José M. Oterino (Addenda, Madrid)
* Entrevistamos a Andrea Staid (Milán 1982), antropólogo y editor, profesor de antropología cultural y antropología visual en la Nuova Accademia di Belle Arti (NABA) de Milán. Sus investigaciones abarcan temas como los procesos de gentrificación, los fenómenos de autoorganización y modelado de la autorrepresentación, o el mundo de los migrantes y refugiados políticos. Hablamos con él sobre su último libro publicado en España por Bellaterra Edicions en 2021, Los condenados de la metrópolis: etnografía de migrantes en los márgenes de la legalidad.
- Empiezas en 2008 a investigar el tema de la inmigración y 13 años después continúas estudiándolo, ¿a qué se debe tu interés?
- Etnografía, Historia oral o Antropología de la migración, ¿qué es lo que encontraremos en Los condenados de la metrópolis?
° Este trabajo nace de la voluntad de analizar con un método antro-pológico las historias y decisionesde esas mujeres y hombres queviven en los márgenes de nues-tras ciudades; que cruzan nuestras metrópolis sin ser tenidos en cuenta ni escuchados, a no ser que acaben en los titulares de algún periódico, o como objeto de manipulación por parte del político o periodista de turno que utiliza sus nombres –o muy amenudo, tan solo el nombre de sus países de origen– para alimentar la política del miedo. Esa política tras la cual se parapetan las leyes liberticidas y se justifican unas técnicas de control social cada vez más precisas e invasivas,con bases de datos capaces de rastrear a cualquiera, y un aumento constante del número de policías y militares; con la proliferación de la videovigilancia; ahogando el intercambio cultural y la vida social en general.
Estoy convencido de que la antropología constituye un instru-mento demasiado potente y poliédrico como para permanecer encerrado dentro de los muros académicos. más bien creo que, hoy incluso más que antes, la antropología y el trabajo de campo se encuentran entre las herramientas más útiles para analizar y comprender las mutaciones, las contradicciones, los límites entre lo que consideramos sociedad legítima e ilegítima, los conflictos e hibridaciones que actúan en nuestras sociedades contemporáneas. En Los condenados de la metrópolis hablo de hombres y mujeres que no han aceptado vivir acampados entre cadáveres de automóviles en la periferia, o en cobertizos abandonados; y creen que no es justo trabajar ocho horas al día en una plantación de tomates por apenas veinte euros, arriesgándose en cualquier caso a terminar en la cárcel acusados de clandestinos. Que no aceptan que se les encierre en un ciE, las prisiones étnicas de nuestro tiempo, no por haber cometido crimen alguno, sino simplemente por haber nacido en otro país. Hombres y mujeres que después de afrontar un viaje largo y trágico, creen que es injusto no tener ningún tipo de derecho, ni bienvenida humana; y por esta razón deciden rebelarse.
- ¿Qué es el llamado “fortín de la droga” de Milán? ¿Por qué elegiste este lugar para incluirlo en tu análisis?
° Se trata de un bloque de 220 apartamentos, casi todos iguales, de entre 20 y 22 m2 cada uno, donde viven probablemente más de setecientas personas. Hay quien dice que, calculando el consumo de agua, podrían llegar a un millar. Un micro país; una comunidad que a día de hoy conforman migrantes venidos de todo el mundo, pero también inquilinos ancianos que llegaron del sur del país y otros italianos que buscan vivir en el centro de la ciudad por poco dinero, estudiantes y artistas. decidí contar las historias de este edificio porque resultan paradigmáticas a la hora de entender muchos de los temas centrales que quería abordar; para comprender lo borrosas que son las fronteras entre la ciudad legal y la ilegal y, sobre todo, para tratar de desmontar el monstruo de la propaganda mediática que agitan los titulares sin llegar nunca a profundizar en esas historias de vida. En las complejidades y las emociones de las personas que transitan y se encuentran en ese lugar injustamente llamado “fortaleza de las drogas”.
- ¿Cuánto de análisis de la realidad de la inmigración y cuánto de dar voz a las y los ilegales hay en este libro?
° Espero haber logrado ambas cosas. El objetivo fundamental de este trabajo de campo sobre la microcriminalidad migrante y la exclusión social es aclarar los nexos entre estructuras generales de poder y formas de subjetividad; comprender cómo y por qué sedecide delinquir y rebelarse contra los abusos cotidianos. Es poresto por lo que he intentado dar voz a los “condenados” de nuestras metrópolis, a sus problemas y sus posibilidades de redención. En cualquier caso, no pretendo mitificar su revuelta a partir del método etnográfico; es decir, de una práctica artesanal que impone decisiones políticas e interpretativas específicas. con esta etnografía de la micro criminalidad, o más bien de la transgresión de los límites de la legalidad, no pretendo presentar a los migrantes como las víctimas de una sociedad violenta, sino sencillamente, dar una imagen menos falsa que la creada a través de los medios de comunicación sobre quiénes son y cómo viven estos migrantes en Italia.
Traté de abordar esta problemática en el pasado con un ensayo sobre las nuevas esclavitudes, y ahora pensé que era conveniente completarla estudiando a quienes se rebelan contra la esclavitud. si el modo de rebelarse es justo o si se equivocan lo decidirán los lectores. personalmente, no me siento en posición de juzgar desde un plano ético las decisiones individuales; sin embargo, debo reconocer que desde uno meramente racional, salir de la legalidad parece la opción más lógica en su caso: considerando que el riesgo de acabar en prisión es el mismo para aquellos que deciden delinquir y para los que optan por continuar trabajando a cambio de un salario mísero, lo primero es tal vez lo razonable. dicho de otra forma, esto vendría a significar que si se aplicara la teoría del Homo œconomicus al migrante irregular, ante el estrecho horizonte de elección en que se mueven las posibilidades que se le ofrecen, un cálculo basado en costes y beneficios lo empujaría racionalmente a esa transgresión de los límites de la legalidad; y que en todo caso, lo que lo frena son sus propias coordenadas morales o religiosas.
- ¿Qué puede aportar la visión anarquista al mundo de la inmigración?
° Opino que lo más interesante que podemos y debemos hacer como movimiento libertario es, de hecho,descolonizar nuestra mirada. continuar haciéndolo en todo momento; y darnos cuenta de que por demasiado tiempo incluso nosotros hemos podido vernos cegados por el etnocentrismo. En este sentido, me parece que el encuentro con otras culturas, también en la cotidianeidad de las ciudades europeas, como es el caso, nos puede ayudar a repensar y emprender nuevos caminos sin por ello sacrificar los principios fundacionales del anarquismo.
[Entrevista publicada originalmente en el suplemento cultural Addenda # 90, Madrid, abril 2021. Número completo accesible en http://rojoynegro.info/sites/default/files/addenda%2090%20abril.pdf.]
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