Debate (A): Lógica instrumental y principios anarquistas

Wolfi Landstreicher

“Entre el dogma táctico y las expectativas estratégicas no elijo ni el uno ni el otro, porque estaría transformando el anarquismo, que para mí es una ética, una forma de ver y vivir la vida, en un ideal que debe realizarse a toda costa, mientras que allí no puede haber separación entre la teoría y la práctica … “Creo que la elección anarquista no puede subordinarse a eventos futuros, sino que debe, durante su curso real, llevar la marca de la diferencia, el placer, la dignidad”. -Massimo Passamani

Con bastante frecuencia en los círculos anarquistas, uno escuchará llamadas para que seamos más efectivos, para que actuemos más estratégicamente. Sin lugar a dudas, hay un lugar para tales llamadas, particularmente cuando parece haber tanta confusión sobre un proyecto revolucionario anarquista y tan poca inteligencia creativa dirigida a crear uno. Pero la mayoría de las veces, en estos llamados a la estrategia y la efectividad, la importancia de elegir ser anarquista y el significado de un proyecto insurreccional se pierde precisamente por la falta de una comprensión clara de lo que esto significaría en nuestras vidas. Por lo tanto, tales llamadas a menudo terminan produciendo una lógica instrumental que es paralela a la del capitalismo y el estado e incluso puede llegar al punto en que algunos anarquistas piden votar o escribir cartas solicitando a personas del Congreso, jueces y otras autoridades que actúen por nosotros. Por lo tanto, es necesario aclarar algunos principios básicos del pensamiento y la práctica anarquista y, por lo tanto, sentar las bases para un proyecto insurreccional anarquista.

Mientras que el significado básico de la anarquía es la simple negación de toda regla, el objetivo positivo sería la libertad de cada individuo para determinar cómo vivirá directamente a través de su propia actividad en relación con aquellos con quienes ella opta por interactuar y crear las condiciones de vida. Tal visión exige una práctica en la que ya existe lo que se prevé. Por lo tanto, antes de considerar la estrategia, las tácticas y la efectividad, queremos desarrollar una metodología mediante la cual podamos crear nuestras vidas y nuestras luchas en términos de esta visión. Dado que esta visión es una de la destrucción de todas las reglas y el desarrollo de vidas y relaciones autodeterminadas, la metodología de nuestra lucha debe rechazar el compromiso y la negociación con el poder, así como la delegación de nuestra capacidad de actuar a cualquiera de los llamados representante, líder u organización. Por lo tanto, los elementos básicos de una metodología insurreccional y anarquista incluirían: acción directa: actuar directamente para lograr el objetivo deseado en lugar de exigirle a una autoridad que actúe en su lugar; Autonomía: el rechazo a permitir que cualquier organización formal con su ideología y programa de acción prescritos determine cómo se luchará, sino más bien organizando las actividades de uno informalmente con otros que deciden actuar juntos para lograr sus objetivos; ataque: el rechazo de cualquier compromiso, mediación o acomodo con aquellos en el poder, siempre reconociéndolos como enemigos de la autodeterminación y sus ofertas de negociación como trucos para socavar la revuelta. Esta metodología no ofrece garantías de que la insurrección a gran escala se desarrolle o tenga éxito, pero garantiza que cualquier lucha llevada a cabo de esta manera es autodeterminada, la actividad de aquellos en lucha y no de sus líderes y representantes autoproclamados. Aquellos que toman esto como base para su actividad en el mundo crearán sus propias vidas en una lucha contra el mundo tal como es y contra todo pronóstico. Cuando esta metodología se utiliza en una lucha constante contra aspectos específicos del poder, es la base para desarrollar un proyecto que apunta a construir una insurrección antiautoritaria y anticapitalista.

Entonces, solo sobre la base de una visión anarquista tan clara y el desarrollo de una metodología que refleje esta visión, las cuestiones de táctica, estrategia y efectividad tienen sentido. Los diversos métodos de petición y negociación (cartas y llamadas telefónicas a representantes (de poder), litigios, apelaciones simbólicas a la conciencia de los poderosos, etc., pueden, de hecho, ser efectivos para “liberar” a un preso en particular, deteniendo un desarrollo particular, protegiendo particularmente 100 hectáreas de bosque u obteniendo un derecho civil particular, pero al delegar las decisiones reales a los amos de este mundo, estos métodos minan la autodeterminación. Nuestro objetivo es la destrucción de un orden social en el que existen las cárceles y difundir el ambiente de encarcelamiento en todo el terreno social, donde la necesidad de expansión económica tiene prioridad sobre la salud del planeta y la alegría en la vida, en la que las únicas opciones para nosotros son aquellos que mejoran el poder y el capital a nuestro cargo, en el que uno solo puede encontrar la libertad en una lucha que desafía todas las probabilidades en contra de todo el orden de existencia que se nos ha impuesto. La acción efectiva hacia este objetivo es una acción que se define a sí misma en términos de nuestro deseo de determinar nuestra existencia aquí y ahora. Cualquier otra cosa solo reforzará el poder, y desde el punto de vista de la práctica anarquista insurreccional, que no solo es una estrategia ineficaz y pobre, sino que de inmediato se autodestruye en el sentido más fuerte de ese término.

[Tomado de https://conelfuegoenlaspupilas.wordpress.com/2019/02/07/logica-instrumental-y-principios-anarquistas-wolfi-landstreicher/#more-406.]