Autora: Yolanda Herrera
Equipo Jurídico INREDH
Introducción
En el Ecuador existen casos de detenciones ilegales
arbitrarias e ilegítimas, generalmente
en centros penitenciarios, o en cárceles distintas. Si bien estos casos son los
más comunes y de mayor conocimiento social, no son los únicos, puesto que,
existen detenciones ilegales en centros terapéuticos, de carácter
psicotrópicos, que tienen como objetivo
el tratar adicciones, clínicas con
función psiquiátrica, o aquellos que pretenden curar una enfermedad
inexistente como es el caso de las denominadas clínicas de
“deshomosexualización” .
Es importante recalcar que la detención o el internamiento en contra de la voluntad y del
consentimiento constituye un atentado al
derecho de libertad individual y al derecho a la integridad. Para que una
persona sea ingresada en un centro de estos se necesita, su consentimiento
verbal y escrito, o una orden del juez después de haber seguido un juicio de interdicción, como
lo establece el código de procedimiento
civil.
Existen varios casos de internamiento en clínicas de
adicciones sin el consentimiento previo de las personas, violentando así sus derechos, además
cabe recalcar que el estar internado en un centro de recuperación
psicotrópica sin propia voluntad u orden judicial constituye detención ilegal y
arbitraria.
En el caso de las
clínicas de “deshomosexualización”,
generalmente, los internados, son
obligados con amenazas, engaños e incluso la utilización de algún
fármaco que limite su conciencia.
De esta forma se
violentan derechos principales como son
los de la libertad y la
integridad, que se los puede
innovadoramente recuperar con una garantía jurisdiccional como es el Habeas
Corpus, que es un mecanismo establecido
en la
Constitución Ecuatoriana que permite primero la ubicación de
la persona internada en un centro en contra de su voluntad y su liberación
inmediata.
Datos de la ilegalidad de los centros de “rehabilitación”
El Habeas Corpus
ha sido utilizado como medio de recuperación de libertad en un
centro de tratamiento de adicciones como es el
caso de Samanta Orellana Solís una mujer joven, mayor de edad, que fue
internada contra su voluntad al Centro Psicoterapéutico Adrofar en Cayambe por su familia.,
puesto que estos consideraban que su
orientación sexual, su condición de lesbiana “era una enfermedad mental”.
Samanta recuperó su libertad gracias al
Habeas Corpus interpuesto y a la
sentencia del Juzgado Décimo Cuarto de lo Civil de Pichincha en la causa
No. 118-2011, en el que, determinó que Samanta estaba detenida ilegalmente, por
lo que ordenó su inmediata liberación.