lunes, 9 de junio de 2014

Debate: San Cristóbal y San Diego, autogol programado a Maduro

Rafael Iribarren

.-* La derrota de Maduro en  San Cristóbal y San Diego

A primera vista resulta  difícil entender y calificar, cómo y porqué las hubo; y ponderar lo que para el chavismo en general, pero particularmente para Maduro y el proyecto del madurismo en desarrollo; implica el desastre político que resultaron las manipuladas destituciones y elecciones de los alcaldes en San Cristóbal y San Diego. Una operación, evidentemente programada, en la que, en la crisis y lucha interna que vive; se conjugaron y desnudaron las perversiones de los principales  componentes, político-institucionales del régimen chavista; y de su  burocracia  político-organizativa. De la Presidencia, ministerios, y  organismos de inteligencia; de la AN y la FGR, del TSJ, del CNE. Del PSUV controlado en herencia y dirigido por  el antimadurismo; y los aliados del GPP, a pesar de estar totalmente al margen del juego y confrontaciones concretas de Poder .

.-* Creció la voluntad antiautoritaria de la gente

A cinco meses del 8D cuando fueron electos sus alcaldes; la gente, de ambos municipios, bajo chantaje y luego de dos meses largos de represión continuada; puesta nuevamente a votar, no solo ratificó su voluntad antiautoritaria soberana; sino que  lo hizo, ahora, todavía más terminantemente; la creció. En San Cristóbal, Ceballos sacó 88.991 votos,  para un 73,60%; sobre el candidato del GPP que tuvo 30.887, para un 25,54%. En San Diego, Scarano, sacó 33.910 votos, para un 81,74%; sobre el candidato del GPP que tuvo, ¡4.473 votos!, para un 11,57%.  Resultados estos, con una participación similar a la de diciembre pasado, de alrededor de un 60%; destacándose  que las correlaciones porcentuales en ambos municipios, en solo ciento cincuenta días, se hicieron más disparejas; con  un aumento  notable del antichavismo, de 5,9% y 12,5% en San Cristóbal y San Diego respectivamente correlativo  al desplome del chavismo.


.-* Una derrota anunciada; un autogol programado.

Todo indicaba; y para el chavismo estaba claro, que si se contaban bien los votos, los 
resultados serían éstos o parecidos. La historia electoral y la intensidad de la protesta en esos municipios hacían prever un rechazo electoral absoluto del autoritarismo. La única posibilidad de que el chavismo apareciera ganando, o perdiendo por poco margen; nunca ganando realmente y bien; como en muchísimos casos antes;  estaba en que el CNE-SMARTMATIC aportara las decenas de miles de votos virtuales que hicieran falta. Lo que quiere decir que a esas elecciones locales del 15M pasado, a consciencia, el chavismo que controla el sistema electoral y decide los resultados; fue a perder, a meterse un autogol; con dos escenarios posibles; a.- asumir el desastre electoral que todo anunciaba; y que fue lo que se produjo porque se optó por él;  y b.-, aplicar la de siempre, de sumar  votos virtuales suficientes para producir unos resultados predeterminados, formalmente equilibrados. Un empate.

Ambos escenarios constituían derrota y riesgo para Maduro. En ambos, aunque en grados diferentes, se evidenciaría el  rechazo absoluto de la gente a él y su gestión Además de que el “b”, el mal mayor, implicaba el riesgo cierto de provocar re-encender la protesta de calle, ahora, contra el fraude, y la actualización de las denuncias contra el CNE. Con el efecto retroactivo de la reactivación del cuestionamiento de las elecciones de abril del 2013 y concretamente de su legitimidad. La opción “a”, el mal menor, se habría decidido, sobre la marcha, ante la masiva y consistente movilización de votantes antichavistas; frente a la pobre y desmotivada movilización de las bases chavistas. En tales condiciones, ningún  fraude, ni siquiera para una derrota aceptable; iba a ser creíble; además de conllevar los efectos mencionados de dar nuevas bases al cuestionamiento del sistema electoral en conjunto. Inmediatamente, de ser un nuevo soporte para renovar el cuestionamiento de  la legitimidad de Maduro; y más allá, de la de todo el régimen chavista, derivada del fraude electoral sistémico activado por el CNE-SMARTMATIC-SAIME; sin la más mínima contraloría real, desde el 2003.

Quiere decir que, el chavismo que controla y maneja el CNE; con o sin acuerdo con los demás; a partir de la destitución de Ceballos y Scarano por Maduro; decisión arbitraria inducida o propia; a consciencia, trazó dos rutas alternativas hacia su derrota segura en San Cristóbal  y San Diego el 15M. A pesar de que, como en otros casos; sin ni siquiera acusación formal a los electos en diciembre; primero no era impositivo convocar elecciones inmediatas para nuevos alcaldes; y segundo, en el marco de las evidencias de lo que resultaría, y resultó, cabía la posibilidad de suspender o posponer  el proceso; que igual ha sido  práctica frecuente chavista. 

.-* La peor derrota política de Maduro, obra de chavistas. ¿Quién tomó las decisiones?.

Operativa, política y técnico-jurídicamente, todo fue ejecutado  desde el principio hasta el fin, en los centros chavistas de Poder. En tiempo más que record, se implementaron, la instrucción de expedientes y las destituciones y detenciones de Ceballos y Sacarano, los lapsos, aperturas y cierres de campañas, la elaboración del material electoral, etcétera; atropellando toda la base constitucional electoral vigente. Todo, según, para escarmiento a la oposición a los guarimberos y a los estudiantes. Resultando absolutamente todo lo contrario; el autogol referido arriba. La peor derrota política que Maduro ha recibido como presidente.
El análisis supra, resulta y se soporta en preguntas clave; sobre la consciencia que hay de la mengua y desmovilización del chavismo de base; sobre por qué CNE-SMARTATIC no implementó el fraude, ni el PSUV ni el GPP ni las gobernaciones chavistas montaron el teatro tradicional de la “Operación galope”. Preguntas cuyas respuestas las niega el hecho de que, a consciencia los factores de Poder chavistas, montaron una operación, evitable, que, por cualquier vía terminaría en la derrota en que terminó. Pero, además, hay preguntas críticas que apuntan a la cuestión de fondo; ¿quiénes fueron tomando las decisiones?, ¿Maduro participó o estaba enterado siempre?; y, sobre todo, ya lanzados a la ejecución de la operación, ¿quién decidió no implementar el fraude sistémico que continuadamente el CNE ha montado desde el 20103 ni siquiera para que la derrota no fuera tan profunda?.

.-* Para el antimadurismo chavista, en San Cristóbal y San Diego no pasó nada

Las reacciones  oficiales más destacadas, mostraron el impacto interno de la derrota, diferente según, en los chavismos; y las lecturas y  manejos opuestos que se le están dando. Jorge Rodríguez, a nombre del PSUV; en declaraciones risueñas; reconoció  y aceptó los resultados; pretendiendo que no fueron sino un acto institucional más, en el ejercicio democrático que, según, hay y se respeta en el país. Mientras Maduro, desencajado y gesticulante, se redujo a amenazar a las alcaldesas electas con meterlas presas, etcéteras. Dos reacciones opuestas; la del Rodríguez, de “aquí no ha pasado nada; tranquilo”. Como la de Vielma Mora, que recién proclamada la nueva alcaldesa  declaró que sin problema trabajaría con ella. Y la de Maduro, propia  de quién se sabiéndose el gran  el gran derrotado; está consciente además, de que, con razón, será  señalado como el  culpable de esa innecesaria derrota de los chavismos en general; y de los costos políticos que ello les acarreará.

..-* La crisis y la lucha interna chavista, epicentro de la crisis política nacional

He sostenido, y  los hechos lo confirman; que todo lo que ha sucedido desde febrero hasta hoy en el país, tiene su epicentro en la crisis interna del chavismo; fluidizada  hacia afuera, dentro de las movilizaciones y protestas nacionales de estudiantes y vecinos. Crisis interna general, por la sucesión de Chávez; no resuelta sin liderazgos suficientes; y que, aunque ensordinada y con dinámicas de alianzas internas de sobrevivencia; se profundiza día a día, en fracturas y confrontaciones de Poder cada vez más intensas; en todo lo que fue el chavismo.
Entre los muertos  mandados a emboscar por comandos, “desobedientes”, del SEBIN el 12F; que siguieron a la represión, atropello y prisión, desproporcionada por la GNB; una provocación golpista; a los estudiantes andinos de unos días antes; y estas elecciones municipales de mayo en  San Cristóbal y San Diego, hubo una secuencia. Una secuencia, en fases, cuyo eje fue  la confrontación e intento sostenidos  de poner contra la pared a Maduro; cuyo liderazgo y jefatura nadie internamente reconoce; impulsada por la “derecha endógena”, chavista, que con una  retórica pseudorevolucionaria, echó a andar un golpe, contra él, “la contraofensiva fulminante antifascista”, anunciada por Ameliach cuyo arranque inminente, según, ordenaría Cabello. Como analizo en escritos anteriores, “Febreros” y otros; ese golpe chavista derechista contra Maduro, fue “neutralizado”; pero no desmontada ni desarticulada la estructura conspirativa cívico-militar que lo armó.

.-* Caguaripano; la GNB el brazo armado del PSUV

Luego de los primeros muertos del 12F por comandos del SEBIN, actuando bajo un mando diferente al del propio SEBIN y a los del MIJP y MD; la GNB, igual bajo un mando propio,  evidentemente sin  nada  que ver con  Defensa, e  Interior y Justicia; combinadamente con grupos motorizados armados a los que cubría; durante semanas en varias partes del país; siempre con el mismo patrón represivo “cívico-militar”, motorizados y tanquetas; y el mismo discurso “antifascista”; disparó y golpeó sin medida, ni proporción; implacablemente; como se sabe, matando a decenas, hiriendo a centenares y haciendo presos a miles de estudiantes, vecinos, trabajadores y profesionales, que protestaban pacíficamente en la calle; notoriamente desarmados. Fue  claro que, a pesar de haber sido neutralizado el arranque “fulminante” de “la contraofensiva” anunciada por Ameliach; la acción golpista de la “derecha endógena”, chavista, continuó desarrollándose aunque menos inmediata y desencadenantemente; provocando mediante la represión desproporcionada continuada; básicamente por la GNB; la exacerbación y agresividad de las protestas estudiantiles y vecinales. Provocando que se convirtieran en violentas. Contextualmente, el aspecto más indicativo del video del capitán GNB  Caguaripano, fue su denuncia y rechazo a que “la GNB siga siendo utilizada como brazo armado de un partido político”. Obviamente se refería sin nombrarlo pero inequivocamente, al PSUV, dirigido por Cabello y Ameliach .
Ciertamente que hubo un plan de desestabilización y caotización del país. Pero tal plan fue precisamente el que la derecha chavista, realmente fascista, puso en marcha contra Maduro en Febrero y que fue al que se refirió Caguaripano como que estaba siendo ejecutado por la GNB, bajo el mando psuvista.

A  medida de que el gobierno de Maduro, el MIJP, fue logrando, digamos que, a pulso, y, según, negociando; el control y manejo  en la calle de la represión de la protesta por la PNB ; se fue haciendo evidente un cambio de patrón  y tipos de acción e intensidad en la represión a manifestaciones y guarimbas. Con el efecto de que la protesta fue bajando de frecuencia, amplitud e intensidad; y haciéndose más pacífica.

.-* Maduro sin poder suficiente; el antimadurismo chavista sabotea el diálogo

Neutralizado el aspecto “fulminante” del golpe de la derecha endógena chavista contra  Maduro; y bloqueada progresivamente su siguiente fase, de represión desaforada provocadora, de la protesta; con la suplantación progresiva de la GNB en la calle por la PNB, entonces, bajo el mando directo del MIJP; el gobierno de Maduro, ya no acosado, o, no tanto, desde la calle; volvió hacer de gobernar; de intentar  ejercer, al menos formalmente las riendas de la política oficial. Haciendo de ocuparse de la crisis nacional. Con los cancilleres de UNASUR y el Nuncio en el país; abiertamente retomó  el diálogo político; que fue contra el cual oportunistamente, tremolaron y tremolan las banderas del antimadurismo interno, desde la derecha y la izquierda chavistas. Y del mismo gobierno.

Pero, todavía sin arrancar aunque ya, afuera, aplacada la calle;  y con la neutralización interna del golpe chavista; realmente solo parapeteado, sin suficiente poder; Maduro, evidentemente bajo chantaje, fue empujado a la intransigencia terminante que le quitó todo sentido, provocando su suspensión, al diálogo político con la MUD. A pesar de ser su primer beneficiario y abanderado dentro de los chavismos. Mientras,  el CNE continuó en la implementación de las elecciones en San Cristóbal y San Diego; hacia su derrota anunciada del 15 de mayo.  

La suspensión del diálogo político con la MUD y el fracaso del chavismo en Táchira y Carabobo, constituyen sus más importantes derrotas desde el 8D; verdaderos barrancos profundos para Maduro. Muy costosos políticamente; y muy difíciles, por no decir que imposibles, de saltar. Sobre todo  porque  no se deben ni a la oposición en concreto, ni al antichavismo en general; ni al Imperio ni a Uribe; ni a la “derecha fascista”, ni a ninguno de sus enemigos reales o inventados. Porque fueron montados e implementados, calculadamente, a consciencia de que resultarían desastrosos para él;  por sus propios “hermanos en Chávez”; por los chavismos con los que, según, está haciendo la revolución; con los que, según, gobierna. Con los que duerme. Lo que, por lo demás, no significaría nada o mucho negativo para el País; hasta al contrario, sería positivo; si  ello propiciara o viabilizara  posibilidades concretas, negadas en realidad, de avanzar hacia la creación de condiciones  hacia una salida no regresiva de la crisis total en que está el país.

.-* Mientras la crisis interna chavista no se resuelva, seguirá la crisis política nacional

Aparte de cómo fue posible; es un hecho que durante diez a quince años Chávez mantuvo  al país en suspenso continuado, tensamente polarizado; reactivado día a día de con cualquier de los muchos recursos mediáticos de que dispuso; y el uso a discreción de la renta petrolera. Su actuación personal fue el epicentro de todo lo que sucedió en el país durante su mandato, especialmente desde el 2002.No es el tema. Pero vale como referencia, para señalar que eso fue posible, en mucho, porque desde la crisis del Puntofijismo de fines de los noventa en la que se incubó el chavismo; los intentos posteriores de confrontarlo se redujeron promover su recomposición y regreso al Poder. Nunca hubo posibilidad real de tal recomposición, ni de tal regreso; afortunadamente. Pero mediante la polarización a cuatro manos; mientras el chavismo consolidó su control del país; precisamente mediante la polarización, se asfixió  toda posibilidad de que en el seno de la sociedad se desarrollaran dinámicas sociopolíticas, ciudadanas, autónomas de los factores de poder; hacia la conformación de capacidades sociales de confrontación con el Poder; hacia la conformación de un contrapoder.

.-* En el postchavismo, el chavismo, desecho, sigue siendo el epicentro de la crisis nacional.

 Aunque ya desde antes hubo señales de que se activaban en la Venezuela profunda; con la desaparición de Chávez, se han hecho más evidentes importantes cambios cualitativos y cuantitativos en las dinámicas sociopolíticas en la sociedad venezolana Cambios que  apuntan al fondo estructural de la crisis nacional; pero que aún  no son determinantes en las relaciones generales, bicentenarias, de poder que tenemos. Cierto que estamos en el post-chavismo; que no hubo chavismo sin Chávez; que era imposible, inviable históricamente. Y que hoy lo que hay son chavismos; tantos; sin dimensión ni consistencia ninguna; con muy poco en común entre ellos; y sin nada o casi, que ver con lo que fue la subjetividad chavista. Grupos sobreviviendo aferrados a las fragmentarias cuotas de Poder que conservan desde antes de su muerte; revolviéndose, cada uno, para imponerse a los demás. Cierto. Pero, como evidencia la secuencia entre Febrero y San Cristóbal y San Diego; las semanas de violencia chavista, desestabilizadora del gobierno; de saboteo y entrampamiento chavistas a Maduro. A pesar de la crisis interna que lo  ha reducido al desecho político y burocrático que hoy es; el chavismo  sigue siendo el activador del epicentro de la política nacional. La confrontación interna entre chavismos, sigue  marcando la pauta de todo lo que sucede y no sucede en el país. Siendo la determinante  de su paralización actual. En la sociedad venezolana de hoy, no existe capacidad alguna de frenar la inercia caotizante de la vida nacional derivada de la crisis interna chavista. Ni, menos de imponer por encima de ella una dirección consistente hacia salir de la crisis nacional. Lo que, precisamente es la medida de su profundidad y alcance total. Tratándose de  una crisis que se activa y retroalimenta por la subsunción en ella,  de la crisis ya terminal del chavismo; y de la  proyección actual de la crisis  que  en los ochenta y noventa hundió al puntofijismo.

En el marco de la polarización político-institucional, electoralizada, el país no tiene opción previsible para salir de la crisis. En crisis ambo ismos, ninguna variante de chavismo o de puntofijismo, es opción.

.-* La secuencia entre los muertos del 12F y San Cristóbal y San Diego.

Los emboscados muertos por el comando del SEBIN el 12F arrancando “la contraofensiva fulminante antifascista”; la violencia cívico-militar de la GNB y sus motorizados armados contra  protestas pacíficas;  el sabotaje al dialogo y el chantaje continuado del chavismo antimadurista; la derrota política programada de Maduro en San Cristóbal y San Diego; las incoherencias sobre Simonovis y el acoso a la derecha oposicionista; los montajes de denuncias de golpes y magnicidios; particularmente el último protagonizado por Jorge Rodríguez. Todo conforma la secuencia que activa la dinámica político-institucional nacional actual; cuyo epicentro es la crisis y la caótica lucha interna  por el Poder y la jefatura en lo que fue el chavismo. Ya en el post-chavismo, degradado a un desecho político-organizativo e ideológico;  desde la extrema izquierda hasta los fascismos más agresivos; un reguero de grupos y mafias civiles, militares, cívico-militares; sin coherencia ni calidad ninguna; ni potencial en ningún sentido. Pero incrustados en las estructuras del Poder determinando todavía  la vida nacional en todos sus aspectos.

.-* No es porque el gobierno es malo. Es porque no existe contrapoder

Hay que insistir. La crisis nacional no tiene que ver, sino en tal caso muy circunstancialmente; con que el gobierno sea malo; que lo es; ni con que sea comunista; que no lo es. Ni con que no sea democrático. NI con que la oposición se reunifique  y se vincule a las luchas sociales; y regrese al gobierno. Etcétera. Por lo que, la cuestión no está en si sale por el voto o por la calle; ni en si por revocatorio o en el 2019. Ni con que los militares lo saquen o la OEA. Ni con que haya un gobierno bueno Etcétera. Tiene que ver con la inestructura que es la sociedad venezolana hoy; con la inexistencia de capacidad ciudadana de confrontación con el Poder. Con la inexistencia absoluta de contrapoder. Mientras no se llegue a la existencia de una correlación sociopolítica de fuerzas en la que la sociedad contrapese al Poder; sea el gobierno que sea, ejerza el Poder quién lo ejerza; los venezolanos seguiremos en crisis.

Caracas mayo 2014.-

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