Shira Stieglitz
La diferencia salarial es un tema bastante discutido en Washington D.C., ya que en promedio las mujeres ganan 77 centavos por cada dólar que ganan los hombres. Desafortunadamente, parece que el sesgo de género podría ser incluso más extremo cuando se da en los lugares de trabajo digital de freelancers.
La investigación realizada por WebsitePlanet (WSP) recientemente descubrió que las freelancers ganan significativamente menos que los hombres, y en algunos casos hasta la mitad, en dos de las plataformas de freelancers más usadas y respetables: Upwork y Fiverr. Esto es estremecedor. Para las mujeres que están inmersas en esta gigeconomyy que dependen de estos mismos sitios web para encontrar trabajos, está directamente relacionado con su sustento personal.
La diferencia salarial es un tema bastante discutido en Washington D.C., ya que en promedio las mujeres ganan 77 centavos por cada dólar que ganan los hombres. Desafortunadamente, parece que el sesgo de género podría ser incluso más extremo cuando se da en los lugares de trabajo digital de freelancers.
La investigación realizada por WebsitePlanet (WSP) recientemente descubrió que las freelancers ganan significativamente menos que los hombres, y en algunos casos hasta la mitad, en dos de las plataformas de freelancers más usadas y respetables: Upwork y Fiverr. Esto es estremecedor. Para las mujeres que están inmersas en esta gigeconomyy que dependen de estos mismos sitios web para encontrar trabajos, está directamente relacionado con su sustento personal.
Una mirada más cercana a las ingresos de los freelancers
Para quienes no lo sepan, Upwork y Fiverr son plataformas de contratación de freelancers que cubren una variedad de industrias y servicios, incluyendo: escritura, diseño gráfico, asistentes personales y desarrolladores web. Cada plataforma funciona algo diferente:
- En Upwork, los individuos pujan activamente en proyectos. Un cliente publica un trabajo, para el que recibirá una serie de propuestas que especifican honorarios por hora para el trabajo o los honorarios totales por el proyecto. Tras revisar a los solicitantes, el cliente extenderá una oferta al o los freelancers que elija y empezará un contrato.
- En Fiverr prácticamente es al revés. Los freelancers publican sus habilidades y ponen precios a diferentes trabajos por niveles. Los clientes que buscan a una o varias personas para completar cierto trabajo, pueden buscar a diferentes individuos cualificados y, tras revisar una serie de perfiles, contactar al o a los freelancers para que completen el trabajo.
WSP investigó 121 perfiles en Upwork y 116 en Fiverr en algunas de las categorías más populares de trabajos como:
- Escritura (contenido web)
- Ventas y marketing
- Contabilidad y consultoría
- Producción de vídeos
- IT (desarrollo web, móvil y de software)
- Servicio de atención al cliente
Además de revisar los perfiles de los freelancers y lo que ofrecían o sus honorarios por hora, también se tuvieron en cuenta historiales de trabajo y calificaciones, así como la tasa de trabajos pasados completados (cuando era posible). Todas las categorías de trabajo incluían una división igual entre hombres y mujeres con antecedentes profesionales y educativos comparables, así como años de experiencia. Finalmente, todos los freelancers estaban ubicados en los Estados Unidos.
La brecha salarial digital de género sigue viva y coleando
En promedio, a lo largo de diferentes industrias en Upwork, los hombres cobraban 57% más por hora que las mujeres. Esta disparidad era todavía más extrema en Fiverr, donde los hombres usualmente cobraban 80% más por servicios comparables ofrecidos por mujeres. Los y las freelancers que revisamos tenían tasas de éxito similares y variaban máximo solo en uno o dos puntos de porcentaje (usualmente a favor de las mujeres). Las mujeres tendían a tener historias laborales ligeramente más largas en la plataforma de freelancers, aunque la diferencia no era demasiado significativa (2,32 y 2,07 años respectivamente). Esto es importante porque ayuda a descartar algunos factores que pueden contribuir posiblemente a la brecha salarial: calidad y experiencia. Sin embargo, no parecía haber diferencia entre géneros para ninguno de estos factores, ya que la investigación también mostró que tanto hombres como mujeres pueden incrementar su salario a lo largo del tiempo en la plataforma en un tercio. Esto tiene sentido, dada la acumulación de opiniones positivas y trabajos completados con el tiempo.
Muchos freelancers tienden a poner precios más bajos a sus servicios cuando están empezando. Después de todo, la parte más difícil es obtener ese primer trabajo. Lo que eso significa es que las mujeres tienden a ponerse un precio más bajo desde el principio y que no son capaces de compensar esa diferencia con el tiempo. Los hombres también piden menos cuando están empezando, sin embargo, esta cifra tiende a ser mayor que la que piden las mujeres, incluso después de que ellas siguen ganando experiencia y opiniones en la plataforma. Básicamente, las mujeres empiezan con una brecha de género y luego se quedan atascadas allí.
Tanto en Upwork como en Fiverr, hay categorías en las que las mujeres tienden a ganar más que los hombres, como escritura y SEO. No obstante, vale la pena mencionar que la desigualdad salarial aquí es mucho menos extrema. Por ejemplo, en Upwork, los escritores ganan 93 centavos por cada dólar de las escritoras, mientras que un hombre que ofrece servicios de contabilidad o consultoría gana 2,19 $ por cada dólar que una mujer gana en el mismo campo.
¿Qué es lo que está generando esta disparidad y quién es el culpable?
Cuando leemos sobre sesgo de género en el lugar de trabajo, la primera reacción de muchas personas es culpar a la compañía: ¿Cómo puede un negocio justificar pagar un sueldo diferente entre una mujer y un hombre que tienen la misma descripción de trabajo? ¿Pero qué pasa cuando los empleados no reciben un sueldo y es la misma persona la que indica los honorarios por los que está dispuesta a trabajar? ¿Las compañías tienen alguna responsabilidad? Seguramente no podemos esperar que un cliente pague a los solicitantes más de lo que ellos mismos piden. También sabemos que la primera obligación de una compañía es hacia sus accionistas y que están buscando un equilibrio perfecto entre coste y calidad. Si pueden obtener un mejor producto por menor precio, ¿quién los puede culpar? La conclusión es que a las mujeres les están pagando menos porque están pujando o aceptando trabajos por menos dinero. Esto se debe a que perciben sus habilidades como menos valiosas o porque creen (por la razón que sea) que deben ofrecer unos honorarios menores para tener una mejor probabilidad de ganar un trabajo.
En los lugares de trabajo tradicionales, las mujeres se han hecho notorias por ser más reservadas, algo que a menudo les afecta negativamente en lo laboral. Está bien documentado que es menos probable que las mujeres hablen durante una reunión o pidan un aumento, debido a que no quieren parecer obstinadas o demasiado agresivas. También es menos probable que las mujeres soliciten una vacante disponible cuando sienten que no cumplen todos los criterios de la descripción del trabajo, mientras que es más probable que los hombres se presenten y asuman que pueden “desarrollarse” para cumplir con los requisitos y aprender el trabajo.
Parece que estas mismas reservas pueden estar limitando a las mujeres del mundo freelancer en los lugares de trabajo digital. Al menospreciar sus habilidades y experiencia, las mujeres esperan menos y a menudo obtienen menos como resultado.
Para quienes no lo sepan, Upwork y Fiverr son plataformas de contratación de freelancers que cubren una variedad de industrias y servicios, incluyendo: escritura, diseño gráfico, asistentes personales y desarrolladores web. Cada plataforma funciona algo diferente:
- En Upwork, los individuos pujan activamente en proyectos. Un cliente publica un trabajo, para el que recibirá una serie de propuestas que especifican honorarios por hora para el trabajo o los honorarios totales por el proyecto. Tras revisar a los solicitantes, el cliente extenderá una oferta al o los freelancers que elija y empezará un contrato.
- En Fiverr prácticamente es al revés. Los freelancers publican sus habilidades y ponen precios a diferentes trabajos por niveles. Los clientes que buscan a una o varias personas para completar cierto trabajo, pueden buscar a diferentes individuos cualificados y, tras revisar una serie de perfiles, contactar al o a los freelancers para que completen el trabajo.
WSP investigó 121 perfiles en Upwork y 116 en Fiverr en algunas de las categorías más populares de trabajos como:
- Escritura (contenido web)
- Ventas y marketing
- Contabilidad y consultoría
- Producción de vídeos
- IT (desarrollo web, móvil y de software)
- Servicio de atención al cliente
Además de revisar los perfiles de los freelancers y lo que ofrecían o sus honorarios por hora, también se tuvieron en cuenta historiales de trabajo y calificaciones, así como la tasa de trabajos pasados completados (cuando era posible). Todas las categorías de trabajo incluían una división igual entre hombres y mujeres con antecedentes profesionales y educativos comparables, así como años de experiencia. Finalmente, todos los freelancers estaban ubicados en los Estados Unidos.
La brecha salarial digital de género sigue viva y coleando
En promedio, a lo largo de diferentes industrias en Upwork, los hombres cobraban 57% más por hora que las mujeres. Esta disparidad era todavía más extrema en Fiverr, donde los hombres usualmente cobraban 80% más por servicios comparables ofrecidos por mujeres. Los y las freelancers que revisamos tenían tasas de éxito similares y variaban máximo solo en uno o dos puntos de porcentaje (usualmente a favor de las mujeres). Las mujeres tendían a tener historias laborales ligeramente más largas en la plataforma de freelancers, aunque la diferencia no era demasiado significativa (2,32 y 2,07 años respectivamente). Esto es importante porque ayuda a descartar algunos factores que pueden contribuir posiblemente a la brecha salarial: calidad y experiencia. Sin embargo, no parecía haber diferencia entre géneros para ninguno de estos factores, ya que la investigación también mostró que tanto hombres como mujeres pueden incrementar su salario a lo largo del tiempo en la plataforma en un tercio. Esto tiene sentido, dada la acumulación de opiniones positivas y trabajos completados con el tiempo.
Muchos freelancers tienden a poner precios más bajos a sus servicios cuando están empezando. Después de todo, la parte más difícil es obtener ese primer trabajo. Lo que eso significa es que las mujeres tienden a ponerse un precio más bajo desde el principio y que no son capaces de compensar esa diferencia con el tiempo. Los hombres también piden menos cuando están empezando, sin embargo, esta cifra tiende a ser mayor que la que piden las mujeres, incluso después de que ellas siguen ganando experiencia y opiniones en la plataforma. Básicamente, las mujeres empiezan con una brecha de género y luego se quedan atascadas allí.
Tanto en Upwork como en Fiverr, hay categorías en las que las mujeres tienden a ganar más que los hombres, como escritura y SEO. No obstante, vale la pena mencionar que la desigualdad salarial aquí es mucho menos extrema. Por ejemplo, en Upwork, los escritores ganan 93 centavos por cada dólar de las escritoras, mientras que un hombre que ofrece servicios de contabilidad o consultoría gana 2,19 $ por cada dólar que una mujer gana en el mismo campo.
¿Qué es lo que está generando esta disparidad y quién es el culpable?
Cuando leemos sobre sesgo de género en el lugar de trabajo, la primera reacción de muchas personas es culpar a la compañía: ¿Cómo puede un negocio justificar pagar un sueldo diferente entre una mujer y un hombre que tienen la misma descripción de trabajo? ¿Pero qué pasa cuando los empleados no reciben un sueldo y es la misma persona la que indica los honorarios por los que está dispuesta a trabajar? ¿Las compañías tienen alguna responsabilidad? Seguramente no podemos esperar que un cliente pague a los solicitantes más de lo que ellos mismos piden. También sabemos que la primera obligación de una compañía es hacia sus accionistas y que están buscando un equilibrio perfecto entre coste y calidad. Si pueden obtener un mejor producto por menor precio, ¿quién los puede culpar? La conclusión es que a las mujeres les están pagando menos porque están pujando o aceptando trabajos por menos dinero. Esto se debe a que perciben sus habilidades como menos valiosas o porque creen (por la razón que sea) que deben ofrecer unos honorarios menores para tener una mejor probabilidad de ganar un trabajo.
En los lugares de trabajo tradicionales, las mujeres se han hecho notorias por ser más reservadas, algo que a menudo les afecta negativamente en lo laboral. Está bien documentado que es menos probable que las mujeres hablen durante una reunión o pidan un aumento, debido a que no quieren parecer obstinadas o demasiado agresivas. También es menos probable que las mujeres soliciten una vacante disponible cuando sienten que no cumplen todos los criterios de la descripción del trabajo, mientras que es más probable que los hombres se presenten y asuman que pueden “desarrollarse” para cumplir con los requisitos y aprender el trabajo.
Parece que estas mismas reservas pueden estar limitando a las mujeres del mundo freelancer en los lugares de trabajo digital. Al menospreciar sus habilidades y experiencia, las mujeres esperan menos y a menudo obtienen menos como resultado.
Así que, chicas, ¿hacia dónde vamos ahora?
Estas plataformas digitales de contratación de la era moderna han sido pregonadas como una forma de acabar con el sesgo en el lugar de trabajo. Esto se debe a que permite a los clientes ponerse en contacto con candidatos cualificados con base en sus habilidades, lo que elimina los determinantes superficiales como la edad, el sexo o la raza. Sin embargo, dado que estos tipos de lugares de trabajo están más alejados de la discusión sobre brecha salarial y, como resultado, de las discusiones sobre responsabilidad y legislación; puede haber pocos incentivos para aplicar realmente la igualdad salarial, especialmente con clientes que pueden estar buscando específicamente “trabajadores baratos”. Esto puede tener un impacto directo en estudiantes universitarios, quienes a menudo usan los sitios web de freelancers como una forma de ganar experiencia antes de introducirse formalmente en el mercado laboral. Esto podría estar preparando potencialmente a las mujeres para una vida profesional de menores ganancias.
¿Esto quiere decir que las freelancers deberían empezar a usar nombres neutrales como Alex o Cris y pedirles a sus hermanos o novios que aparezcan en las fotos de perfil para subir sus honorarios? Esperemos que no llegue a eso. Primero que todo, las mujeres (y realmente todos) deberían centrarse en crear un perfil de freelancer tan potente como sea posible, para justificar los honorarios que se merecen.
- Investiga previamente: al preparar tu perfil, echa un vistazo a lo que cobran los mejores freelancers y los más exitosos de tu campo por trabajos similares, encuentra a quienes tengan experiencia y credenciales comparables y ponte un precio correspondiente (¡recuerda que tienes oportunidad de crecer!).
- Enfatiza tus puntos de diferenciación: En tu perfil o aplicaciones, fíjate en lo que te separa a ti de la competencia (sin importar el género) y cómo puedes dar ese valor añadido a cualquier proyecto o compañía.
- Enorgullécete de tu trabajo y experiencia: Puede parecer que se es fanfarrón si se habla de uno mismo, pero al final del día, los clientes quieren freelancers que puedan entregar trabajo de calidad. Así que escoge muestras de trabajo potentes que demuestren tu experiencia y les dé a los clientes una idea de qué pueden esperar.
- Pide opiniones y recomendaciones detalladas: si has tenido una experiencia positiva de trabajo con un cliente, pide una opinión detallada antes de cerrar el trabajo, ya que muchos clientes te darán solo “cinco estrellas” sin entrar en detalles. Pero en estas plataformas, las opiniones son la clave y pueden ayudarte tremendamente.
- Destaca cualquier certificación relevante: los individuos con niveles educativos más altos o competencias certificadas ganan más en promedio, así que asegúrate de resaltar cualquier experiencia o logro relevante que pueda ayudarte a justificar los honorarios altos.
- Habla con absolutos y definitivos: decir que puedes hacer algo o que definitivamente lo harás da una sensación más fuerte que decir “puedo” y “me gustaría”. Si usas términos definitivos proyectas confianza y eso puede ayudar a un cliente a imaginarte en el trabajo.
- Defiende tus honorarios: si estás solicitando un trabajo que tiene un precio menor al que usualmente aceptarías o si un potencial cliente regatea una propuesta, no tengas miedo de mantenerte fuerte. Puedes explicar por qué tus honorarios están justificados y cómo se verá esto reflejado en el producto final.
Más allá de eso, es importante que las mujeres continúen buscando oportunidades con poder de contratación. Las mujeres necesitan cuidar unas de otras para ayudar a aliviar cualquier desigualdad existente, ya sea como resultado de un sesgo del cliente o autoinfligido. Deben asegurarse de que a las mujeres contratadas se les ofrezcan los mismos honorarios que a un hombre. Necesitamos estar juntas y darnos valor para disminuir esta brecha salarial, tanto en los ambientes laborales físicos como digitales. Como cantó la ya fallecida Aretha Franklin “Las hermanas lo están haciendo por sí mismas”.
[Tomado de https://www.websiteplanet.com/es/blog/informe-las-mujeres-freelancers-en-upwork-y-fiverr-ganan-menos-que-los-hombres.]
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