martes, 10 de junio de 2014

¿Qué tal esos mil-millonario$ tras 15 años de “revolución socialista”?


Armando Vergueiro    
[El Libertario # 73, junio-julio 2014]

Hace unos meses, se divulgaba en los medios masivos la versión correspondiente a 2014 de la lista que cada año desde 1987 publica la revista yanqui Forbes, enumerando a los magnates cuya fortuna individual, o del clan familiar que rigen, supera los mil millones de dólares (cifra que en castellano también llamamos millardo, mientras que en inglés es billion).

Con precavida discreción, este catálogo excluye a “padrinos” de negocios claramente ilegales, a integrantes de familias reales o a dictadores y otras estrellas refulgentes de la corrupción política, pero de todas maneras es un indicador bastante ilustrativo de quienes integran la crème de la crème del capitalismo mundial. Estar allí es ahora magno blasón de prestigio y poder, bastante más valorado como tal que el obsoleto Almanaque de Gotha, así que a pesar de las discrepancias y observaciones que puedan apuntarse respecto a estimados de fortuna para tal o cual de los reseñados, cabe aceptar como vigente lo que refleja.

Ahora bien: ¿quiénes son los potentados criollos merecedores de estar allí? Revisamos los rankings de Forbes a partir de 1999, extrayendo los datos y años más significativos sobre esos personajes. Con esos datos construimos el cuadro anexo, respecto al cual aclaramos que Gustavo Cisneros y Lorenzo Mendoza han figurado en cada lista de mil-millonarios de los últimos 15 años, mientras Juan Carlos Escotet solo aparece en ese grupo para 2013.
























De este cuadro y en relación con la situación político-económica de Venezuela en el período, no parece que el montaje del “socialismo bolivariano” haya sido obstáculo que menguase el acopio de riqueza por los más grandes grupos burgueses del país, lo que en términos globales se percibe viendo cómo la suma de lo que mostraban para los años del comienzo del período es claramente menor al monto de los años finales. Por cierto que hay un declive notable en esa suma entre 2007 y 2009, pero eso obedeció a la gran crisis financiera mundial de 2008 más que a cualquier factor nacional. De hecho, esa crisis se reflejó en la propia lista Forbes, que para 2009 tuvo una evidente disminución en cantidad de integrantes y cuantía de sus fortunas.

En particular, llama la atención lo ocurrido con el más reciente miembro del club, J.C. Escotet, cuyo ascenso a ese Olimpo del Capital es la más fehaciente expresión de lo bien que han ido las cosas para la oligarquía de las finanzas en el país. Este personaje ha sido uno de los beneficiarios por excelencia de cómo el sector bancario ha sido privilegiado y consentido por el Estado venezolano en estos “tiempos de revolución”, pues cuando un gobierno multiplica su gasto improductivo y se hunde en corrupción e ineficiencia, como ha sucedido aquí, termina queriendo jugar al aprendiz de brujo con esas manipulaciones financieras cuyos efectos negativos hoy sufrimos la gran mayoría de quienes vivimos en este país, pero que serían el secreto tras la promoción feliz de Escotet a las Grandes Ligas de la burguesía globalizada.

Con ese ejemplo a seguir, no nos extrañe que algún otro exponente patrio de la banca y la boliburguesía aparezca en próximas ediciones de ese anuario, especialmente considerando tanto a la inequívoca vocación del gobierno de Maduro por seguir ejecutando las mismas políticas que tan bien han servido para la concentración de capital en pocas manos privadas, como a las amorosas (¡y correspondidas!) aproximaciones que ha tenido con la Santísima Trinidad de los mil-millonarios criollos, dejando claro que esa es la clase de gente con quien en verdad quiere, necesita y promueve la paz, el diálogo y el amor.


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