lunes, 9 de junio de 2014

¿Al árbol debemos solícito amor?: los bosques en Venezuela hoy


























Provea

[Nota de El Libertario: Lo que sigue es un fragmento del Informe Anual 2013 de Provea, en su apartado "Derecho al ambiente sano", pp. 103-104. El documento completo está disponible en http://www.derechos.org.ve/informe-anual-2013/.]

A pesar que el Viceministro de Conservación Ambiental señalaba que ha disminuido en un 47,6% [1] la tendencia en el avance de la deforestación en el país[2], es evidente que persiste la pérdida de importantes superficies de los distintos tipos de bosques y unidades vegetales naturales. El patrimonio forestal nacional tiene un legado frágil y estratégico, es reserva de los recursos hídricos y es hábitat y refugio de distintas especies vegetales y faunísticas que coloca a la nación a nivel internacional en el 8º puesto en materia de biodiversidad[3].

La perspectiva de la merma de los bosques se puede apreciar al leer las denuncias y las alertas que comunidades y ONG ambientales de nuestra geografía realizan con frecuencia a través de los medios periodísticos regionales y nacionales y en las redes sociales. Son miles de hectáreas de bosque, ubicados no sólo en espacios adyacentes a los centros urbanos o a las áreas rurales que integran el conglomerado poblacional del país, que desaparecen y son vulnerables ante la acción del hombre, sino también aquellas que poseen protección jurídica mediante la figura de Áreas Bajo Régimen de Administración Especial (ABRAE), como los parques nacionales, reservas forestales, zonas protectoras, monumentos naturales, entre otros.

La acción humana de mayor incidencia en la destrucción de nuestros bosques, afectando flora, fauna, recursos hídricos y calidad del aire, y con ello el aumento de la tasa de deforestación, la constituye los incendios forestales, aquellos que se realizan a lo largo y ancho de las regiones llaneras y por las serranías observables por las carreteras nacionales y por las imágenes satelitales en la temporada seca anual. Muchas veces este factor altamente incidente en la deforestación no es tomado en cuenta ni por las instituciones que les toca velar por el ambiente, como el mismo MINAMB, ni por los medios de comunicación regionales.

Por otro lado, en Venezuela siguen en pie un conjunto de actividades económicas que incrementan la deforestación, tales como la minería metálica y no metálica, las explotaciones tanto “legales” como ilegales de especies forestales, como acapro (Handroanthus serratifolius), cedro amargo (Cedrela odorata), saqui-saqui (Pachira quinata), entre otras e incluso especies que están en veda.

El estado Guárico es una muestra de una región en el cual ocurren explotaciones forestales clandestinas. El tráfico de madera se observa anualmente, con mayor auge en épocas de sequía, al pasar caravanas de camiones 750 con dicha carga por la carretera nacional que atraviesa los municipios San José de Guaribe y José Tadeo Monagas (Altagracia de Orituco), en la Serranía del Interior, transportando especies protegidas. Es una actividad lucrativa que cada año amplía la destrucción de numerosos hábitats florísticos no solo de esta entidad, sino de estados vecinos Miranda y Anzoátegui, ocasionando la disminución de sus poblaciones naturales. Como dato referencial, en operativos especiales realizados por el Destacamento 28 de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) durante el año 2013, fueron detenidos 408 personas por estar incursos en delitos ambientales y retenidos un total de 25.549 estantes de madera, de especies protegidas[4].

Igual situación de explotaciones forestales se presenta en las demás regiones del país, tal como se infiere de la información aportada por el MINAMB en su Memoria y Cuenta del 2012 con “donación de 58.195 m3 de madera aserrada, 1.298 unidades de madera y 14.691 Kg de carbón vegetal y leña a las comunidades de los estados Cojedes, Falcón, Mérida, Monagas, Táchira, Trujillo y Yaracuy, para fines sociales y culturales, con una inversión de 103.023 bolívares” que realizó el Ministerio del Ambiente[5].

En cuanto a los incendios forestales que durante la época de sequía (noviembre–abril) se presentan en el país, solamente en el período 2012–2013 se perdieron 1.600 hectáreas de bosques del Parque Nacional Henri Pittier[6], 1.400 hectáreas del Parque Nacional Canaima[7], además en el estado Aragua fueron afectadas otras 436 hectáreas[8].

Notas:

1. AVN [en línea] <www.avn.info.ve/contenido/tasa-deforestaci%C3%B3n-venezuela-ha-disminuido-473> Consulta del 08.02.2014.

2. Ver PROVEA: Situación de los derechos humanos en Venezuela. Informe anual enero – diciembre 2012.

3. Ciudad Caracas: Venezuela entre los países con mayor biodiversidad [en línea] <www.ciudadccs.info/?p=126799> Consulta del 07.02.2014

4. Despliegue operacional del D28 dio contundentes golpes a los índices delictivos. En: Diario la Antena [en línea] <www.diariolaantena.com.ve/sucesos/sucesos.php>. Consulta del 09.12.2014.

5. Ministerio del Poder Popular para el Ambiente. Memoria y Cuenta 2012. Pág. 30.

6. Agencia Venezolana de Noticias [en línea] <www.avn.info.ve/contenido/1600-hect%C3%A1reasafectadas-incendios-vegetaci%C3%B3n-parque-nacional-henri-pittier>. Consulta del 08.02.2014.

7. Agencia Venezolana de Noticias [en línea] <www.avn.info.ve/contenido/incendio-parquenacional-canaima-est%C3%A1-parcialmente-controlado>. Consulta del 08.02.2014.

8. El Carabobeño [en línea] <www.el-carabobeno.com/impreso/articulo/51380/incendios-hanconsumido-436-hectreas-de-terreno-en-aragua>. Consulta del 08.02.14.

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