan extras al anarquismo. Las causas deben lucharse una por una y cuando uno las quiere luchar. Está muy mal querer mezclarlas. Porque puedes ser anarquista y no ser vegano, ¿por qué, entonces, alguien va a querer decirte que si no eres vegano, no eres anarquista? Eso es mentira. Y lo mismo pasa con otros movimientos, que pretenden ser parte del anarquismo y no lo son. Tampoco debes confundirte con lo que se hace llamar anarquismo y en realidad no lo es. Es sencillo darse cuenta. Sin autoridad, descentralizado, personal, ordenado, enfocado en dar oportunidades y bienestar, aplaudiendo el trabajo y el mérito, opuesto a los privilegios no ganados y a las posiciones de poder, negando la necesidad de obediencia, apoyando los acuerdos mutuos, así es el anarquismo.



 



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