miércoles, 26 de septiembre de 2018

8.372 protestas populares de calle en Venezuela de enero a agosto de 2018



Correo del Caroní

El Observatorio Venezolano de Conflictividad Social (OVCS) documentó 894 protestas en agosto de 2018, un promedio de 30 reclamos diarios.En comparación con el mismo mes del año pasado, cuando se documentaron 742 manifestaciones, esta cifra representa un aumento de 20%.

La exigencia de Derechos Económicos, Sociales, Culturales y Ambientales (Desca) nuevamente es el eje central con un 88% de las protestas documentadas en agosto de 2018. Del total registrado, en 198 reclamos se exigieron distintos derechos simultáneos, lo que se denomina protestas combinadas. Miranda, Distrito Capital, Bolívar, Mérida, Táchira y Zulia fueron las entidades con mayores índices de protestas. Las manifestaciones laborales se mantienen en el primer lugar de conflictos en el país, con un total de 347 reclamos por desmejoras salariales e incumplimiento de contratos colectivos.


El sector salud encabezó los conflictos. En agosto, profesionales de distintas áreas realizaron acciones de calles. Cabe recordar que enfermeras y otros trabajadores de hospitales superaron los 60 días de protestas en demanda de salarios dignos, insumos médicos, condiciones sanitarias e infraestructura óptimas para la atención de pacientes.

Protestas en el sector salud
Las 176 acciones de calle de los trabajadores del sector salud se unen a las 20 que realizaron pacientes, enfermos crónicos y familiares, quienes exigieron un sistema público de salud que garantice su derecho a la vida. En total se contabilizaron 296 manifestaciones.

Al menos 10 protestas diarias se registraron el mes pasado por el deterioro de los servicios básicos, para contabilizar un total de 298 reclamos. El colapso en los servicios básicos continúa afectando a pequeñas y grandes comunidades a lo largo del territorio nacional. Es alarmante la situación del estado Zulia, donde aumentaron las denuncias por cortes eléctricos que superan las dieciocho horas diarias, los constantes racionamientos de agua potable y el deterioro continuado de los servicios. Los servicios más exigidos: electricidad, agua potable y gas doméstico. Esta situación ha desmejorado la calidad de vida de las familias venezolanas y las actividades productivas de las empresas y comercios, por la interrupción obligada de las actividades a lo largo y ancho del territorio venezolano.

Al deterioro de los servicios básicos se suma las fallas del transporte público. Pasajeros protagonizaron al menos 13 protestas en agosto y los transportistas otras 26. En el primer caso, los usuarios reclamaron las tarifas desproporcionadas, las largas colas o caminatas para llegar a sus destinos. Ante la ausencia de unidades, producto de los altos costos o fallas de autopartes, cada vez más se suman transportes improvisados y desprovistos de medidas de seguridad. Los transportistas, por su parte, reclamaron la falta de repuestos, insumos mecánicos y ajustes de pasajes, así como el anuncio presidencial del censo y uso del carnet de la patria para recibir un subsidio en el precio de la gasolina.

Protestas contra programa oficial de recuperación económica

El OVCS documentó 86 protestas en rechazo al denominado Paquetazo de Maduro, que incluyó una serie de medidas económicas sin considerar a la mayoría de los sectores productivos y de trabajadores no afines al Gobierno.

La entrada en vigencia de la reconversión monetaria, el ajuste del salario mínimo, el aumento del Impuesto al Valor Agregado (IVA), el anuncio del aumento de precio de la gasolina, y de algunos productos de la canasta alimentaria, y la obligatoriedad del carnet de la patria para recibir los subsidios del gobierno, fueron los detonantes de las protestas.

Las consecuencias de las medidas económicas comenzaron a sentirse inmediatamente en la población, que acudió a mercados y supermercados en búsqueda de alimentos para protegerse ante la posibilidad de una escasez de productos; así como en comerciantes del todo el país que mantuvieron cerrados sus establecimientos ante la incertidumbre y la imposibilidad de asumir compromisos con proveedores y trabajadores.

Jubilados y pensionados siguen protestando
Los jubilados y pensionados continuaron en las calles para rechazar malos tratos y vejaciones sufridas en las entidades bancarias durante el cobro de sus pensiones. En agosto, los adultos mayores realizaron 21 protestas en las principales ciudades del país para demandar el pago completo y en efectivo de su pensión, así como rechazar la propuesta de recibir el pago de la pensión a través de la billetera móvil que funciona en la plataforma del carnet de la patria.

Protestas por derechos políticos

Los reclamos para exigir derechos políticos se han reducido considerablemente este año, sin embargo, tuvieron un repunte en el octavo mes del año, cuando se registraron 75, el mayor número de manifestaciones en el año, representando el 8% del total general.

Persisten las manifestaciones por alimentos.

Las protestas por alimentos se mantuvieron el país, con un total de 28 registradas en agosto. La mayoría de las exigencias tuvieron que ver con la venta impuntual de alimentos comercializados a través de los consejos locales de abastecimiento y producción (CLAP).

Ante los anuncios oficiales y las compras nerviosas que generó la reedición de la política de control de precios, el OVCS alerta que el país está al frente de una nueva escasez y carestía de bienes e insumos de primera necesidad que, de no ser atendida a tiempo, puede reactivar las protestas por comida.

Medidas gubernamentales aumentan el descontento popular

El principal problema que enfrentan los venezolanos es la ausencia de democracia y de respeto a los derechos humanos. La insistencia de las autoridades en tomar medidas aisladas y autoritarias profundiza la emergencia humanitaria compleja que vive el pueblo venezolano. Observamos con preocupación las consecuencias de las medidas del gobierno para los próximos meses. Hasta ahora lo que hemos visto es una reedición de las políticas del pasado, cuyos resultados han sido negativos para el desarrollo del país, siendo los sectores de menores recursos económicos los más vulnerables.

Las protestas por mejoras de calidad de vida no cesarán, será cada vez mayor el descontento y la exigencia de soluciones a necesidades básicas. Como también aumentarán niveles de pobreza y de migración forzada de la población. Sin descuidar que también se recrudecerá la criminalización de la protesta y el carácter autoritario como estrategia gubernamental para minimizar su impacto.

[Tomado de http://www.correodelcaroni.com/index.php/nacional/item/65695-los-venezolanos-han-protestado-8-372-en-2018.]


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