lunes, 17 de septiembre de 2018

Argentina: Contra el ajuste y la represión, resistencia y organización


Consejo Federal FORA (Federación Obrera Regional Argentina)

El gobierno hace todo lo posible por defender los intereses del poder económico mundial. Por un lado avanzan en un despliegue militar en todo el país para el control social y territorial, favoreciendo el saqueo de las potencias mundiales hacia nuestros recursos naturales. Por otro lado apuntan a reformar fuertemente la legislación laboral para aumentar las ganancias empresariales, bajo el ya conocido argumento de que la normativa vigente desalienta la llegada de inversiones. Para lograr todo esto necesita fortalecer el sometimiento al pueblo trabajador por todos los medios posibles, lo que podemos notar en el aumento de la cantidad de detenidos y detenidas en varias movilizaciones obreras, como astilleros en la Plata y el Ministerio de Agroindustria.
 
Pero sabemos que la represión no se detiene en la cárcel sino que continúa con los fusilamientos a sangre fría con pleno respaldo estatal. Ejemplo de esto es el símbolo actual del gatillo fácil, el policía Chocobar, que fue felicitado y respaldado por el gobierno, así como también sigue la defensa de los gendarmes que asesinaron a Santiago Maldonado. Estos actos le sacan el bozal a la policía para disparar primero y preguntar después. Una de las consecuencias más tristes y que nos llena de bronca de esta vía libre a la policía es el asesinato de Ismael Ramírez de 13 años, en Chaco tras la represión de un reclamo vecinal en un supermercado.

Por otro lado en materia laboral, los trabajadores y trabajadoras venimos soportando una permanente y continua ofensiva sobre nuestras condiciones de trabajo y de vida. El objetivo de esta ofensiva es aumentar las ganancias empresariales mediante la flexibilización laboral y precarización, ya que la variable de ajuste para lograr eso son los métodos y resultados de la explotación laboral, es decir, las condiciones de contratación y el valor de nuestro sueldo. La precarización tiene un doble propósito: además de aumentar la explotación de la fuerza de trabajo, produce enfrentamientos y diferenciaciones entre la misma clase obrera, facilitando nuestro disciplinamiento estando en permanente división.

En estos momentos donde los despidos están a la orden del día, una de las principales medidas patronales son los despidos del personal ‘eventual’, ‘contratado’ o ‘tercerizado’; no solo por el bajo costo, sino también por la facilidad con la que pueden hacerlo al no haber resistencia por parte de la planta permanente y mucho menos de los sindicatos. Estas estrategias patronales las vemos en la diversidad de situaciones contractuales y en la naturalización de las condiciones precarias en la que ingresamos al mercado de trabajo con contratos eventuales, o pasantías, o directamente ‘en negro’. La alta rotación es uno de los principales obstáculos para la organización, ya que es muy difícil generar un vínculo solidario horizontal entre ambos tipos de trabajadores y trabajadoras (permanentes y eventuales), reforzando las prácticas individuales de todo tipo.

Esta situación no es nueva, aunque aparece complejizada justamente por la diversidad de relaciones de trabajo, la profundidad de la fragmentación y, por sobre todas las cosas, por la ausencia de organizaciones sindicales combativas que enfrenten esto. A lo largo de la historia de la lucha de clases siempre han existido obstáculos que dificultaron la organización pero la clase trabajadora siempre encontró caminos para resistir estos atropellos, y esta época no debería ser la excepción. Asimismo suelen existir claras diferencias en el accionar de las organizaciones gremiales existentes. Tenemos la ya conocida burocracia sindical, enquistada en los sindicatos sirviendo al gobierno de turno, con el exponente máximo de la CGT. Pero también podemos afirmar que hubo, hay y habrá resistencia. Quienes más se han planteado darse una política para revertir el ataque a los derechos laborales son los cuerpos de delegados, comisiones internas y algunos sindicatos combativos, como por ejemplo la organización de la Línea 60 de colectivos en Bs.As, el Sindicato de aceiteros, de astilleros, y los docentes en el plano estatal.

En la construcción de estrategias para combatir la precarización el activismo sindical enfrenta diversos obstáculos, entre los principales podemos mencionar:
° Las políticas anti sindicales y persecutorias de las empresas; frente a las cuales, se recurre a la militancia sumamente clandestina hasta poder hacer una “elección de delegados” incorporando la planta precarizada a las reivindicaciones gremiales.
° La burocracia sindical que impide constantemente todo cambio en la empresa, volviéndose incluso un enemigo directo y visible sin disfraz cuando el activismo sindical se muestra de manera pública.
° Las políticas empresariales que fomentan la competencia y el individualismo para lograr la efectivización o el ‘pase a planta’, lo cual se enfrenta principalmente a través de la discusión cotidiana y de los procesos de organización concretos.
° La dificultad ya mencionada para construir colectivos que unifiquen a la planta efectiva de la eventual.
° El desarrollo de nuevas tecnologías que fomentan las empresas unipersonales desdibujando la relación de dependencia y el compañerismo, escondiendo un gigantesco fraude laboral.
° El gran número de locales chicos con poco personal, donde la relación con la patronal es directa y se da en gran desventaja, ya que favorecen el trabajo en negro y los acuerdos personales a la baja de los convenios colectivos de trabajo.

Estos obstáculos, si bien parecen imponentes e invencibles, se pueden superar generando espacios solidarios de encuentro e intercambio; presentando reivindicaciones comunes en planes de lucha y negociaciones; fomentando instancias de organización asamblearias donde se incluya a la planta precarizada, haciendo de todo el conjunto sus propias reivindicaciones. También existe la táctica de construir organizaciones sindicales propias, paralelas a las ya existentes. Los casos del SIMECA en el gremio motoquero disuelto hace pocos años, del Sitraic en Construcción, de UTC en el rubro textil o de la AGTSYP en el Subte son ejemplos de esto.

Las distintas formas que han tomado las respuestas obreras a las estrategias empresarias de precarización del empleo y división de la clase obrera son procesos y construcciones de largo plazo. Varían desde la autoorganización de la planta precarizada, pasando por la solidaridad entre trabajadores y trabajadoras contra la dirección sindical, hasta situaciones en las que la iniciativa es tomada por la organización sindical completa.

La organización de base es el inicio y sustento de las diversas formas de resistencia y articulación obrera, teniendo que lidiar con las estructuras y direcciones sindicales burocráticas legalizadas por el Estado y las patronales.

Nuestro rol en la actualidad

Se comprueba la necesidad de trabajar en forma clandestina sin exponerse hasta tener la fuerza suficiente para asegurarse la posibilidad de dar respuesta a las siempre presentes represalias patronales con la complicidad de la burocracia sindical. En el mismo sentido mostró ser efectiva la coordinación con organizaciones sociales en campañas de denuncia y agitación, sobre todo en cuestiones urgentes a corto plazo. En cuanto a métodos prácticos la asamblea y la acción directa siguen siendo armas fundamentales de la clase obrera. Éstas son eficaces para enfrentar las avanzadas patronales, ya que rompen con el esquema vertical del sindicalismo de Estado y acostumbran a los trabajadores y trabajadoras a participar, debatir, tomar decisiones y defender sus ideas e intereses.

Sin embargo en todos los casos fue necesario utilizar algunas herramientas legales, que contribuyeron a sostener las reivindicaciones de los trabajadores y trabajadoras, o a proteger a quienes se estaban organizando. En aquellos casos en que la organización gremial actuó, la tendencia fue desintegrar las divisiones dentro del sector efectivo con el sector más precarizado; construyendo espacios de participación conjunta y unificando reivindicaciones.

Por otro lado sabemos también que los logros conseguidos intentan ser revertidos por las patronales cuando cambia la correlación de fuerzas, llegando incluso a eliminar todo tipo de organización gremial. Lo que esto nos demuestra es la necesidad de consolidar los procesos organizativos por reivindicaciones en colectivos estables y duraderos. Mantener permanente la Organización gremial dentro del lugar de trabajo nos da la capacidad de sostener los logros y de canalizar reivindicaciones nuevas.

Debemos seguir acompañando a quienes nos rodean y pensar continuamente cómo organizarnos para hacer frente a tanta agresión del Estado y el capitalismo. Cuando el Poder supera las amenazas y las medidas sutiles de disciplinamiento para entrar en una nueva etapa de sometimiento; cuando nos ponen un pie sobre la cabeza para vencer cualquier tipo de resistencia; y cuando la represión aumenta a diario, debemos asegurar nuestra presencia en las calles con el laburo, el barrio y el pueblo trabajador.

Nuestro deber es estar ahí, sin plantarnos como vanguardia, promoviendo la coordinación, la organización y la acción directa. Tenemos el convencimiento que la emancipación será el resultado de un proceso de lucha y organización popular, y sabiendo que hoy somos una pequeña parte del pueblo trabajador, que busca dejar huella en la construcción de su libertad.

En este difícil y duro panorama sostenemos el tremendo potencial que tiene la F.O.R.A. como organización de clase, gremial y social para servir a la lucha de la clase obrera. Y siendo consecuente con este espíritu comunal e ingobernable, somos conscientes de que nuestra tarea principal es participar en el proceso de organización de los trabajadores y trabajadoras, construyendo formas de Organizaciones gremial basadas en los valores federalistas que dan vida y forma a la F.O.R.A.

Solo con una Organización horizontal y federalista los trabajadores y trabajadoras vamos a dejar de correr tras las urgencias que nos imponen los distintos gobiernos y construir una sociedad de personas libres e iguales.

[Publicado originalmente en el periódico Organización Obrera # 76, Buenos Aires, septiembre-octubre 2018. Número completo accesible en https://mega.nz/#!VIYRkQwC!dim08zaMdi7OTgHT9JqU5uufjxnoiOWhs8rrXikhLGo].


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