Consejo Federal FORA (Federación Obrera Regional Argentina)
El gobierno hace todo lo
posible por defender los intereses del poder económico mundial. Por un lado
avanzan en un despliegue militar en todo el país para el control social y
territorial, favoreciendo el saqueo de las potencias mundiales hacia nuestros
recursos naturales. Por otro lado apuntan a reformar fuertemente la legislación
laboral para aumentar las ganancias empresariales, bajo el ya conocido
argumento de que la normativa vigente desalienta la llegada de inversiones.
Para lograr todo esto necesita fortalecer el sometimiento al pueblo trabajador
por todos los medios posibles, lo que podemos notar en el aumento de la
cantidad de detenidos y detenidas en varias movilizaciones obreras, como
astilleros en la Plata y el Ministerio de Agroindustria.
Pero sabemos que la represión no
se detiene en la cárcel sino que continúa con los fusilamientos a sangre fría
con pleno respaldo estatal. Ejemplo de esto es el símbolo actual del gatillo
fácil, el policía Chocobar, que fue felicitado y respaldado por el gobierno,
así como también sigue la defensa de los gendarmes que asesinaron a Santiago
Maldonado. Estos actos le sacan el bozal a la policía para disparar primero y
preguntar después. Una de las consecuencias más tristes y que nos llena de
bronca de esta vía libre a la policía es el asesinato de Ismael Ramírez de 13
años, en Chaco tras la represión de un reclamo vecinal en un supermercado.
Por otro lado en materia laboral,
los trabajadores y trabajadoras venimos soportando una permanente y continua
ofensiva sobre nuestras condiciones de trabajo y de vida. El objetivo de esta
ofensiva es aumentar las ganancias empresariales mediante la flexibilización
laboral y precarización, ya que la variable de ajuste para lograr eso son los
métodos y resultados de la explotación laboral, es decir, las condiciones de
contratación y el valor de nuestro sueldo. La precarización tiene un doble
propósito: además de aumentar la explotación de la fuerza de trabajo, produce
enfrentamientos y diferenciaciones entre la misma clase obrera, facilitando
nuestro disciplinamiento estando en permanente división.
En estos momentos donde los
despidos están a la orden del día, una de las principales medidas patronales
son los despidos del personal ‘eventual’, ‘contratado’ o ‘tercerizado’; no solo
por el bajo costo, sino también por la facilidad con la que pueden hacerlo al
no haber resistencia por parte de la planta permanente y mucho menos de los
sindicatos. Estas estrategias patronales las vemos en la diversidad de
situaciones contractuales y en la naturalización de las condiciones precarias
en la que ingresamos al mercado de trabajo con contratos eventuales, o
pasantías, o directamente ‘en negro’. La alta rotación es uno de los principales
obstáculos para la organización, ya que es muy difícil generar un vínculo
solidario horizontal entre ambos tipos de trabajadores y trabajadoras
(permanentes y eventuales), reforzando las prácticas individuales de todo tipo.
Esta situación no es nueva, aunque aparece complejizada justamente
por la diversidad de relaciones de trabajo, la profundidad de la fragmentación
y, por sobre todas las cosas, por la ausencia de organizaciones sindicales
combativas que enfrenten esto. A lo largo de la historia de la lucha de clases siempre
han existido obstáculos que dificultaron la organización pero la clase
trabajadora siempre encontró caminos para resistir estos atropellos, y esta
época no debería ser la excepción. Asimismo suelen existir claras diferencias
en el accionar de las organizaciones gremiales existentes. Tenemos la ya
conocida burocracia sindical, enquistada en los sindicatos sirviendo al
gobierno de turno, con el exponente máximo de la CGT. Pero también podemos
afirmar que hubo, hay y habrá resistencia. Quienes más se han planteado darse
una política para revertir el ataque a los derechos laborales son los cuerpos
de delegados, comisiones internas y algunos sindicatos combativos, como por ejemplo
la organización de la Línea 60 de colectivos en Bs.As, el Sindicato de
aceiteros, de astilleros, y los docentes en el plano estatal.
En la construcción de estrategias
para combatir la precarización el activismo sindical enfrenta diversos
obstáculos, entre los principales podemos mencionar:
° Las políticas anti sindicales y
persecutorias de las empresas; frente a las cuales, se recurre a la militancia
sumamente clandestina hasta poder hacer una “elección de delegados”
incorporando la planta precarizada a las reivindicaciones gremiales.
° La burocracia sindical que
impide constantemente todo cambio en la empresa, volviéndose incluso un enemigo
directo y visible sin disfraz cuando el activismo sindical se muestra de manera
pública.
° Las políticas empresariales que
fomentan la competencia y el individualismo para lograr la efectivización o el
‘pase a planta’, lo cual se enfrenta principalmente a través de la discusión
cotidiana y de los procesos de organización concretos.
° La dificultad ya mencionada
para construir colectivos que unifiquen a la planta efectiva de la eventual.
° El desarrollo de nuevas
tecnologías que fomentan las empresas unipersonales desdibujando la relación de
dependencia y el compañerismo, escondiendo un gigantesco fraude laboral.
° El gran número de locales
chicos con poco personal, donde la relación con la patronal es directa y se da
en gran desventaja, ya que favorecen el trabajo en negro y los acuerdos
personales a la baja de los convenios colectivos de trabajo.
Estos obstáculos, si bien parecen imponentes e invencibles, se
pueden superar generando espacios solidarios de encuentro e intercambio;
presentando reivindicaciones comunes en planes de lucha y negociaciones;
fomentando instancias de organización asamblearias donde se incluya a la planta
precarizada, haciendo de todo el conjunto sus propias reivindicaciones. También
existe la táctica de construir organizaciones sindicales propias, paralelas a
las ya existentes. Los casos del SIMECA en el gremio motoquero disuelto hace
pocos años, del Sitraic en Construcción, de UTC en el rubro textil o de la
AGTSYP en el Subte son ejemplos de esto.
Las distintas formas que han
tomado las respuestas obreras a las estrategias empresarias de precarización
del empleo y división de la clase obrera son procesos y construcciones de largo
plazo. Varían desde la autoorganización de la planta precarizada, pasando por
la solidaridad entre trabajadores y trabajadoras contra la dirección sindical,
hasta situaciones en las que la iniciativa es tomada por la organización
sindical completa.
La organización de base es el
inicio y sustento de las diversas formas de resistencia y articulación obrera,
teniendo que lidiar con las estructuras y direcciones sindicales burocráticas
legalizadas por el Estado y las patronales.
Nuestro rol en la actualidad
Se comprueba la necesidad de
trabajar en forma clandestina sin exponerse hasta tener la fuerza suficiente
para asegurarse la posibilidad de dar respuesta a las siempre presentes
represalias patronales con la complicidad de la burocracia sindical. En el
mismo sentido mostró ser efectiva la coordinación con organizaciones sociales
en campañas de denuncia y agitación, sobre todo en cuestiones urgentes a corto
plazo. En cuanto a métodos prácticos la asamblea y la acción directa siguen
siendo armas fundamentales de la clase obrera. Éstas son eficaces para
enfrentar las avanzadas patronales, ya que rompen con el esquema vertical del
sindicalismo de Estado y acostumbran a los trabajadores y trabajadoras a
participar, debatir, tomar decisiones y defender sus ideas e intereses.
Sin embargo en todos los casos
fue necesario utilizar algunas herramientas legales, que contribuyeron a
sostener las reivindicaciones de los trabajadores y trabajadoras, o a proteger
a quienes se estaban organizando. En aquellos casos en que la organización gremial
actuó, la tendencia fue desintegrar las divisiones dentro del sector efectivo
con el sector más precarizado; construyendo espacios de participación conjunta
y unificando reivindicaciones.
Por otro lado sabemos también que
los logros conseguidos intentan ser revertidos por las patronales cuando cambia
la correlación de fuerzas, llegando incluso a eliminar todo tipo de
organización gremial. Lo que esto nos demuestra es la necesidad de consolidar
los procesos organizativos por reivindicaciones en colectivos estables y
duraderos. Mantener permanente la Organización gremial dentro del lugar de
trabajo nos da la capacidad de sostener los logros y de canalizar
reivindicaciones nuevas.
Debemos seguir acompañando a
quienes nos rodean y pensar continuamente cómo organizarnos para hacer frente a
tanta agresión del Estado y el capitalismo. Cuando el Poder supera las amenazas
y las medidas sutiles de disciplinamiento para entrar en una nueva etapa de
sometimiento; cuando nos ponen un pie sobre la cabeza para vencer cualquier
tipo de resistencia; y cuando la represión aumenta a diario, debemos asegurar
nuestra presencia en las calles con el laburo, el barrio y el pueblo
trabajador.
Nuestro deber es estar ahí, sin plantarnos como vanguardia,
promoviendo la coordinación, la organización y la acción directa. Tenemos el
convencimiento que la emancipación será el resultado de un proceso de lucha y
organización popular, y sabiendo que hoy somos una pequeña parte del pueblo
trabajador, que busca dejar huella en la construcción de su libertad.
En este difícil y duro panorama
sostenemos el tremendo potencial que tiene la F.O.R.A. como organización
de clase, gremial y social para servir a la lucha de la clase obrera. Y siendo
consecuente con este espíritu comunal e ingobernable, somos conscientes de que
nuestra tarea principal es participar en el proceso de organización de los
trabajadores y trabajadoras, construyendo formas de Organizaciones gremial
basadas en los valores federalistas que dan vida y forma a la F.O.R.A.
Solo con una Organización horizontal y federalista los
trabajadores y trabajadoras vamos a dejar de correr tras las urgencias que nos
imponen los distintos gobiernos y construir una sociedad de personas libres e
iguales.
[Publicado originalmente en el periódico Organización Obrera # 76, Buenos Aires, septiembre-octubre 2018.
Número completo accesible en https://mega.nz/#!VIYRkQwC!dim08zaMdi7OTgHT9JqU5uufjxnoiOWhs8rrXikhLGo].
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