miércoles, 12 de diciembre de 2018

Empresas de agua del Estado venezolano: Ahogadas en la indolencia, ineficiencia, improvisación, militarización, corrupción y desidia



Transparencia Venezuela

* Conclusiones del exhaustivo estudio sobre la situación actual de este sector de empresas del Estado, que en versión completa original es accesible en https://transparencia.org.ve/project/epe-ii-estudios-sector-agua.

Son lamentables las conclusiones sobre este sector. Podríamos decir que el deterioro de las EPE está asociado a una estructura política diseñada para socavar al Estado y por ende al ciudadano, dejando de hacer las tareas requeridas por la dinámica misma del servicio, irrespetando las leyes o normativas vigentes, para usufructuar el erario público y destruir la cultura de las EPE.
 
a) El manejo de las EPE del Servicio de Agua Potable y Saneamiento, está fundamentado en políticas populistas que han destruido las cadenas productivas y han llevado la calidad del servicio fuera de las normas (OMS, OPS) y leyes (Ley Penal del Ambiente,LOPSAPS).

b) La asociación con empresas extranjeras (ODEBRECHT, Camargo y Correa, China Camc Engineering Co) cuya mala praxis, dolo y contubernio con el Gobierno Nacional en obras vitales para el desarrollo, ha perjudicado las cadenas productivas y llevado al Servicio de Agua Potable y Saneamiento a niveles inaceptables desde el punto de vista de la calidad del agua y la frecuencia del suministro.

c) Las observaciones sobre las EPE de este sector dejan ver aspectos propios del manejo no democrático. Las empresas hidrológicas no publican la información exigida por la Ley (LOPSAPS, 2007), no permiten las visitas o inspecciones a los centros de tratamiento, no permiten inspecciones del poder legislativo y mucho menos ofrecen información de los sistemas de abastecimiento.

d) La militarización de las empresas hidrológicas propiedad del Estado, o más bien de todo el Sector AP y S, deja ver el desprecio por este servicio, colocando personal sin ningún tipo de destreza en estas actividades y arraigando la cultura militar. El Ministro de Ecosocialismo y Aguas, los presidentes de HIDROVEN, HIDROCAPITAL e HIDROCENTRO representan esta situación.

e) La percepción alcanzada a través de este estudio sobre las condiciones de las empresas hidrológicas propiedad del Estado es preocupante. La mayoría de los sistemas en Venezuela sólo alcanzan a cubrir adecuadamente el 60% de las necesidades del servicio de agua potable, y a tratar apenas el 27% de las aguas servidas (INE, 2011).

f) Del análisis se desprendió la fórmula irresponsable de las contrataciones con empresas extranjeras, en su mayoría asociadas con empresas nacionales en contubernio para delinquir, viéndose casos particulares emblemáticos del sector.

g) Se observa como una tendencia, la creación o eliminación de empresas como práctica cotidiana, igual que la rotación de personal directivo, pareciendo en este momento un repunte del grupo civil sobre el militar ante el fracaso estrepitoso de estos últimos.

h) Las contrataciones con organismos como la CAF (ver aparte 6, HIDROVEN) para la rehabilitación de las plantas de tratamiento no se han manejado de forma eficaz, dejando recursos cuantiosos sin aprovechar, a pesar de estar dirigidos o solicitados para un fin tan crucial como el tratamiento de las aguas.

i) Las continuas rotaciones de los dirigentes del Sector AP y S dejan ver lo precario de este gobierno y el irrespeto por las empresas públicas. El ministerio responsable del sector ha tenido más de 15 ministros en los últimos 19 años, (ministros del MARNR primero, Ecosocialismo y Aguas después, y ahora del Ministerio del Poder Popular de Atención de las Aguas), entre los cuales destacan: Atala Uriana, pasando por Jaqueline Farías, Alejandro Hichert, Cristóbal Francisco, Fabiola Muñoz, Miguel Rodríguez, Dante Rivas, Emilio Sempris, Henyck Rangel, Ramón Velásquez, Yubirí de Carrizales.

j) El nuevo Ministerio del Poder Popular de Atención de las Aguas tendrá bajo su responsabilidad las empresas operadoras, la Oficina Nacional de Desarrollo de los Servicios de Agua Potable y Saneamiento (ONDESAPS) y la Superintendencia (SUNSAPS) entre otros organismos, lo que mantiene al Ministerio como un organismo que controla las empresas operativas, las de planificación y la de supervisión y seguimiento, tareas que colidan o son contrapuestas.

k) El deterioro de las empresas de servicio conexas al Sector AP y S, como electricidad y telecomunicaciones, ha traído graves consecuencias en el servicio; la dependencia del servicio eléctrico –unos 2000 megavatios de demanda nacional- ha incidido negativamente en el servicio de los acueductos. Por otro lado, las comunicaciones son un elemento fundamental en las operaciones de las instalaciones: redes, estaciones de bombeo, plantas de tratamiento, sistema comercial, lo que ha generado disminución de la calidad del servicio.

l) Las cadena productiva del sector se ha visto afectada por el problema país al requerir el servicio productos de primera necesidad como sustancias químicas básicas para el control de la calidad, que se generaban en EPE (como Pequiven, El Tablazo o la Petroquímica de Morón), empresas cuya producción está en mínimo trayendo como consecuencia que las aguas a entregar a las poblaciones, industrias o comercios no cumplan con la calidad deseada.

m) La centralización ha sido una de las prácticas en el sector. Al no tener ninguna autonomía las empresas hidrológicas, todo el protagonismo recae en el gobierno central quien financia, planifica, escoge los socios y las estrategias. Esto se convierte en una forma de manejo, controlando las tarifas (congeladas desde el año 2004) lo que posibilita que sólo se cobre, a través del sistema comercial, el 5% de los gastos operativos.

n) El país debe conocer la profundidad de lo torcido o el contenido de maldad del gobierno que va más allá de los actos de corrupción. Metodología de las contrataciones llave en mano con contratistas internacionales quienes imponen sus métodos o tecnologías a su conveniencia y estafan al país con obras que no traen ningún beneficio (Tuy IV, Acueducto Bolivariano de Falcón, Sistema Campoma-Margarita).

o) Las inversiones en capacitación del personal de las empresas hidrológicas propiedad del Estado prácticamente no existen y los sueldos han llegado a tal paupérrimo nivel que las renuncias son masivas y el personal ni espera por sus prestaciones. Pareciera
que ya el Gobierno no tiene capacidad de mantener controlado el personal de las EPE.

p) El retraso en los planes de rehabilitación y mantenimiento de los sistemas implica inversiones imposibles en este momento por la caída del producto interno bruto, lo que irremediablemente significa una probable debacle del servicio.

q) El impacto al ambiente, debido al deterioro de las fuentes y cursos de agua producto de la incapacidad de tratamiento de las aguas servidas, es tal que la mayoría de los embalses están eutrificados, con aguas muy difíciles de tratar y que en estos momentos rebasan la capacidad de tratamiento de las plantas potabilizadoras. El porcentaje de tratamiento estaba en 27% en 2011 (INE) pero ahora, según datos extraoficiales no alcanza el 10%.


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